Capítulo 18

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ESPECIAL POR 1 K.

Veo ésos ojos verdes que me encantan, pero que a la vez odio, como me analizan, como buscando algún signo de algo que no sé entender.

Las copas de más están haciendo su acto de presencia nuevamente y creo que ésto no va a terminar nada bien.

- ¿Qué crees que estabas haciendo? -pregunta tranquilo y Santa Mierda, dá miedo la tranquilidad que demuestra, siento como si en cualquier momento fuera a matar a alguien y está como si nada pasara.

¿No entiendo qué carajo hace acá?.

¿No tendría que estar con su novia? ¿No tendría que estar molestandola a ella, en lugar de venir y arruinar ése erótico beso que estaba compartiendo con mi mejor amigo? -notese el sarcasmo.

Me enoja demasiado que haga ésto, no necesito que él esté acechándome como un maldito acosador y no me deje disfrutar de mi hermosa y preciada libertad.

- ¿Acaso no ves que estaba besándome con mi mejor amigo? ¿Sos ciego o qué? -pregunto bruscamente, puedo ver como aprieta la mandíbula por los celos que le deben estar produciendo lo que acabo de decir. Pero no me importa, yo hago lo que quiera, él que se vaya con su noviecita y no me moleste- ¿Qué no tenes una novia a la cual molestar, en lugar de arruinar el momento super intenso que estoy teniendo con mi meju? -su cara es todo un poema damas y caballeros. Creo que firmé mi sentencia de muerte. Pero el alcohol me hace ser más prepotente de lo que ya soy.

- Vamos a otro lugar más tranquilo -pide tratando de mantener la calma. Me agarra del brazo, gentilmente, sin ejercer mucha fuerza, pero la suficiente como para que yo lo siga.

Como el alcohol está afectando mucho mi sistema, pierdo el equilibrio. Y antes de llegar al piso y terminar toda desparramada y pasar la vergüenza de mi vida.

Siento que me agarra de la cintura y por segunda vez me salva de terminar en el suelo.

El problema está en que quedamos muy cerca, de tal modo que siento su aliento en mi cara y por Dios que no quiero mirarlo a los ojos porque temo con lo que me vaya a topar.

Con la mano libre que le queda sujeta mi barbilla y me hace mirarlo.

Al levantar la mirada me topo con ésos ojos verdes tan perfectos.

- ¿Alguna vez te dijeron que te ves muy hermosa así? -pregunta con una sonrisa de lado y parece un pendejo de 15 años todo hormonal viendo a la chica que le gusta.

Me ayuda a pararme, pero sigue sujetando mi brazo.

- Me lo dicen seguido -respondo arrogante, veo como aprieta la mandíbula, no puedo evitar reírme en su cara, así que lo hago libremente.

- Te pedí que fuéramos a hablar a un lugar más tranquilo -me recuerda aún con la mandíbula apretada.

Me zafo bruscamente de su agarre y lo miro enojada.

- No tengo porqué ir a ningún lado con usted señor Emerson -digo muy enojada y seria-, le recomendaría que vaya a pasar tiempo con su novia y la moleste a ella, en lugar de venir y hacerme perder mi preciado tiempo -me acomodo el vestido y voy hasta la mesa, donde todos están sentados y parecen haber perdido la magia.

Es porque yo soy el alma de las fiestas.

Es obvio babys.

- Jim -llamo a mi amigo y viene enseguida- vayan a buscar algo para hacer un brindis -pido y veo como Fabricio está en el mismo lugar donde lo dejé, sólo que ahora tiene una cara de que quiere matar a alguien-. A ver criaturas se paran a si brindamos -los llamo y todos me hacen caso.

Enamorada de mi psicólogo©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora