Capítulo VI

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LA CORBATA

—¿Como es posible algo así?

Mi voz sale áspera mientras el castaño quien trae un semblante analítico miraba la muestra de un cristal tirado en la escena del crimen. Sus dedos tocan el área donde el objeto punsocortante está posicionado, cercano a la ventana de cristal del lado norte del lujoso departamento.

Deja la muestra y se endereza de nuevo para quedar de pie. A su lado Prem no deja de observar su cama de fotografía tratando de adquirir buenas tomas de la escena sin prestar mayor atención a Fluke y a mi.

—No tengo la menor idea, Boun.

Habíamos llegado tarde, Fluke nos dio la noticia de que la dama que teníamos como pista sobre el suicidio de Donato ahora estaba muerta debido a un ataque en su lujoso departamento al norte de Bangkok entre las cinco y tres cuartos de hora. Al parecer la dama había estado hablando por teléfono un par de horas antes de su deceso pero el número no descolgó la llamada dejando así al posible sospecho descartado de la lista de los agentes en investigación. 

La policía ordeno llevar el cadáver a la morgue mas cerca en el centro de Bangkok de inmediato, media hora mas tarde llegamos a la escena del crimen donde varios policías ya estaban tras pruebas del supuesto ataque contra la dama de cabellos grises y ojos miel. Una operación limpia departe de los criminales, profesionales diría yo. 

—Boun, mira.— Prem apunta con su dedo un pedazo de tela de corbata tirada sobre el pie de la cama de roble.

Nos dirigimos a la muestra y de forma inmediata Prem la toma con cautela llevándola a una bolsa de platico transparente. Es de un color verde brillante, con pequeños rombos en color azul. La cierra y después la coloca dentro del bolso que cuelga en su brazo izquierdo.

—Debemos irnos.— Ordeno, él asiente de inmediato.— El rastreador podrá decirnos donde localizar a la persona propietaria de la muestra.

—Ohm esta fuera de la ciudad.— interrumpe de pronto Fluke.— Llegara en un par de días, la general le ordeno ir con Samantha de urgencia. 

—¿En donde es que rastrea todo?— la pregunta de Prem nos hace voltear a verle.

—En el centro de comando de su oficina.

—Entonces solo necesito ir ahí y rastrear por mi cuenta.— Responde de forma natural Prem.

Arqueo la ceja y Fluke me mira de soslayo con una mueca clara de incredulidad. Inconscientemente le hago una señal al chico con la cabeza asintiendo ante el pedido de mi compañero, este se aclara la garganta un par de veces mientras pasa su arma al arnés de su pierna.

—No solo soy una cara  bonita.— responde Prem después del largo silencio instalado entre todos. —Andando.

Él comienza a caminar por todo el umbral seguido por nosotros, llegando a la puerta quien sale primero es él con el rostro en alto bajo la atenta mirada de algunos policías que no dudan en dejar de hacer sus deberes por prestarle atención al chico que parece modelo en medio de una pasarela en Milán. Sus caderas se mueven con el ritmo de una canción digna de la diosa afrodita, cuesta concentrarse cuando su peculiar olor a manzana siempre esta presente y deja rastro por donde quiera que pasa, lo sé porque yo mismo puedo seguir el aroma de su perfume con los ojos cerrados y saber en donde esta. 

Sus manos suaves se deslizan por la madera café de la puerta abriendo y pasando para salir del departamento. Sus pasos resuenan por el amplio pasillo del hotel de lujo al que hemos entrado hace poco tiempo. La puerta del ascensor se abre a la par de sus pasos llegando al punto. Entra y nosotros le seguimos, las puerta se cierra y la música típica del ascensor no hace mas que llenar el gran silencio que se a formado. 

Detective [Bounprem].Where stories live. Discover now