❥︎ 𝐍𝐨 𝐂𝐨𝐧𝐟𝐢𝐞𝐬 𝐄𝐧 𝐍𝐚𝐝𝐢𝐞 | «Countryhumans»

[⭐];; Capitulo XXV

Fragmento 25: CIA

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El hombre trotaba por los pasillos del gran edificio abarrotado de personal que se movía de un lugar a otro, cargando una gran preocupación que embargaba su cuerpo, necesitaba avisar lo que estaba por venir. Tocó la gran puerta que tenía enfrente algunas veces, escuchando la aprobación para entrar, de inmediato lo hizo abruptamente, encontrándose con un gran cuarto blanco, adornado con libreros y pinturas, un ventanal daba una hermosa vista a todos los edificios que se alzaban imponentes, justo en medio una mesa reinaba, dónde ONU estaba sentada frente a su computador.

Agitado y sin formalidad alguna, soltó lo que le venía bloqueando la garganta desde hace unas semanas.

— Van a atacarnos.

La mujer lo miró confundida, pero luego una pequeña sonrisa apareció en su rostro, él no entendió por qué hasta que escucho como reía, no le creía.

— ¿Qué cosas estas diciendo? Eres muy malo con las bromas. ¿Lo sabías? — Volvió sus ojos al computador para seguir tecleando quien sabe que cosas.

— Es en serio, esto no es una broma. —Hizo que volviera su vista a él, para luego entregarle una pequeña memoria de computador. — Aquí está todo.

— Decir algo de esa magnitud tan a la ligera puede traer consecuencias para nosotros, será mejor que esto sea sólo una tontería tuya. —Conecto la memoria a su computador, al instante un montón de archivos aparecieron a sus ojos, todos clasificados como "Top secret." Revisó cada uno, su ceño se fruncía cada que pasaba página, la pierna del hombre comenzó a saltar tratando de sostener el nerviosismo y el pánico que lo acechaban.

Estos últimos meses comenzó a sentir ojos detrás de sí, siguiendo sus pasos, vigilándolo.

Después de un largo rato, ONU le miró, sus ojos dorados no demostraban más que cansancio, sabía lo que vendría.

— ¿Qué es esto? ¿Porque me das algo que pude haber redactado cualquier niño de secundaria con una computadora a la mano? -Se reclino hacia adelante, viéndose más intimidante de lo normal. — ¿A qué quieres llegar, CIA?

— ¿No lo entiendes? Todo lo que está en esa memoria y en mi cerebro son las pruebas contra algo que se ha estado planeando por mucho tiempo, yo he investigado y...

— Alto, detente. ¿Investigado? ¿Por eso has estado ausente estos meses? No lo puedo creer. —Llevo sus manos a su cuello masajeándolo, analizando la situación, siempre hacia eso cuando estaba por dar un discurso o una reprimenda, sólo que está vez él no la dejaría.

— El trabajo no importa ahora, nos estamos enfrentando a algo mayor. —Camino por la oficina ansioso. Demonios pensó, que mal momento para haber dejado el cigarro. — Nos vigilan, nos superan en número.

— ¿Por qué crees eso?

— No lo creo, lo sé. Revisé la base de datos del Pentágono, fue manipulada eficazmente, sin dejar casi rastro.

— ¿¡Qué!? —La mujer se levantó de su silla impactada. — ¿USA sabe eso?

— No, no sirve de nada, seguramente culparía al "sistema defectuoso" que tenemos. —Dijo con una mueca de enojo, repitiendo las palabras que el estadounidense decía sobre ellos a menudo para molestarlos.

— Maldición... —Murmuro entre dientes para después acercarse al ventanal. — Debiste decirme CIA, es tu trabajo. Ahora necesito ver qué hacer con...

— ¡Eso no es lo importante! ¿Porque demonios no me crees? Te traje pruebas ¿Qué más quieres?

— ...Perdóname pero ni aunque fuera real puedo hacer algo. —Lo miró con suavidad. — Vete... Descansa, el trabajo te está afectado.