• CAPÍTULO 34 •

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—Ni me lo digas. —Bufa.

—Liam me dijo que ya cambiaste de clases. —Añade Arón—O bueno, que no te gustaba cómo daba la clase el señor Clark y decidiste irte a las de Daniel Jones.

—Si, no me gusta mucho el modo de enseñanza del señor Clark. —Mentira—Pero ahora no sé dónde diablos queda el aula de Jones.

—Si quieres te puedo llevar al salón, sé dónde queda.

—Suena estupendo, ¿vamos?

—Adiós Liam.

—Karol, antes de que te vayas...—Se me acerca—¿Crees que sea correcto invitar a Sophia a salir? Es que me dijo que estaba mal en el hospital pero no me quiso dar más descripción y estoy preocupado. Sólo me dijo que ya estaba en su casa.

—Será mejor que la vayas a ver, no creo que pueda salir.

—Lo sé, pero ahora que tú no estás ahí, tendrán motivos para matarme si es lo que quieren.
Antes no lo hacían porque te respetaban, ¿pero ahora?

—No te harán nada, Antonella nunca dejaría que te hicieran daño.

—No lo sé, la llamaré hoy en la hora del almuerzo.

Asiento con la cabeza y le doy un beso en la mejilla en forma de despedirme para luego irme junto con Arón.

—Y... ¿cómo has estado?

—Bien, supongo.

—Hoy los del equipo de Hockey tienen entrenamiento, tal vez quieras venir a vernos a Liam y a mi. —Me río.

—No creo que...

—No es que te esté invitando a una cita, tal vez se escuchó así pero no. Yo soy un hombre con valores que si sé que una chica tiene novio, mejor no me meto.

—Si... no es eso. Lo qué pasa es que no se me da muy bien el Hockey porque no le entiendo, así que me aburriría.

—Entiendo. —Sonríe—Tu reputación es verdadera.

—¿Mi reputación? Mantengo mi perfil bajo.

—No desde que saliste con Sergio. —Seguimos caminando—Los que te conocen saben que eres una mujer ruda y autoritaria. Nadie sabe el cómo es que saliste intacta de la pelea que armaste en la cafetería, algunos piensan que se la mamaste al director y otros piensan que lo sobornaste.

—Tal vez hice ambas.

—No lo creo.

—¿No?

—Te conozco poco, pero no eres de ese tipo. Tal vez te pusieron un castigo y nadie se enteró.

—¿Y cómo sabes que soy así?

—Eres distinta, eres incluso extraña. Cualquier otra chica que la invitasen al entrenamiento de Hockey donde estaría Liam se moriría de la emoción.

—Liam me vale mierda, es mi amigo.

—Exacto. Pero aún así hay chicos guapos y sudorosos.

—No son mi tipo.

—Tú sí que eres el tipo de muchos.

—Lo sé. —Amo que alaben mi belleza y mi carácter.

—Tu tipo de persona son mayores ¿no?—Lo miro—Lo sé porque tu novio se veía muy grande como para estar en la universidad e incluso daba miedo.

—Exacto, ese es mi tipo de persona —Por ahora será mejor que siga manteniendo mi ruptura con Ruggero en secreto—Que me pasen de edad, de estatura, que tengan experiencia y que sean maduros.

Tú, Yo y El Mal Where stories live. Discover now