Cap. 48

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Sacaba la ropa de su maleta, y la iba colgando con cuidado en el armario.

-Y listo, mi ropa volvió a su lugar- JiMin sonrió, viendo como el armario ahora estaba completo, sin ningún espacio vacío.

YoonGi observaba al menor apoyado en la pared, con una sonrisa en su rostro. Sentía tanta felicidad en ese momento que pensaba que estaba por explotar, había deseado tanto ver aquella escena y ahora sus ojos no lo podían creer.

Seguía sin creer que JiMin había vuelto junto a él, se sentía como si estuviera en su sueño perfecto, pero estaba en la realidad. JiMin estaba frente a él, a unos metros, guardando sus cosas en el armario con la intención de no volver a irse de su lado.

Todo era demasiado perfecto para ser verdad.

-Ahora solo falta poner mi pijama bajo la almohada y ya, estaría todo en su lugar nuevamente- El menor se giró, y miró a YoonGi esperando una respuesta, pero este parecía estar hipnotizado mirando al menor.

JiMin se acercó, y lo abrazó por los hombros, llamando su atención de un segundo a otro.

-¿En que pensabas tanto?

-En lo mucho que te extrañé y lo mucho que había deseado esto. Tenerte aquí a mi lado otra vez.

-Ahora estoy aquí, y no me iré.

YoonGi sonrió.

-Ahora que ya terminaste, ¿Te gustaría cenar?

JiMin pensó un momento.

-¿Me cocinarás tú?

YoonGi asintió, haciendo que los ojos de JiMin brillaran de la emoción.

-Entonces sí, si quiero.

JiMin sonrió, sintiendo su corazón llenarse de gozo y de emoción.

Siguió al mayor por todo el departamento hasta la cocina, y se dedicó a observar cada movimiento del mayor.

Como si estuviera bajo algún hechizo demasiado potente.

Por que, si lo ven de manera realista, el amor es un hechizo que vuelve ciego a la persona que cae en él, le muestra un mundo perfecto, y no le deja ver la realidad de los hechos.

Algo que JiMin ya había experimentado, al igual que TaeHyung.

Y que ninguno quería volver a experimentar.

Pero el amor era bueno y malo a partes iguales, era hermoso pero a la vez era monstruoso. Te elevaba a las nubes en una dulce ensoñación y te dejaba caer contra el duro suelo de la realidad.


 Te elevaba a las nubes en una dulce ensoñación y te dejaba caer contra el duro suelo de la realidad

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-Entonces hicimos galletas, pero nosotros mismos hicimos la masa de estas, y déjame decirte que quedaron exquisitas. Además HoSeok le agregó chispas de chocolate, así que quedaron muchísimo mejor.

EngañoWhere stories live. Discover now