Capítulo 8. Presente.

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Al llegar, la encuentro sentada en una de las mesas de la biblioteca leyendo concentradamente uno de los tantos textos que trajeron desde el palacio en Mirellfolw.

- Gretta. - Hablo para llamar su atención pero aún así ella no levanta la vista.

- Para mi Emilia la historia en la que el caos se enamoró de la divinidad y la luz se apoderó del oscuro corazón del soberano. - Susurra casi con nostalgia y de inmediato deduzco lo que lee.

Cierra de golpe el libro y el título se muestra fuerte y claro. La historia del soberano.

- ¿Sabias que esta historia la leía la reina Elizabeth para Magnus? - Pregunta, dejándome en blanco.

- No tenía conocimiento.

- Era el favorito de su madre y aún así lo tachó. Por ti.

- Gretta, yo no quiero hablar sobre estas cosas. Solo quiero saber lo que está pasando allá afuera.

Ella suspira como si estuviese cansada o harta. Mira el libro una vez más y finalmente posa sus ojos sobre mi.

- En realidad no sé mucho. Al llegar aquí fue que me enteré del ataque en Mirellfolw.

- Pero estabas con ellos ¿no?

- Si, en Kilmwarth. No obstante, luego me enviaron aquí y desde entonces desconozco todo lo demás.

Yo sabía que Magnus estaría en Cromanoff pero no sabía que ella estaría también.

- Nunca creí que Magnus fuese un hombre de familia. - Comenta al aire. - Es decir, siempre se mostró demasiado frío para ese tipo de cosas.

- Ya lo sabes ¿no? - Pregunto, refiriéndome al embarazo.

- Si. - Confirma. - Elisenda lo comentó en el almuerzo.

La información me deja fría. Sé cuan grave es que más personas sepan sobre mi embarazo y me imagino lo alterado que se puso Magnus ante este hecho.

- No debes decirle a nadie.

- No tengo a quien contarle. Así que despreocúpate.

- ¿Por qué estas aquí? - Pregunto sin pretender sonar grosera, pero justo así me escucho.

- Magnus ha querido que viniese. Me gustaría pensar que lo hizo para protegerme pero supongo que es por lo de tu embarazo, quiere mantenerme vigilada.

- ¿No sabes a dónde llevaron a mi hermana? - Pregunto cambiando el tema.

- Supongo que a Kilmwarth, al palacio de Gregorie.

- ¿Con qué objeto? ¿Magnus sigue ahí? - Cuestiono preocupada, al no entender la razón por la que llevarían a Mia a la capital de Cromanoff.

- No lo sé. Después del almuerzo no volví a saber de él. - Dice en tono tranquilo y le creo. - ¿Sabes? Es extraño aceptar que llevas un hijo suyo.

- Entiendo. - Contesto sin saber que decir.

He intentando desviar la conversación pero ella se esmera en volver a retomarla.

- Bueno, no es algo que me moleste o incomode, simplemente es raro. Ya no lo amo, pero lo quiero al menos un 40% y ese porcentaje hace que duela un poco.

- Yo no sé que pasó entre Magnus y tú en el pasado pero en este momento no puedo escucharlo. En verdad lo siento.

- ¿Alguna vez te han rechazado? - Inquiere, tomando otro curso.

- Si. - Alego con una sonrisa irónica.

- A mi me rechazó mi mejor amigo, la persona con la que crecí y a la que siempre le profese mis sentimientos. Y lo peor es que me hizo a un lado por la joven a la que era más cercana.

El corazón del Rey. [Rey 3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora