Capítulo XVII

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EL NARCISO PERDIENDO LA CORDURA.

—¿Ya esta listo?— la pregunta de Yacht me regresa de mi ensimismamiento. Yo asiento al ver a Boun caminar en nuestra dirección. 

El rubio va con un smoking negro, con la corbata en moño de la misma tonalidad, en la solapa de su saco lleva un bonito pañuelo de seda en color verde. Su cabello ahora esta teñido de un castaño, sus ojos llevan puestos unas lentillas en color azul tan intenso como el mar y su rostro tiene facciones más adultas con la barba falsa puesta con minucioso cuidado por Suran.

Se detiene de frente a mi con su bonita sonrisa, Yacht  se retira dejándonos solos dando la orden de espera para proceder con el plan. 

—Te vez extraño. —le digo mirando el intenso color de sus ojos.— Ese color de ojos no me gusta. 

—¿Prefieres mi color natural?— peligrosamente se acerca a mi. 

—No te sientas mucho, prefiero los ojos verdes. 

Una sonrisa ladina se plasma en mi rostro, paso por su lado caminando en dirección a Yacht quien frente al monitor se dedica a sincronizar los objetos que llevara Boun en la misión, desde un rastreador, un micrófono microscópico color piel y una cámara del tamaño de una uña. 

Me paro a su lado y Suran voltea mostrándome esa sonrisa de suficiencia tan típica de él, con ambas manos sostiene todo lo necesario y se para de su asiento. Caminando ambos nos dirigimos de nuevo a Boun quien sentado sobre una pequeña banca nos espera bebiendo un poco de Wiski  de su copa translúcida. El mayor se para y Suran comienza con su labor de colocar el micrófono en el traje del ahora castaño.

—Esto nos permitirá escucharte desde las camionetas instaladas afuera de la subasta.

Explica Yacht, mientras Boun asiente ante su explicación. El chico pone ahora la pequeña cámara en un lugar estratégico, justo en un dije que se esconde en la manga del elegante traje, mirando hacia el frente en todo momento. Yacht explica que esa cámara esta conectada a los cinco monitores distribuidos entre las dos camiones, con ayuda de un rastreador satelital que emite cada imagen que la cámara graba.

Cámara perfectamente sincronizada por él mismo. Por ultimo Surat se encarga de colocar el dispositivo de rastreo general que se sincroniza con los rastreadores de comando de Ohm, de Yacht y mío. Después de la breve explicación Samantha aparece diciendo que es hora de partir rumbo a la subasta. 

Salemos del edificio de la Interpol, las camionetas con el equipo necesario son abordadas por Yacht y Samantha quienes ambos se meten en la Van blanca de la izquierda, Fluke y Ohm suben a la Van que cruza la calle y Boun decide que debemos irnos en su BMW tras ellos. Así partimos rumbo al establecimiento que será el punto de reunión para la subasta justo del otro lado de la ciudad. 

—Boun....

—Tranquilo, no pasara nada.— sonríe pacífico mientras sus manos no se alejan del bolante y su vista de la carretera.— Se cuidarme solo. 

—Solo asegúrate de regresar entero idiota. 

—Lo prometo. —su voz suave me responde, sus ojos me miran por escasos segundos y mi sonrisa se presenta. 

Durante el trayecto nos mantenemos en silencio, observo los árboles pasar, los niños correr tan aprisa mientras juegan, los adultos que van y vienen de donde sea el lugar al que vayan. El día es tranquilo, con el cielo despejado, con los rayos de sol cayendo por la copa de los arboles, con el sonido de los autos recorrer las ajetreadas calles de Bangkok con su gente tan ajena a nuestro trabajo. 

El recelo aparece en mis pensamientos cuando veo una feliz familia entrar a una cafetería, ellos tan tranquilos con su pequeña hija que les pregunta miles de cosas, el hombre la carga con facilidad mientras su esposa entra al establecimiento primero. Me concentro en observar la calidez que se que nunca disfrute y la que tal vez no sea destinada para mi. 

Detective [Bounprem].Where stories live. Discover now