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El camino a la celda fue bastante fastidioso, Yoongi no quería hablar, y Jungkook sabía que era casi imposible disuadirlo. Por ello solo se dedico a cumplir su deber.

Escoltó al prisionero hasta el sitio indicado, esperando a que ingresara para cerrar esa puerta metálica. Pasó unos pequeños segundos analizando el momento de su llegada.

Jimin recibió al menor, llenándolo de preguntas al instante. Jungkook sintio su pecho ser atravesado por la incomodidad tras contemplar su interacción. Min dejaba a Park merodear cerca, levantando su mirada de vez en cuando para confirmar que el oficial seguía ahí.
Se mostraba algo relajado, asiduo a las bromas de su compañero, mientras Park menor odiaba la soltura de su hermano más y más.

Llevó la mano derecha a su cabello, tirando de las hebras color azabache hacia atrás. Bufando en un tono imperceptible. Por desgracia Minho le pidió que se quedará esa noche cubriendo su turno. Sus pies tocaron tierra cuando el peli naranja llevó al pálido hacia el baño. ¿Que harían? ¿Qué hablarían? Muchas dudas golpearon su mente.

[. . .]

Los dos muchachos ingresaron al baño, Jimin dio espacio para que el menor ingresara a uno de los cubículos. Él sólo espero desde fuera.

―Necesito saber que ocurre, no solo soy tu hyung, soy alguien que puede patearte el trasero si eso quiere, me debes respeto. ―Comento entre dientes caminando de un lado al otro.

―Lo sé, pero tengo mis razones para mantenerme callado, créeme, no querrás saber lo que hay entre mis manos.

Yoongi tenía razón, después de todo en su debido momento el mayor sabría la verdad, o al menos buena parte de ella.

―Dame una razón para confiar en ti, me guste o no, soy la garantía de que tu pellejo esté a salvo, pero no obtengo información al respecto. 

Park era insistente, no se detendría hasta entender lo que sucedía. Cabe resaltar que su celda podría peligrar por alguien que no conoce.

―¿Si accedo a compartir tu mugrosa cama cerraras la boca? Te juro que nada va a perturbar la celda, solo necesito que me creas.

Sin dudas el peli rubio usó una de sus mejores cartas. Quizás con eso logre ganar el tiempo que requiere.

―Te salvará por ahora, pero esto no termina aquí. 

Jimin espero atento a que su menor saliera del cubículo, no pudo evitar hacer observaciones indiscretas sobre su anatomía mientras el más bajo limpiaba sus manos. La camisa holgada le daba un aspecto adorable, más el pantalón azul entallaba su cintura regalando una forma tentadora a los glúteos.

En este preciso instante se arrepentía de compartir cama, si el solo ver como le quedaba la ropa provocó un hormigueo en su entrepierna, dormir en el mismo espacio despertaría cosas peores.

Yoongi volteo a verlo, listo para salir. La risa suave se hizo presente, burlándose por la obvia cara del mayor. Ruidos guturales interrumpieron el momento, algo como gritos y golpes invadían el ambiente, toques insensibles resonaban en las paredes de cemento y cal.

La expresión de Jimin mutó a una de preocupación, de inmediato sujeto la mano de su menor, impidiendole salir.

―¿Qué sucede? ―consulto Yoongi algo temeroso.

―Los guardias...aún las celdas están desoladas, el horario de visitas no termino, deben estar torturando a alguien, algún reo que está solo en su celda ―Explico, sin soltar la extremidad de su compañero.

Jimin creía que tal vez su hermano mando a torturar al prisionero que atacó a Yoongi, pero el oficial no era de ese tipo de policías ¿O sí?.
Las llaves del carcelero principal retumbaron, tintineando como campanas desafinadas.
Park tomó al blanquecino y lo puso contra la pared.

―¿Q-Que haces? ―Sus manos fueron sujetadas por la contraria.

―Cierra la boca, te lo explicaré cuando estemos solos. ―pidió casi en un ruego.

Su plan no podía fallar. De espaldas, la cara de Min quedó estampada en la fría pared. El mayor desabrocho algunos botones de su camisa, dejando el hombro izquierdo al descubierto.
Acto siguiente libero las manos de su menor; apoyando estas contra la pared; ambas palmas abiertas y el rostro de lado. Su cuerpo aprisiono más el de un preocupado Min. La mano izquierda se escabulló debajo de la tela azul; llegando al pezon rosado. La derecha acarició la piel desprevenida debajo del elástico en el pantalón.

Jimin acercó sus labios al odio de Min, oyendo que alguien entraba en la celda.

―Créeme no quiero lastimarme, sígueme la corriente por favor.

Con esto dicho movio los labios sobre el cuello ajeno. Tomando la piel expuesta parte por parte. Sus manos permanecían inmóviles y Yoongi cerraba los ojos con fuerza, suspirando como reacción al estrecho contacto.

Pronto, lo que Jimin previó en su mente estaba frente a ellos. Un guardia uniformado irrumpió en el baño, dando una mirada divertida hacia Park.

―Llegas en mal momento oficial, ¿no ve que estoy jugando con mi nuevo gatito?―habló Jimin, fingiendo estar en medio de algo. Sus manos no se apartaban del cuerpo pequeño que apricionaban, en un agarre posesivo.

―Así veo, creí que algún reo estaría solo, ―El uniformado suspiró con frustración.

Jimin río soberbio. Pronto el oficial giró sobre sus talones. La erótica actuación prevaleció por algunos minutos. Hasta que el sonido de la celda siendo cerrada los separo.

―¿¡Que mierda fue eso!? ―Vocifero Yoongi, molesto.

―Te salvé de nuevo bonito. Si el oficial cree que eres mío nadie podrá tocarte. ¿Sabes lo que harían si yo te lanzara hacia ellos? ―enarco una ceja.

Yoongi resoplo acomodando su ropa. Decidió a ignorar sus palabras, quiso dar pasos fuera del baño, más Jimin tomo su brazo. Acorralando su humanidad contra la pared. Los dos mirándose frente a frente.

―No puedes salir todavía, esperemos a que se vaya. Una mentira se mantiene hasta el final.

Apoyo su frente en la ajena, respirando el mismo aire que su menor.

―¿Que harás mientras esperamos? ¿Follarme?

Lo interrogó, muy en el fondo con ganas de poner aprueba su voluntad.

―Me encantaría hacer que la mentira se vuelva verdad.

Sonrio de lado. Lleno de lujuria en la mirada.

[...]

Jungkook tembló en su sitio cuando el guardia ingresó. Quien sabe que encontraría o que sucedería. Olvido las costumbres insólitas e inhumanas que ocurren en ese lugar.

Espero atento la salida del guardia, quien hizo aparición por la puerta del baño, solo, sin acompañante. Por un lado sintió alivio, por el otro seguía temiendo.

―Tu hermano no pierde el tiempo, se está follando al nuevo.

Le contó antes de irse. Jungkook aguardó a que estuviera lejos y golpeó los barrotes con el puño cerrado. De solo imaginar a Yoongi, SU Yoongi, en manos de Jimin le hervía la sangre.

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Nuevo capítulo! Tenía la intensión de dejar alguna actualización hoy. Espero que les guste. Seamos honestos ¿Ustedes que creen que va a suceder? Cuenten, estaré leyendo sus comentarios.

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𝑌𝑜𝑢𝑟 𝑃𝑟𝑖𝑠𝑜𝑛𝑒𝑟 ; JimsuWhere stories live. Discover now