XIII

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Nayeon aún no podía creer lo que pasaba. Era algo realmente sacado de alguna película o eso creía.

Mina había aceptado una cena con ella. ¿Acaso estaba soñando?.

Ella seguía viendo la puerta del vestidor con tanta intriga que no sabía que hacer.

Ahora bien, ella sabía que una parte de su plan estaba completa, pero ahora necesitaba como decirle a sus padres que faltaría a la cena.

Pero recordó las palabras de Park.

<<Es una cena de negocios.>>

Asintió ante su idea.

Pero primero necesitaba salir de este vestidor sin levantar sospechas.

Y así fue.

Ella tomó la falda que le había gustado y salió decidida del lugar. Por fuera podría parecer que Nayeon estaba enojada, pero la verdad era otra. Porque por dentro de estaba muriendo de los nervios.

<<Im, ya no tienes quince años, solo comportate. >>

- Serían veinte dólares, ¿Su pago será en efectivo o tarjeta?. - la voz de la cajera la saco de su burbuja.

- ¿Eh?.

¿Pero en qué momento ella había llegado a la caja?.

- ¿Señorita?.

- C-con tarjeta, por favor. - dijo abriendo su cartera. - Aquí tienes. - le entrego el pequeño plástico.

- Solo firme aquí en la pantalla y el pago estará terminado. - ella asintió ante las indicaciones de la chica. - Listo. - dijo dejando en su lugar la pluma electrónica.

- Sería todo señorita. Que tenga un lindo día. - Nayeon solo le sonrió a la chica, está le entrego una bolsa de papel con el logo de la tienda y la mayor ya dispuesta a irse vio a lo lejos como Mina reía de algo con uno de sus compañeros.

En verdad Mina parecía otra persona sin sus perforaciones y con esa playera de manga larga que ocultaba los tatuajes de sus brazos. Era como si Mina no fuera Mina. Hasta cierto punto ella se veía bastante diferente.

Nunca le había prestado tanta atención del hecho que usará manga larga.

Ella solo creía que era delicada al sol.

Pero ya cuando descubrió su secreto, se comenzaba a interesar más por los dibujos que ocultaba tras de estas. Y era evidente que Mina tenía tatuajes, ya que el otro día le había visto uno mariposa cerca de su oreja.

- Permiso. - la coreana quitó su visión de Mina para hacerse un lado para que la empleada pudiera pasar, parecía que tenían mucha gente en la tienda, mejor decidió seguir con su camino. Aún no podía creer lo que estaba pasando desde las últimas semanas.

No podía creer que se había interesado en una chica, no después de cuatro años.

Todo era complicado ahora.

Ella solo suspiró, por lo mientras trataría de terminar sus asuntos en su oficina y tener la tan deseada cena con la japonesa.

No sin antes terminar con un último problema.

<<No puedo creer lo que estoy haciendo. >>

- ¿Mamá? Sobre la cena de esta noche... - dijo cuando por fin su madre había respondido.

Sin en cambio por otro lado Mina conversaba con Yuto sobre una serie de anime que había descubierto hace algunos días. Le había dicho que uno de los protagonistas se parecía a ella.

What Can I Do?Where stories live. Discover now