Cap. 60

2.4K 188 4
                                    


¿Recuerdas como nos conocimos?

-Lamento por interrumpir, pero el profesor Choi necesita hablar urgentemente con Park JiMin.

Desde que pronunciaste palabra, captaste mi atención por completo. El escuchar mi nombre salir de tus labios me provocó una sensación extraña, como una clase de euforia.

¿Recuerdas lo incómodo que estábamos ambos mientras nos dirigíamos a tú salón?

Era normal, ninguno conocía al otro, así que ambos nos sumergimos en un silencio bastante incómodo. Yo no sabía que decir y tú tampoco, ambos mirábamos hacia los costados o hacia el frente, evitando mirarnos entre nosotros para no subir la incomodidad.

Resulta que el profesor te había elegido a ti y a mi para dar un discurso por el aniversario del colegio, y quería comunicarnos esa información.

Nos recomendó juntarnos en los descansos para poder organizarnos mejor, y ambos nos miramos con una sonrisa tímida mientras asentíamos al mismo tiempo.

Las primeras veces que nos juntamos fueron incómodas, pero al pasar el tiempo nos íbamos convirtiendo en más cercanos, con más confianza, y hasta conociste a mis amigos, que al pasar el tiempo se convirtieron en tuyos también.

Ahora que lo pienso, deberíamos agradecerle al profesor Choi por juntarnos.

Recuerdo que el día de la ceremonia yo estaba muy nervioso, me sudaban las manos y me trababa al ensayar el discurso, tú te reíste de mi y luego me abrazaste, diciendo que todo estaría bien, y que si lograba hacer todo bien me invitarías un helado doble.

Obviamente hice todo bien, y obviamente cumpliste tu promesa ese mismo fin de semana.

¿Recuerdas nuestra primera pelea?

Ahora que lo pienso es vergonzoso, recordar el por qué me enojé contigo, por un motivo tan tonto como ese.

Fue cuando llegó un compañero nuevo a tu salón, y te ofreciste a enseñarle el lugar y pasar los descansos con él para que no se sintiera solo o excluido. Me molesté, porque estaba acostumbrado a tener tu atención, y que de pronto llegara alguien más no me simpatizó. Recuerdo que te ignoré un tiempo, y al final de la jornada me preguntaste que me pasaba, y comenzamos nuestra primera pequeña pelea.

Tú parecías divertido con la situación, mientras yo estaba muy enojado, incluso en algún momento dejaste escapar unas risas burlonas, que me enfurecieron más de lo que estaba.

Ahora que han pasado años, me llego a reír de mi comportamiento, bastante infantil y algo caprichoso al querer tener toda tu atención dirigida hacia mi persona, pero no podía evitarlo, era un pequeño adolescente enamorado.

Sí, yo era de ese tipo de persona que antes de dormir se imaginaba lo hermoso que sería un futuro con la persona que amaba, que se perdía entre sus pensamientos la mayoría del tiempo, que se ponía nervioso al estar cerca de aquella persona especial, y que de vez en cuando se ruborizaba ante algunas acciones.

Recuerdo que varias veces te acompañé a aquél cuarto pequeño donde escribías canciones, y te veía escribir por horas enteras, incluso muchas veces intenté componer contigo, y me enseñaste tus propias canciones, esas que me aprendí al derecho y al revés porque te hacía feliz verme componer junto a ti.

Tú también me acompañabas a mis clases de danza, y me hacías compañía mientras yo me pasaba horas enteras practicando alguna coreografía, con algún significado profundo oculto en algún rincón de mi mente.

Todos estos recuerdos llegan a mi en este momento tan difícil, llegan como una gran tormenta, atacando directamente a mi persona. Esa tormenta está destrozando todo mi interior en este momento, y no está teniendo piedad en absoluto con mi alma.

¿Recuerdas cuando recién nos mudamos al departamento?

Estuvimos días y días guardando y decorando el lugar, acostumbrándonos a convivir con el otro por primera vez, a despertar cuando el sol brilla en su máxima expresión y tu rostro, junto a tu cuerpo, descansando a mi lado en la cama, durmiendo en plena calma.

Recuerdo de manera perfecta como fue nuestra primera noche durmiendo juntos en nuestro hogar. Fue un noche cálida y hermosa, marcada por los actos de amor entre nosotros, al igual que las palabras y los besos dados y recibidos entre ambos.

Es un recuerdo hermoso, tatuado de manera viva en mi piel, reviviendo una y otra vez aquellos tactos maravillosos y aquellas caricias que inauguraron nuestra cama y el departamento.

Ahora, sentado frente a esta ventana, temo por que todo esos recuerdos queden en recuerdos, sin poder repetirse otra vez.

Tú vida está en un cuerda floja, toda nuestra confianza está depositaba en los médicos para que ellos puedan salvarte, aunque también depende de tu cuerpo.

Cuando llegué a casa, y vi tú cuerpo tendido en el suelo, pensé que tu vida había acabado y yo había llegado demasiado tarde para hacer algo, pero la vida te dio otra oportunidad para seguir a mi lado, y no dejarme solo, como lo prometiste.

Estos días solamente te he visto dormido, conectado a máquinas y con distintos medicamentos inyectados a la vena, pude ver sutilmente tus ojos abiertos cuando recién llegaste, pero ya no los he vuelto a ver durante días y días. Lo que sí, he podido tocar tus manos y dejar pequeños besos en ellas, aunque me rompe el alma verte de esta manera.

Estoy infinitamente agradecido de la familia del donante, aunque no sé nada de ellos. Gracias a ellos es que tú tienes esta nueva oportunidad para vivir. Si pudiera saber quienes son no dudes en que les agradecería, pero lamentablemente no cuento con esa información.

Aún, en el fondo de mi corazón, está clavada la espina de la mentira. ¿Por qué decidiste ocultarlo?, ¿Querías morir de esa manera?. Son muchas preguntas en mi mente ahora mismo, pero tendré la paciencia necesaria para esperar a que las respondas, y no te presionaré sobre eso.

Solo quiero que estés bien, que vuelvas a despertar a mi lado y me susurres cuanto me amas y que tan importante soy para ti.

Pero ahora que lo pienso, yo también te he mentido.

Te oculté las cartas que me mandaba con JungKook, te oculté a ti y al resto el hecho de que había hablado con JungKook mucho antes de que él apareciera en mi cumpleaños. Te mentí sobre eso, pero no con malas intenciones, sino que quería evitarte el sentimiento de la ira que demuestras cada vez que alguien menciona el nombre "JungKook"

Hablando de él, recibí una carta hoy, pero no la he leído. Esperaré a que el día terminé y la leeré en silencio, como siempre suelo hacerlo. Me asusta un poco, por el hecho de que la carta no está enviada desde Japón, sino que tiene mi nombre en la parte frontal y el tuyo en la parte trasera, escritos ambos nombres con tu característica letra.

La operación ya está cerca de su fin, y estamos prontos a saber si todas esas personas iban a salvarte, y si estás en algún riesgo.

Solo pido que estés bien, el karma ya te ha hecho suficiente daño en todo este tiempo.

Por favor, YoonGi, mantente fuerte dentro de ese quirófano.

No me dejes solo.

Por favor.

Por favor

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
EngañoWhere stories live. Discover now