Un Mundo Mudo

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Parecíamos felices en la cumbre de la ciudad sin almas,

nada más que música, risas, una total falta de palabras.

Era lento el tiempo, rápido el pensamiento.

Callábamos el silencio, cabía lo eterno en aquel momento.

Cadenas, centellas, cadencias, el horizonte y la avenida se unían,

Jamás imaginaría, en aquel presente repleto de futuros,

Que bajo las sombras de un corazón tan puro

Martirizabas una nota de tan grave agudo

¡Oh por dios, un dolor, calando tan profundo!


Y cuando más me necesitaste te hice mudo,

Y mientras me ocupaba de mi calma te quitaba de mi mundo

La muerte y la vida, esa confusa línea que la ventana ya no separa,

Se han vuelto vacías y perpetuas, tumulto de sensaciones, desespero, huida.

Tras tú salto al infinito logré entender, lo que era tarde para entender

Que para conquistar la muerte basta la vida,

Y que la única forma de vivir es seguir sin elegir, seguir...

El suicidio es un medio de selección de almas nobles y altas

y ya no quedan almas así en la ciudad bajo el alba.

ParadojaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora