Anillo de fuego [Three Shot KOOKV]

El último día.

6:50 A.M

Era temprano todavía, estaba oscuro y fresco. El cielo se coloreaba en un tono gris opaco con brisas ruidosas. El llanto desconsolado de Soobin levantó a sus padres como normalmente estaban acostumbrados.

Todos los días lo hacían y gracias a eso, sin duda se había vuelto la rutina favorita de ambos.

—iré yo está vez, no te preocupes. —Murmuró un aún dormido Taehyung.—me toca hacerlo.

Se sentó en la cama; estirando un poco su cuerpo y viendo de reojo la habitación en donde descansaba su bebé. Una vez que yacía completamente despierto, Jungkook, que lo había estado mirando en un cómodo silencio, habló:

—Está bien, no tardes. —Dijo mientras se volvía acomodar para poder caer en la misma posición principal y que el sueño nuevamente lo atrapase. 

—Ya regreso.

Uno de ellos tenía que cumplir una guardia muy temprano por la mañana, entonces ambos aprovechaban todo el tiempo juntos para poder descansar adecuadamente. Gracias a que Soobin se despertaba en mitad de la madrugada dando gritos muy alarmantes que terminan por quitarles horas de sueño.

Se levantó finalmente  para dirigirse con gentileza al cuarto del que lloraba exageradamente.
Abrió la puerta, encendió la luz y se acercó al pequeño bulto en la cuna que se movía inquieto.

—Hey... pequeño ¿Cómo amaneciste?—Con una magnifica sonrisa adornando su rostro, lo levantó en brazos.—Ven con papá.

 Mágicamente al sentir la presencia de su padre, dejó de llorar para posteriormente abrir sus ojitos curioso de su alrededor.

—Debes tener hambre ¿no?

Sus pequeñas orbes se iluminaron. Taehyung aprovechó y retiró delicadamente con su pulgar,  los restos de lágrimas que descansaban en la pequeña mejilla de su niño.

Luego de eso fueron a la cocina en busca de un exquisito biberón. Taehyung escuchaba por el camino a la dulce voz del pequeño intentando balbucear "pa-pá".
Al adentrarse en el lugar, el mayor encendió las luces  de la cocina, agachándose para poder dejarlo con cuidado en el suelo; dado a que Soobin había aprendido a caminar hace relativamente muy poco tiempo y aún tenia esas caídas sin ningún tipo de equilibrio sobre sus pies.

Sujetó el tarro con leche en polvo, preparando con mucha destreza el biberón, sin perder de vista al pequeño que giraba torpemente en su lugar, esperándolo.

—No vayas a golpearte... —Batía el objeto de forma veloz.—Que despertarás a papá. ¿Acaso no tienes sueño? ¿Cómo es que tienes tanta energía? compárteme un poquito, hijo. 

—Pa-pa... p-pa —Balbuceaba.

—Te marearás si sigues dando vueltas en circulos, soobin.—Advirtió.

Soobin se detuvo por completo para posteriormente acercarse y tirar de su pijama en busca de su atención, consiguiéndola casi de inmediato. Intentó realizarle un leve puchero, pero antes de siquiera intentarlo, Taehyung lo levantó y recostó por completo en uno de sus brazos, dándole el bendito biberón.

Apagó las luces de la cocina y luego las del salón para poder ir al dormitorio sin preocupaciones externas. Una vez allí, con el ambiente más cálido que nunca,  colocó al niño en medio de el y su esposo; proporcionándole suaves caricias en el cabello, mientras le tarareaba en voz baja una leve melodía. Luego de un rato, el bebé se relajó y comenzó poco a poco a cerrar sus ojos, siendo víctima una vez más del sueño profundo.

Movió el biberón vacío a un mueble que tenía al lado, y al igual que su hijo, se propuso dormir, pero un lejano y exasperante sonido lo despertó por completo captando su total atención.