El Poema me Escribió

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No escribo textos, los textos me escriben.

En la laguna estancada de una poesía sorprendida

bajo la meseta del cielo que se invierte durante el día,

salta cual pez espada desde el fondo sombrío,

con aletas afiladas y las escamas de vidrio,

letra por letra que llena este poema de vacíos.

Y a cada vacío abierto, ventana sin pared,

una brecha de entrada por la pesada cortina

se completa de imágenes y lenguajes esta poesía.


Y no más vislumbro de una palabra su sonido,

color de carne maltratada, o las verdades de sus pinceladas,

sino que, de cada cosa tocada, vista con paciencia,

u oída a las apuradas, de inmediato se imprime

en los versos que me escriben...

Sí, no soy yo quien escribe este texto,

son sus líneas, como torcidas pirámides,

que me asaltan las retinas en un ritmo alucinante.  

ParadojaWhere stories live. Discover now