[⭐];; Capitulo II

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Fragmento 2: Alaska

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Un día normal, es lo único que quería tener en este momento, un día normal... Como cuando era solo una niña, y podía salir a jugar en la nieve mientras que Canadá iba tras de mí regañándome por salir sin mi abrigo, o cuando por molestar a USA le tiraba bolas de nieve directamente a la cara, luego el procedía a levantarse y correteábamos por todo el lugar, sus risas son algo que se quedarán grabadas en mi mente por el resto de mi vida.

Un día normal... Es lo único que deseaba con toda el alma a estas alturas, volver al pasado y quedarme ahí por el resto de mi vida, pero... ¿Cómo es eso posible? Exactamente, no es posible, y aún me cuesta trabajo pensar que hace tan solo unas horas, estaba en casa, con mi hermana, y ahora... Nada quedaba de casa, es más, esa palabra se escuchaba tan ajena a la realidad, o lo que quedaba de ella....

Ese día me había levantado con el sonido de la licuadora que provenía desde la cocina, estaba más que claro que Canadá hacía el desayuno, me amargo el hecho de que ella lo hiciera, pues sus licuados de proteínas eran un asco, solo que no quiero herir sus sentimientos y siempre terminaba accediendo a tomarme sus porquerías con tal de ver a mi hermana Feliz... Felicidad, esa palabras de 9 letras que pueden esconder todo y nada a la vez....El sonido del teléfono de la Sala me volvió a despertar, jale mis cobijas y me metí debajo de ellas, y mientras intentaba volver a dormir, Canadá entró corriendo a mi habitación, sin desayuno...

— ¡Alaska! Rápido despierta...— Y en tanto habló, un fuerte temblor la hizo caer, ella cayó al piso, y ahogó un quejido de dolor.

— ¡Canadá! — Grité y de inmediato me quise poner de pie, sin embargo, ella me detuvo.

— ¡No! No te pares, métete en las cobijas, cubre tu cabeza yo estaré bien — sin pensarlo le hice caso, y estuve ahí abajo en lo que para mí fue un minuto que se sentía como si nunca acabara, sé qué pasó un minuto por qué conté los segundos en mi mente, cuando el temblor seso, me levanté de la cama de un brinco tirando las sábanas en el acto para ver cómo se encontraba Canadá, mi habitación, o lo que quedaba de ella estaba en ruinas, una parte de la esquina de ella faltaba y el helado viento se coló por ahí.

corrí a ayudar a Canadá, quien se encontraba aún en el piso, con ambas manos sobre la cabeza...

— Éstas bien? — pregunté preocupada mientras ella se ponía de pie y me abrazaba inspeccionando que nada me haya pasado.

— Si, yo estoy bien. — me abrazo y después habló...— No hay tiempo, tenemos que salir de aquí, se acerca un maremoto, ven conmigo— y sin pensarlo, corrimos escaleras abajo, para nuestra suerte la casa aún estaba en pie, había sufrido daños, pero no lo suficientemente graves como para derrumbarse.

— ve y prende el televisor, yo llamare a USA — obedecí y mis pies descalzos sonaron al compás de mi caminar, mientras corría cruzando la Sala hasta llegar al televisor, al encenderlo, me encontré con una verdadera película de terror...

— ¡C-Canadá! V-ven a ver esto y-ya... — dije mientras subía el volumen al televisor, ella tenía el teléfono en su mano, con el número de mi hermano a medio marcar, las tomas mostraban la destrucción que había en el territorio canadiense, mi hermana ahogó un sollozo y se cubrió la boca con ambas manos está demás decir que estaba aterrada, luego en su rostro se formó una mueca de susto y preocupación...

— "Hasta ahora no se sabe la cantidad de daños debido al maremoto que se originó está mañana, tampoco se sabe exactamente la cifra de muertos, pero se podría decir que el territorio canadiense ya no seguirá en pie para ver la luz del nuevo día..." — Y un nuevo temblor nos mandó nuevamente al suelo, la televisión cayó y con ella, la mayor parte de muebles.

❥︎ 𝐍𝐨 𝐂𝐨𝐧𝐟𝐢𝐞𝐬 𝐄𝐧 𝐍𝐚𝐝𝐢𝐞 | «Countryhumans»حيث تعيش القصص. اكتشف الآن