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𝐀𝐢𝐧𝐨𝐬𝐮𝐤𝐞 𝐒𝐡𝐢𝐧𝐝𝐨יִיִ

—¿Detenerme?, ¿por qué debería hacerlo, mi pequeño Langa? – Dijo el alfa entre gemidos, aunque el menor parecía ya rendido después de tantas estimulaciones, el alfa aún no se había venido.

Cuándo la escencia de el Omega cayó sobre sus manos, dejó de masturbarlo y la mano llena de aquel líquido la dirigió nuevamente a la cadera de Snow para sostenerlo mejor, su respiración se había agitado más de lo que ya estaba, eso le provocaba jadear más frecuentemente.

Sus penetraciones mantenían el ritmo salvaje, sentía como faltaba poco para que el llegará a la cúspide de su excitación, así que se detuvo, aunque líquido preseminal ya goteaba de su pene cubierto por aquel preservativo.

Sacó su miembro palpitante de la cavidad anal de el Omega y se dirigió de rodillas hasta donde la cara de langa estaba apoyada, con su mano diestra entrelazo sus dedos en los claros cabellos azules, apretando los mismos para levantar la cabeza de langa a la altura de su entrepierna, con la mano libre se quito el condón, dejándolo sobre la cama y acto seguido comenzó a masturbarse, también acercaba el rostro de langa a su pene, rozando su glande contra los rosados labios de el Omega.

—Quiero que abras la boca y ten cuidado con los dientes, mi pequeño Langa. – sentía lo debilitado que estaba el cuerpo de el Omega por los recientes orgasmo, pero aún así, agarrando sin delicadeza el cabello ajeno, se acercó para introducir su miembro en la boca de Langa, había metido solo la mitad para evitar que su contrario diera arcadas por el momento.

Ahora ambas manos las tenía entre los cabellos azules de el adolescente, comenzó a mover a su propia voluntad la cabeza ajena de adelante y atrás, a la vez que el alfa movía su cadera contra su boca. Adam nuevamente volvía a gemir, la humedad, al igual que la calidez de su boca lo estaban haciendo llegar pronto.

Bad or good luck?; Adanga.Where stories live. Discover now