El hilo que nos une.

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HOLA OTRA VEZ JEJE, ANTES QUE NADA ME GUSTARIA QUE SUPIERAIS QUE LOS PRIMEROS CAPITULOS ESTAN BASTANTE SECOS Y MAL ESCRITOS, PERO SEGUN VA AVANZANDO SE VA VIENDO LA EVOLUCION EN CUANTO A ESCRITURA. AHORA QUE YA LO SABES, OS DEJO QUE EMPECEIS Y OS ENAMOREIS DE ESTA HISTORIA COMO LO HE HECHO YO <3

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Ring, ring, ring.

No te creo. Me acabo de acostar. ¿Tan rápido pasa el tiempo?

Ring, ring, ring. 

Que si joder, que ya voy.

Me levanto y apago la dichosa alarmita que tanto me jode el sueño.

Desbloqueo el móvil.

Lunes, 23 de enero. 7:02 en Michigan. -2ºC

*2 notificación nuevas de WhatsApp*

Fred

-Hola bola de grasa andante.

-Préstame dinero para el almuerzo porfi porfi porfi porfi. Me lo gaste todo ayer de compras y no tengo nada suelto. Gracias, te quierooooo. <3

Fred es mi mejor amigo. La única persona que me entiende. Mi único amigo de verdad. Nos conocemos de toda la vida, ya que era mi vecino, pero hace unos meses se tuvo que mudar por el trabajo de su padre, y ha pasado de vivir a 1 minuto de mi casa, a a 1 hora. Pero nos seguimos viendo muy frecuentemente gracias a que coincidimos en bastante clases y siempre almorzamos juntos.

Me asomo a la ventana y quito lo empañado con la manga del pijama.

A pesar de que me acabo de despertar y de milagro puedo ver lo suficiente como para no tropezarme con cualquier mierda de mi habitación, consigo ver lo que hay fuera.

Todo esta blanco. Los arboles, los coches, los tejados, el suelo... Absolutamente todo cubierto de nieve.

A lo lejos, el señor Duncan, mi vecino. Lleva un jersey verde pistacho con unos pantalones de pijama negros.

El señor Duncan, es un hombre de aproximadamente unos 60 años de edad. Tiene el pelo ligeramente grisáceo y corto, unas pobladas cejas y un enorme bigote. Siempre esta serio, creo que nunca le he visto sonreír. Pensándolo mejor, si que le vi una vez.

Una mañana. Yo era una simple niña. Estaba jugando en mi jardín con unos cochecitos de Hot Wheels, cuando uno de ellos se me escapo y acabo en el suyo. Fui a por el. Pero no paso ni 10 segundos cuando vi una enorme mano encima de mi coche. Mire hacia arriba y ahí estaba. Con una sonrisa picara de oreja a oreja y mi coche en su mano.

Parecerá una tontería, pero le sigo teniendo rencor por todos los juguetes que me quito de pequeña. El usa la escusa de que estaban en su jardín y que por eso le pertenecían. Pero no me puede engañar. Yo se que tiene a niños secuestrados en su sótano para experimentar con ellos.

No tengo pruebas, pero tampoco dudas JAJAJAJ.

Me dirijo al armario, pero como siempre, no se que ponerme.

Finalmente me decanto por unos vaqueros negros y una sudadera blanca con el logo de Nike en un lado.

Me miro al espejo.

Hoy no tengo buena cara, parece que estoy enferma. La verdad es que me duele un poco la cabeza pero nada de otro mundo.

Observo mi cara, mis ojos color miel y mis cejas despeinadas. Subo la mirada, mi pelo castaño envuelto en un revoltoso moño, que por todo lo que me muevo mientras duermo, esta apunto de soltarse.