🕊Capitulo 21🕊

32 8 0
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


𝑩𝑬𝑹𝑵𝑨𝑹𝑫𝑨

Nicolás me miraba fijamente en espera de alguna respuesta y yo no quería decirle la verdad no quería que se decepcionará de mí y tampoco quería que después de decirle el porqué de esas fotos se alejara de mí, pero es mejor decir las cosas de una vez

-Yo...- suspiro –Yo vendía mis fotos a viejos adinerados para ganar dinero –

Eso se llama ser sutil

- ¿C..cómo? – se traba de lo asombrado que esta agacho la cabeza

-Si Nicolás lo que escuchaste yo vendía mis fotos a viejos con dinero, para comer

-Pero ¿porque? – le miro

-En el orfanato tenían algunas reglas que se tenían que cumplir si o si, pero había veces por no decir la gran mayoría yo no podía cumplirlas ya que me daban ataques de ansiedad y como yo no las cumplía me daban castigo – frunce el ceño

- ¿Qué clase de castigos? - mis ojos se llenan de lágrimas de tan solo recordar se me quiere escapar un sollozo, pero no lo permito no esta vez

-Me encerraban en cuarto lleno de clavos y humedad otras veces me dejaban sin comer una semana y me obligaban hacer trabajos forzados como por ejemplo lavar la ropa del ala sur que eran de todas las mujeres o cocinar sin ayuda de nadie para 200 personas, pero eso era nada lo peor era cuando...- me quedo en silencio

- ¿Cuándo qué? – pregunta impaciente le miro

- Cuando la madre superior la dueña del orfanato - aclaró- le decía al guardia que me golpee hasta desmayarme siempre era ese castigo no le importaba mis gritos de súplica mis gritos desgarradores a ellos no les importaba

FLASHBACK 

Una patada dos patadas tres patadas y yo retorciéndome del dolor siento como la sangre me empieza a salir por la boca, pero aun así no paran

- ¡Basta por favor! – pido adolorida - ¡Lo suplico ya no más! – mis ojos se llenan de lágrimas mientras todo mi cuerpo duele hasta no más poder, abro los ojos y la mujer me mira divertida mientras yo me retuerzo de dolor

- ¡No pares golpéala! – le ordena los golpes se vuelven más fuertes y yo comienzo a sentirme desfallecer con las pocas fuerzas que me quedan vuelvo a suplicar que paren

- ¡Paren! ¡Hare lo que sea, pero ya no más! – pero los golpes no pararon lo último que recuerdo fue el golpe en la mandíbula que me dejo inconsciente

FIN DE FLASHBACK

Veo como Nicolás se jala el cabello con impotencia yo solo le miro en silencio

-Hijos de puta Hijos de puta ¡Hijos de puta! – repite una y otra vez lleno de ira - ¡Malparidos! ¡¿Qué se creen?! – coloco mis manos en su rostro para que se tranquilice 

𝖤𝗌𝗉𝖾𝗋𝖺𝗇𝗓𝖺 ✅ - COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora