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El tiempo de recreación habitual se dio por terminado, Kibum, Minho y Jungkook ejecutaron su tarea habitual; ordenar a los presos en sus celdas como pastores a sus ovejas.

Lo positivo es que se trataba de un ala tranquila, una mezcla extraña entre inexpertos y experimentados que dio buen resultado, más hablando de una prisión en Corea Del Sur, donde incluso el crimen se comete con eficiencia. No es de extrañar que este sector sea un cúmulo de guantes blancos, sicarios de la mafia, ladrones profesionales o mentes maestras.

Como Kim Namjoon, el cerebro sexy detrás de golpes dignos de películas, o Lee Taemin, el ladrón de guante blanco y rosas azules que desvalijo los lugares más inaccesibles de este país en segundos. Casi podríamos decir que estamos en un reclusorio de superdotados.

Eso nos conduce a Min Yoongi, alias Agust D, "D boy", "Suga", "Tecnology Tongue" y todos los nombres que quieras. Un criminal fuera de serie.
Nadie hablaba de su delito, más bien comentaban que este no era su lugar, ni su momento de estar aquí.

. . .

Yoon dormitaba sentado en el suelo, para ser honestos no se había estado sintiendo nada bien,  la energía escatimaba en su cuerpo, la debilidad aumentaba y todo daba vueltas. Pensó que tal vez dormir un poco le haría sentir mejor.

Abrazar sus piernas en el piso por obviedad estaba lejos de ser buena opción, el problema es que no queda espacio y tampoco está de humor para dormir con el patán que le dio la bienvenida.

Suspiró enterrando el rostro entre sus rodillas, sin percatarse de la mirada preocupada de Park sobre sí. El mayor estudio su físico por largo rato, dando cuenta que algo no estaba en su lugar.

La tranquilidad que en pocos minutos logró adquirir se derrumbó tras una fuerte punzada en su estómago, moría de hambre y al mismo tiempo de colicos dolorosos. Sin emitir palabra se puso de pie, ayudándose con la pared. Jimin siguió sus pasos con la mirada, esperando atento.

Min entró en el baño, realmente necesitaba ir, los minutos trascurrieron, moviendo las agujas del reloj de un lado al otro. El pelinaraja volvió la mirada preocupado por la demora del rubio. Ya había pasado una media hora desde que entró.

Negado a continuar esperando encaró al mismo lugar. El chico Min yacía inconsciente en el piso, sudando frío y temblando ligeramente. Park no dudo, cargo el cuerpo en sus brazos, pareciéndole fácil de sostener. Dio pasos fuera del baño y se aproximó a la reja que lo mantenía separado del pasillo.

―¡JUNGKOOK! ―gritó recibiendo respuesta inmediata de su menor.

―¿Qué le sucedió? ―pregunto sin un ápice de sorpresa en su rostro.

―No se estaba sintiendo bien, dejé que fuera al baño pero tardo en salir así que cuando fui a buscarlo, me lo encontré inconsciente.

Habló un tanto agitado. Solía preocuparse por sus compañeros de celda y sus compañeros del ala en general, sin embargo nunca experimento la incómoda sensación en su pecho, como si aquello que sucedía le afectará a él también en alguna forma.

―Recuesta su cuerpo en la cama, traeré a Taehyung —. Volteo la mirada a su hyung antes de irse, —Juro que después te lo explico todo.

En el fondo presentía que Jimin entendía lo que quiso decir. Corrió a cumplir con lo dicho.

Pronto Taehyung se incorporó a la celda, portando su bata de médico y su bolso.

―Ahora habla, que sucedió esta vez.

Ordeno Park mayor, usando un tono nada agradable.

―Le dieron quince días de prisión preventiva, ya sabes como son los oficiales, le negaron alimento, manta y comunicación ―resoplo. ―Además lo golpearon entre varios hombres.

Jimin apretó los barrotes con sus manos, soltando estos en un bufido de descontento. El también tuvo la oportunidad de experimentar el trato lascivo de los que se hacían llamar servidores de la ley, nunca le agradó que fuera de esa forma.
Jungkook continuó su relato estremecedor.

―Una noche lo sacaron de la celda en la que estaba, "jugaron" a golpearlo sin parar por varias horas, después ante las preguntas de la fiscal Lee, solo dijeron que enloqueció y comenzó a golpearse.

Jimin ladeo la cabeza mientras lo escuchaba, comprobando sus palabras cuando el enfermero desabrocho el ambo azul de Min. Lucia marcas de varios tonos en su lechosa piel, incluso algunos cortes, similares al de su rostro.

―Dime, ¿esos bastardos le hicieron la marca?

El azabache asintió resignado. Desde un principio escogió el oficio de guarda cárcel para no ser como esos hombres uniformados que le daban asco. Además de poder ayudar a su hermano en esa posición.

Lo mismo para Taehyung, quien cambió una exitosa carrera como médico forense por atender reos en la penitenciria.

El muchacho alto se acercó a los otros dos, dejando en paz el frágil cuerpo de su paciente.

―Necesito administrarle suero, eso renovará sus fuerzas más rápido, por favor pídele a Jinki que traiga la bolsa de suero y la intravenosa, yo hago el resto.

Pidió a Jungkook, quien prefirió ir a cumplir el encargo a soportar la mala cara de su hermano.

―¿Cómo está?

Park habló por primera vez desde que Taehyung se coló en la conversación.

―Bastante mal, desnutrición leve, costillas rotas, una cicatriz infectada ―tomó una gran bocanada de aire. ―No se que más le habrán hecho esos monstruos, hablaré con él cuando se sienta mejor. Por lo pronto ―miro a su amigo, ―Que empiece a comer de a poco, si se llena de golpe le hará mal. Y mucho descansó, por lo que más quieras ahorrate tus bromas y déjalo dormir.

El chico de contextura trabajada bufó.

―¿Enserio es tan especial? Jungkook y tú se compadecen demasiado.

Tae rodó los ojos.

―Hablo enserio, el chico no ha tenido paz. Jungkook casi pierde la paciencia tratando de acelerar el traslado. Te juro que si no intervenía esos desgraciados pudieron matarlo y decir que fue suicidio.

Entonces Jimin se estremeció, aquello era muy cierto, el mismo vio gente morir en las celdas preventivas.

―¿De dónde salió este chico? ¿Cuál es su edad?

Indagó curioso.

―Tiene veinte, y ha estado en más lugares de los que puedes imaginar, por lo que sabemos nunca mato ni lastimó a nadie, incluso puede decirse que le salvó el pellejo a Minho en una ocacion.

Park se notó impresionado por el relato de su mejor amigo.

―Yoongi juega limpio, es como un Robin Hood de las calles, claro que cometió delitos, pero entre nosotros, no es alguien que tu dirías "oh merece pudrirse en prisión", solo el que sepa su historia lo entenderá.

Dicho esto antes de el peli naranja pudiera hacer otra pregunta, el oficial Park los interrumpió, entregando a Tae lo que este había solicitado.

Jimin quedó pensativo, reflexionando sobre su joven y extraño compañero, en lo que Kim terminaba el falso soporte de suero. Acabado el trabajo ambos jóvenes se retiraron, dejando al jefe de la celda siete confundido.

El mayor tomo asiento en el piso, al lado de la cama, observando a Min descansar, sin temblores ni sudor.

―¿Quién eres niño? ¿Qué injusticia del destino te trajo hasta mi?

Susurro sin apartar su mirada de él.

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Primer capitulo! No pensé que sería tan largo pero en verdad quería encajar toda la idea aquí. Me sorprende y me alegra mucho que les esté gustando. Muchas gracias por leerlo.

¿Que opinan sobre lo que paso con Yoongi? ¿Cual será la historia del reo más joven de esta celda?

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𝑌𝑜𝑢𝑟 𝑃𝑟𝑖𝑠𝑜𝑛𝑒𝑟 ; JimsuWhere stories live. Discover now