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En un segundo, todo volvió, todo volvió.

Se sentía estúpida, como una idiota que seguía llorando por un ex. Pero, ya no quería seguir mintiéndose, porque entre más seguía convenciendose de algo que no pasaba, más abría la herida.

La única realidad que vivía, era una en donde seguía perdidamente enamorada de Jeon Jungkook, porque así es. Estaba cansada de taparse los ojos con una venda, que la estaba jodiendo más de lo que alguna vez admitiría.

Lisa dejaba su orgullo de lado, aceptando por fin que su corazón le seguía perteneciendo. Pero era consciente que al aceptar aquello, se estaba exponiendo a un dolor eventual, un dolor desde la decepción que podría causarle que Jungkook, no sintiera lo mismo

Y esa era un posibilidad que la atormentaba, porque después de tanto tiempo sin verlo, sin saber nada de él, no tenía claro si los sentimientos seguían intactos para Jungkook, como lo seguían para ella.

Le aterraba aferrarse a un escenario en donde ellos tengan una oportunidad, para después ver cómo este mismo se desmorona frente a sus ojos.

Pero mientras su mente estaba llena de dudas y se preguntaba cómo demonios saldría de aquel baño, sin parecer que lloró por su ex de hace dos años, afuera en la fiesta, todo parecía seguir estable.

A excepción de una persona.

Jeon Jungkook había olvidado cuántos vasos de cerveza llevaba, pero estaba seguro que por la manera en que todo a su alrededor giraba, ya habían pasado demasiados.

No tenía excusas, ni siquiera entendía porque estaba tomando tan frenéticamente, como si quisiera olvidar, como si quisiera pretender que nada en su entorno estaba en llamas desde que la vio.

—¡Jeon!—Se volteó cuando escuchó la voz de su amigo. Se tomó de un trago lo que quedaba en el vaso y le dio un abrazo de lado a su amigo cumpleañero.—¿Te estás acabando todo el alcohol?

—Bueno, si ustedes quieren seguir tomando juguito de naranja, háganlo. —Exclamó. —Un poco de alcohol no le hace mal a nadie.

A Bambam le encantaría decir que estaba en lo correcto, hasta le encantaría sentarse al lado de él y acompañarlo con un poco de cerveza, pero eso sería ir en contra de todo lo que andaba rondando por su mente.

Le preocupaba Jungkook.

Mierda, le preocupaba demasiado. Los últimos años, después de que se acabara el contrato y se distanciada notoriamente de Lisa, su amigo se ha convertido casi que en una persona completamente diferente, tanto que le asustaba.

—Deberías parar ya.—Dijo cuando vio que empezaba a servirse otro vaso.

—No, estamos aquí para divertirnos ¿No?—Cuestionó. —Tú deberías ser el que esté aquí en mi posición, no siendo un completo aguafiestas.

—¿Aguafiestas?—Preguntó incrédulo.—Me preocupo por ti, Jungkook. Todo este tiempo lo único que haces es beber, salir y ser todo, menos el Jungkook que conozco de siempre.

—¿Ahora me vas a dar un sermón?

—No se trata de un sermón...—Se aclaró la garganta antes de decir lo que sabía, causaría una discusión con Jungkook.—Estás así desde que Lisa y tú se distanciaron.

Jungkook volteó a verlo en cuanto el nombre de la tailandesa fue dicho, como si se tratara de algo innombrable para él, como si mencionara fuese pecado y completamente incorrecto.

—No la menciones.—Dijo entre diente, tomando un trago del vaso.

—¿Por qué no?—Cuestionó su amigo.—¿No quieres que la mencione porque sabes qué todo esto es por ella? Justo la encuentras en un mismo lugar y tu método de defensa es llenarte de alcohol hasta no poder más, estás siendo demasiado obvio.

—Lisa ya se quedó atrás.—Dijo.—Lo que sea que pase conmigo, no tiene que ver con ella para nada. Mi mundo no gira alrededor de ella, Bambam.

— Está bien, si repetir eso como un mantra es lo que te permite dormir en las noches, hazlo. Pero sabes muy bien que el corazón no se puede engañar tan fácil, yo sé que muy en el fondo eres consciente de todo lo que pasa con Lisa, pero entiendo que tengas miedo.—Dijo.—Sólo espero que no te refugies en algo que más adelante te puede joder. Más que cuidar la apariencia del famoso maknae, cuídate a ti y descifra de una vez qué demonios es lo que pasa con tu corazón, antes de que sea demasiado tarde.

Y con aquello dicho, Bambam se dio la vuelta, dejando de nuevo a Jungkook solo.

Antes de que sea demasiado tarde.

All these years » lizkook (2) Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt