¿Catorce años?

Por un momento no entiendo.

¡No puede ser!

Mi piel está un poco bronceada ya que acabamos de llegar de las vacaciones de verano en las islas del caribe.

Mis padres solo se dan un tiempo libre al año y ese es cuando Liam y yo estamos de vacaciones.

La verdad no puedo dejar de agradecer la fabulosa familia que tengo.

—Mamá, Patrick y Charlie vienen hoy ¿Sí?—le habla mi hermano a nuestra madre quien está sentada en el comedor con su laptop.

—Claro, bebé. No hay problema.—Marian le da una sonrisa cariñosa.

Yo por mi parte estoy escuchando música mientras me preparo un pan con jamón, tengo mucha hambre.

Siento el timbre de la puerta justo cuando me he sentado a comer mi pan en la barra de la cocina.

Observo cuando Liam entra junto con Charlie y Patrick a buscar lo que creo será algo de comer.

El pelinegro está aún más guapo, ha crecido unos centímetros en estas vacaciones. Trago grueso mientras me llevo un poco de jugo por la resequedad del pan.

—Hola, Cooper—Patrick me da una reluciente sonrisa.

—¿Qué tal, O'Brien?—le contesto con la boca llena de pan.

Él y yo no nos llevamos mal, pero tampoco tenemos una buena relación. Es solo el mejor amigo de mi hermano y un amigo de la infancia. Ahora estoy bastante unida con Nina, Mike y Abby.

—¿Cómo les fue?—me pregunta.

Me percato que Charlie y Liam ya no están por todo esto.

—Preguntale a Liam—me encojo de hombros.—Creeme que él se la pasó mejor que yo.

Sonrío mientras recuerdo a un Liam más activo, de los cuatro él tenía más energía. Desde que vio un documental fastidió a nuestros padre para ir a esas playas.

En lo personal no me gusta mucho la playa, pero estas vacaciones le tocaba a él elegir.

—Quiero saber cómo la pasaste tú—habla al mismo tiempo que inclina la cabeza un poco a la derecha. Cómo un perrito confundido.

Mi corazón late con fuerza en mi pecho ¡No lo puedo creer! ¡Patrick está preguntando por mí!

Este chico desde hace un año para acá me gusta muchísimo, pero nunca he tenido la valentía de decírselo, él es tan guapo y yo soy tan insegura.

—Bien—sonrío—me broncee bastante, las playas son muy hermosas e hicimos muchas actividades buenas.—cuento con entusiasmo.

Él sonríe.

Yo me derrito por completo.”

Desde esa vez Patrick y yo creamos una especie de "amistad" que terminó justo después del accidente de Abyy.

Ahora lo comprendo, es algo que siempre estuvo frente a mí y no lo ví.

No puedo creer que él sea tan maravilloso.

—Gracias—es lo único que sale de mi boca.

Patrick me da una sonrisa landina.

—Además, ya entiendo porque no estás tan buena como tu madre—suelta una carcajada.

Sabor Vainilla.✓Where stories live. Discover now