Bad or good luck?; Adanga.

03

Langa

Patinar a contra el viento hacía la parte trasera de "S" no había sido buena opción. Aunque sentía muchísimo calor, y su cabeza dolía, también el tiroteó de sus dientes delataba que en realidad hacía frío, y ya no sólo eran sus piernas las que temblaban.

Se sentía más mareado que de principio, y estaba pensando en detenerse a esconderse en algún lugar. También pensó en llamarle a Reki para que fuera a recogerlo, después de todo su mejor amigo era un Beta. Pero cuando buscó en los bolsillos de su hoodie y de sus jeans no pudo encontrar su teléfono móvil. Seguramente lo habría olvidado en su habitación, por haberse ido con prisa.

Mientras seguía en camino colina abajo vio pasar un automóvil negro, no le tomó mucha importancia. Siguió su camino, pero de repente un olor fuerte se metió por su nariz, desestabilizándolo. Cubrió su nariz rápidamente. Sabía que eso podía significarse solo una cosa.

Un alfa se acercaba, eso en parte era bueno ya que podrían ayudarlo a regresar a su casa, pero por otra parte para Langa no lo era ya que sabía que si estaba junto a un alfa, perdería realmente todos sus cabales.

Después de todo en casa, cuando fueron sus primeros celos su padre debía irse a quedar a dormir a otro lado por el hecho de que el aroma dulce pero fuerte de su hijo le era molesto e incómodo.

No pensó detenerse, de ninguna manera lo haría. Pero cuando escuchó esa voz demasiado conocida para su gusto en ese momento, chasqueó la lengua, estaba seguro que sería su perdición.

Sintió como se detuvo de golpe, supuso que la persona que se acercaba había logrado detenerlo, tampoco debió ser tan complicado, después de todo no iba a gran velocidad por el hecho de ir sentado en la patineta.

La voz grave y perfecta para sus oídos hizo que se estremeciera al instante, sintió más calor que antes, y mucho más mareo, el hecho de estar cubriendo su nariz no fue de gran ayuda, porque el aroma del mayor entraba aún así, y lo hacía perder todos sus sentidos. Decidió cubrir su boca mejor por unos segundos, no quería hacer ningún sonido extraño, pensó que posiblemente el mayor no se percataría de su celo.

Giró su mirada hacia el peliazul, y en cuanto sintió su suave toque en su brazo, y la nariz de este recorrer su brazo hasta su antebrazo, tembló ante el toque, sintiendo derretirse. Se sentía tan caliente en ese momento. Luego el corto beso en el dorso de su mano, lo hizo tragar en seco.

Realmente estoy perdido -pensó.

Miró en dirección al rostro del mayor, que como de costumbre cubría su rostro con una máscara, sintiéndose sobrecogido ante el fuerte aroma que inundaba sus fosas nasales.

—Te-tenia tiempo libre -dijo sin más. Maldiciéndose mentalmente por haber escuchado su propia voz entrecortada.

¿En esas condiciones? ¿Acaso se habría dado cuenta del estado en que se encontraba? No, no podría ser posible, esperaba que ese no fuera el caso.

Pensó en que debería responder unos segundos. Sabía que el mayor tenía su completa atención puesta en el.  Debía poner una excusa rápidamente para irse de allí, aunque el hecho estaba en que no podría irse rápido, todo su cuerpo temblaba de una forma inexplicable y sabía que eso era más notorio que nada en ese momento.

—Estoy completamente bien, solo me pareció entretenido sentarme un rato y simplemente ir de bajada. -se detuvo unos instantes. Al parecer su voz no había salido tan extraña como al principio. —Además si se refiere al porqué de que esté temblando, es por el frío, esta demasiado helado hoy, no lo pensé y salí sin un sweater de casa -mintió. Pero luego se arrepintió ya que el hoodie que se había sacado antes estaba entre sus piernas.

Le sonrió levemente. El cabello azul del mayor se revolvía por el viento, haciéndolo ver más sexy de lo que ya era, en ese momento se imaginó nuevamente la escena que vio de Cherry y Joe. Tragó saliva, se sentía tan caliente que hasta se había imaginado a él haciendo eso con Adam. ¿Pero en que demonios estaba pensando?

—Si me permite, debo irme a casa, ya es demasiado tarde -le mencionó, zafándose del suave agarre del mayor. No sabía ni cómo estaba logrando evadirlo de esa forma, pero era muy doloroso para el, sentía que sino era tocado y manoseado en ese momento podría morir.