Solo dime que me amas...[MOONSUN]

FINAL

Moon Byul POV

Solar me ha tenido frustrada, su desconfianza trae en mi mucha ira. Es que, ella sabe muy bien cuanto aprecio le tengo, y que jamás la engañaría, menos con Dahee. En cuestión a Baeksoo, sus amenazas resultaron ser solo delirios de parte suya. Él... al parecer fue detectado con algunos problemas psiquiátricos que realmente no sabría decir cuáles son, algo relacionado con personalidad múltiple. Su psiquiatra llegó a mi apartamento a disculparse personalmente conmigo, y prácticamente no hemos sabido nada de él. No le he contado de esto a Solar.

Ha pasado una semana, y no voy a negar que por la situación me he alejado un poco de casa y he salido con Dahee, nada relacionado a citas románticas y tal, la verdad solo la veo como amiga. Y Yongsun... ella no se ha acercado tampoco, no ha llegado a mi apartamento siquiera a dejar comida, así que he recurrido a gastar de más.

En fin, tantos pensamientos que vagan en mi cabeza últimamente que no me doy ni cuenta de cuando me llaman para grabar mi parte sobre nuestra nueva canción, "Hip". Ya es de noche, terminan las sesiones y regreso a casa cansada, de pronto suena mi celular con el nombre de mi amada esposa.

- ¿Yongsun, necesitas algo? - al tomar el celular respondo fríamente ante su llamada. Mi enojo, aunque algo disminuido, sigue ahí. La desconfianza siempre ha sido un tema frágil y duro para mí, por lo cual ella sabe que llamarme no es tan cómodo para ninguna.

- ¿Necesita algo? Bueno, creo que al estar a punto de caer de lo más alto de un edificio necesita mucho. – responde riendo cruelmente una voz familiar. Mis ojos rápidamente se abren ante la noticia.

- ¿Qué le estás haciendo Baeksoo? - pregunto alterada, tomando mi abrigo, ya que afuera parece polo norte, y corriendo por la puerta.

- ¿Yo? No mucho, solo ando un rifle apuntando a tu preciosa amada, muy preciosa para morir diría yo- al hablar, una sonrisa me es imaginable de parte suya. Intuitivamente fuerzo la mandíbula y tomo mi carro y procedo a encenderlo.

- ¿Donde la tienes? - mi voz entonces suena muy desesperada.

- Espera, espera, no creas que te hablo solo para que te enteres de su estado, sino porque necesito algo a cambio.

- ¿Qué quieres? - luego de unos segundos le interrogo, temerosa ante la respuesta que vaya a dar.

- Oh bueno, no sé, quizás unos dos millones de dólares con los cuales pueda pagar mi liberación de esta secta de psiquiatras que me contienen prisionero. No pido más. - mis palabras se apagan ante su propuesta. – Vamos, eres miembro de un grupo muy importante en Corea, has de tener algo...

- Está bien, pero dime adonde está- le interrumpo de golpe y con voz certera. Su risa sínica comienza a inundar mis oídos.

- ¡Byul, no lo hagas! - una voz melodiosa pero temerosa y fuerte me sobresalta de la otra línea del teléfono, se oye distante; da a entender la altitud en la cual se halla.

- ¡Yong, iré por ti, no te preocupes! - grito de igual forma hacia la mayor.

- Bla, bla, cursilería de dos desviadas, era de esperarse. Nos hallamos en el edificio de tu agencia, te queda una hora; llegas tarde y ups, mis dedos accidentalmente apretaran el gatillo y bye bye a tu querida esposa. El tiempo corre...

Le cuelgo antes de seguir con este estúpido show. Lo que me faltaba, mierda, mierda. ¿De dónde sacaré yo dos millones de dólares en una hora? Detengo el carro, que ya había avanzado, en una acera para pensar. Mierda, es cierto que tenemos nuestras peleas, pero, aunque quiera o no la amo, y mucho, no la voy a perder por una tontería así. Dios, y le dije que se alejara de él... Mis pensamientos se hallan descontrolados hasta que una idea cruza mi mente.