capitulo 2

233 57 69
                                    

Puedo decir todas las cosas que me gustan de ti pero la que más
me gusta es tu sonrisa.

Puedo decir todas las cosas que me gustan de ti pero la que más me gusta es tu sonrisa

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

14/4/16

Carta#2

¿Recuerdas cuando te acompañe a la competencia de baile?

Bueno, puede que no, paso hace mucho tiempo, y tal vez sea un recuerdo que quieres desechar.

siendo sincero me gustó verte bailar te mirabas libre, parecías feliz. 

Recuerdo cuando me contaste que bailar te hacía olvidar todo lo malo que, a pesar de que tú madre te había obligado a ello de alguna manera el ballet se volvió especial para ti, era como tu escapatoria del mundo real.

Describiste que con cada salto sentías que volabas, que, cada pequeña emoción era transmitida en tus bailes y que cuando salías al escenario a demostrar la pasión que eras capaz de dedicarle a aquello que te hacía sentir exenta. A pesar de que desde un inicio no fue algo que quisiste hacer, era una liberación para tus sentimientos, no importaba si te faltaba el aire tu solo querías bailar y expresarte. Sentirte libre al sentir como el reflector se centraba en ti.

encontraste un refugio en algo que pensaste que odirias.

Querías brillar como una estrella, enseñarle a el mundo de lo que eras capaz y lo lograste más de una vez con ese encanto natural, eras capaz de robarte miradas, además de cautivar corazones con esa ambiciosa mirada en tus ojos negros.

Recuerdo cómo muy emocionada me contaste cada cosa que el baile hacía vibrar en ti. Por mi lado, temí que fuera efímero, que al terminar la canción te sintieras atada a todo, temía que, cuando las luces se pagarán y el acto se diera por terminado tú te sentirás vacía porque de otra manera no lograrías abrir tu alma tan fácil, guardando así contigo cada miedo e inseguridad.

odiaba el hecho de saber que alguien mas o algo podria herirte y borrar tu linda sonrisa.

No siempre fuiste de esas personas que suelen pedir ayuda, tu preferías callar antes de pedir ayuda, te guardabas tus problemas y de alguna manera seguías adelante.

Lucas decía que era ''orgullo'', muchas veces menciono que preferías quedarte con tu presunción y dejar que tus problemas empeoraran antes que pedir ayuda. A eso que él le decía orgullo, yo lo llamaba miedo, miedo a verte débil, porque desde muy pequeña te obligaste a ser fuerte incluso al frente de tus padres. En el fondo lo negabas, pero te daba miedo ser juzgada y es que, hasta la persona más fuerte y ambiciosa alguna vez le temió a algo, decías ser la excepción, pero esos ojos tuyos a veces solían expresar lo que tu boca no lograba decir.

Cuando bajaste del escenario una sonrisa adornaba tu rostro, nunca había visto que te mostraras tan cómoda en un lugar. Después de eso, toda esa felicidad se esfumó, ya qué no ganaste, sabía que era un evento importante si ganabas podrías tener la mejor oportunidad de tu vida, estudiar lejos, en ese momento me sentía muy asustado, pero si ganabas estaría demasiado feliz por ti pues, tenía la tonta idea de que aun estando lejos te mantendrías en contacto conmigo

El miedo a que te alejaras estaba presente la mayor parte del tiempo y era un poco tonto ¿No?

Pero en ese momento eras una persona muy importante para mí, inclusive era capaz de dejarlo todo simplemente por ti.

Tal vez ese fue uno de mis grandes errores.

Y a día de hoy sigues siendo importante para mí, tu sola llamada me haría dejarlo todo e ir por ti.

A pesar de que no ganaste dije que estaba bien. A veces no conseguimos lo que queremos justo en el momento y en muchas ocasiones es porque algo mejor nos espera al cerrar la puerta y abrir una nueva. Sabía que algo nuevo te esperaba y eso me asustaba un poco siendo sincero, pero era feliz si tú lo estabas porque ver tu sonrisa siempre fue una de mis prioridades.

Aun si tenía que sacrificar la mía para verte sonreír.

Recuerdo que te lleve a un puesto de helados, donde todo se sintió muy cómodo. Inventé tantas historias para verte sonreír y lo hiciste. Me brindaste esa sonrisa llena de calidez, cantaste a todo pulmón cuando fuimos al parque porque en esas ocasiones solías perder la vergüenza y hacer el ridículo te daba igual pues si tú la pasabas bien, no te importaban los demás.  Recuerdo tu mirada llena de vida y el abrazo que me diste después de todo eso.

Recuerdo cómo reíste cuando sin querer llené mi nariz de helado. En mi teléfono aún tengo esa foto, tu con bigote de crema y yo con la nariz llena de helado. Por primera vez puedo decir que mí sonrisa había sido sincera y que aquella tarde había bastado para no dormir con ese típico vacío que solía estar presente en mí.

Vacío que el cual siento ahora al saber que no volverás.

Y en el fondo tengo presente que no lo harás, pero me gusta pensar que si.

¿Recuerdas ese día Megan?

Por favor, di que sí.

Aun si es una mentira, di que si para engañar a mi pobre corazón que hoy grita de dolor.

"—Te quiero, Mack—tomo mi mano y seguimos caminando, todo estaba bien, estábamos bien. ''

Ese día fue mi favorito pude ser el héroe de tu día gris, puede estar ahí y llevarme esa nube gris que amenazaba en llenarte de tristeza.

Ahora que no estas quiero seguir escuchando tus "te quiero" como un disco rayado y no importa si mañana duele, quiero escucharlos una vez más con el único fin de volver a sentir lo que alguna vez fue amor.

Mack Johnson.

¿Quien dijo que no podría dejar de amarte?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora