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     — Desayunaré con Kageyama, nos vemos en clase. — Kenma asintió y se despidió del menor, quien comenzó a caminar hacia la banca en donde se sentaba el azabache a desayunar. Al llegar al sitio, se detuvo, mirando a la rubia junto al azabache.

Demasiado cerca del azabache.

Hinata frunció su ceño, pero después una linda sonrisa apareció en su rostro, acercándose. Tomó asiento al otro lado de Tobio, bajo la intensa y curiosa mirada de la rubia.

— Hey, siento la demora, la cola de la cafetería era enorme, creí que nunca terminaría. — Shōyō sonrió, mirando a Tobio quien asintió, comiendo en silencio.

No le importo su falta de respuesta, comenzó a comer, en silencio también. Kageyama agradeció internamente la llegada del menor, o sino la chica a su lado jamás habría "Cerrado el pico".

— ¿Has probado esto? — Hinata levantó con los palillos la comida, Kageyama simplemente negó. — ¡Debes probarlo! Prometo que te encargará. — Extendió la comida hacia el azabache. La rubia al lado de Tobio rió con burla, estaba casi segura de que Kageyama lo rechazaría totalmente.

Error.

La sonrisa en su rostro desapareció por completo cuando Tobio abrió su boca y dejó que el menor adentrara la comida a su boca. Tras masticar bien, el ojiazul dió una casi invisible sonrisa.

— Sabe bien. — La boca de la omega se abrió con total sorpresa. — ¿Qué es?

— ¿Realmente quieres saberlo? — Hinata sonrió malvado, siempre que ofrecía de aquello a las personas le miraban mal, con asco, era comprensible. Kageyama asintió, esperando por una respuesta. — Es aguacate con miel. — La rubia tuvo una arcada, ambos chicos le ignoraron.

— ¿... Aguacate con miel? — Shōyō asintió. — Sabe muy bien.

— ¡Lo sé! ¡Todos dicen que es asqueroso, pero nunca lo prueban! — El menor sonrió, continuando con su desayuno, esta vez un poco más animado que antes ante la aprobación del azabache a su extraña combinación de comidas.

Tras terminar de comer, ambos se pusieron de pie.

— Espera. — La chica se interpuso en el camino de los dos. — ¿Cómo te llamas? — Sus ojos estaban sobre Shōyō, quien iba a responder, pero fue interrumpido por una mano que se posó sobre su boca.

— No es de tu incumbencia. — El más alto tomó del brazo a Hinata y comenzó a caminar con él hacia el salón.

— Oye, eso fue muy descortés de tu parte.

— Será mejor que esa chica no sepa nada de tu vida. — Miró a Hinata. — O te hará los días de universidad un infierno.

— ¿Quién es ella?

— Alguien con quien no querrías meterte. — Aseguró.

Al llegar al salón, tomaron asiento, Hinata aún se encontraba curioso por la rubia de ojos bonitos, y cuando iba a preguntar nuevamente a Kageyama, este respondió primero.

— Yachi Hitoka. — Mencionó. — Es su nombre, es hija de una empresaria y un político reconocidos... — Miró a la puerta, por donde entraba la chica con una sonrisa de superioridad. — Es una de las pocas personas que se dedica a hacer la vida de los becados imposible.

— ¿Ella? — Hinata miró a la rubia. — Parece muy buena gente.

— Parece. — Kageyama suspiró. — Solo no intentes hablarle ni mucho menos ser su amigo... Es una víbora.

— Kageyama, no seas grosero. — Shōyō le dió un suave empujoncito, sonriendo. — Cómo sea, no me acercaré a ella.

— Bien.

𝑻𝒉𝒆 𝒄𝒐𝒍𝒅-𝒆𝒚𝒆𝒅 𝒃𝒐𝒚 - 𝑲𝒂𝒈𝒆𝑯𝒊𝒏𝒂Where stories live. Discover now