Prólogo

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Junmyeon estaba lavando los platos cuando escuchó la puerta abrirse.

Su corazón empezó a latir con mucha fuerza y puso toda la atención del mundo en analizar los pasos de su marido.

Tranquilo, Yixing estaba tranquilo esa noche.

O por ahora.

- Hola cariño. - El chino entró a la cocina con una gran sonrisa y su corbata aflojada. Se acercó al pequeño cuerpo de Junmyeon y le dio un beso en aquellos labios rotos y secos, sin vida.

- Hola... amor. - Sabía que si no trataba a Yixing correctamente este acabaría gritándole y golpeándolo hasta dejarlo inconsciente, ya había pasado más de una vez. Pero por ahora se concentró en servir la mesa una vez acabó ya los platos.

- ¿Que hay para cenar, Myeonnie? - Preguntó el mayor sentándose en la mesa de la cocina y empezando a mirar su teléfono.

- Hice verduras con salmón a la plancha. - Dijo con una pequeña sonrisa, colocando los platos delante de Yixing. Él ya había cenado hace media hora con más tranquilidad.

- ¿Verdura y pescado? - Yixing rió con ironía y dejó el teléfono en la mesa con algo de fuerza, Junmyeon apretó fuerte el delantal que tenía un dibujo de un conejito comiendo una zanahoria. - Hoy quería comer comida basura, como pizza, hamburguesa o cualquier otra cosa que no esta porquería que has preparado.

Relamió sus labios sintiendo un sabor amargo en su boca, no quería hacer enfadar al mayor.

- E-es que no m-me avisaste de q-

- ¡ME DA IGUAL! - El mayor se levantó y apartó los platos fuertemente, haciendo que caigan todos al suelo junto a la comida.

Hubo un silencio en el que solo se escuchaba el televisor de la sala reproduciendo un programa de variedades que le gustaba mucho a Junmyeon porque le hacía pasar un gran rato riéndose, al pequeño pelinegro le gustaba mucho Knowing Bros. Pero ahora se escuchaban los característicos gritos de Kang Hodong y la ya conocida por el menor, respiración agitada de Yixing.

- Lo siento Yixing-ssi, ahora mismo llamo para pedir una pizza. - Junmyeon no podía levantar la mirada del suelo y trataba de no empezar a llorar porque entonces todo empeoraría.

- ¿"Yixing-ssi"?

Oh no.

Miró un poco hacia arriba, logrando ver a través de sus mechones negros como el mayor se acercaba hacia él, su mandíbula estaba muy marcada y parecía echar fuego por sus ojos.

- ¿Acaso no estamos casados? ¿Me tienes que tratar con tanta formalidad? - Podía sentir la respiración encima suyo, esta noche tampoco sería tranquila. - ¡¿ACASO NO SOY TU MARIDO?!

- A-amor y--

Una bofetada cayó en su mejilla, sintiéndola arder a los pocos segundos.

- Recoge esto y pide la pizza, me voy a cambiar.

Dicho y hecho, Yixing abandonó la cocina y empezó a caminar escaleras arriba, haciendo que Junmyeon pueda respirar por fin con tranquilidad.

Rápidamente empezó a recoger los trozos de platos rotos y los lanzó a la basura para después recoger la comida que había hecho y también lanzarla a la basura.

Limpió sus manos para quitar el olor a pescado o Yixing se enfadaría por oler tan mal. Cuando acabó, caminó hacia la sala y miró momentáneamente el televisor, soltando una pequeña carcajada por las bromas que hacían en ese programa.

Pero se concentró rápidamente en llamar a la pizzería más cercana y pedir la favorita de su marido.

Una vez colgó, vio como Yixing se sentaba en el sofá para ver ese programa también.

Junmyeon corrió a la cocina nuevamente para llevarle una cerveza a su marido, que parecía tranquilo como si no lo hubiese abofeteado hace unos minutos.

- Siéntate.

No dudó en hacerlo, necesitaba sentarse ya o acabaría cayéndose al suelo del cansancio. Había hecho miles de tareas para complacer a su marido para cuando llegase a casa, y parece que hizo bien porque no le ha dicho nada por ahora.

Se permitió relajarse hasta que llegase la pizza, viendo el programa con su marido que también reía por las bromas que hacían los conductores del programa y los invitados, eran todos idols, Junmyeon lo sabía porque le gustaba mucho ver los programas de música cuando Yixing no estaba en casa.

En algún momento del programa, un integrante del grupo, que pudo leer en su identificación que se llamaba Jackson, hizo una broma donde posaba y mostraba como actuaba para las cámaras, Junmyeon no pudo evitar soltar un "Woah" por lo bien que se veía el cantante posando.

Pero se asustó cuando la lata de cerveza fue lanzada al piso.

Yixing volvía a estar enfadado.

Lo supo cuando lo vio levantarse y colocarse delante suyo nuevamente.

- ¿Acaso te parece guapo ese cantante o qué? - Su voz salió demandante y Junmyeon no pudo evitar empezar a temblar.

- S-sólo me i-impresionó como se v-veía posando...

- ¿Te crees que me gusta que mires a otros hombre? ¡¿ERES IDIOTA O ALGO?!

- N-no Yixing yo... L-lo siento enserio.

- ¡VOY A HACER QUE SÓLO ME MIRES A MI, IMBÉCIL!

No, no, no, no.

Junmyeon trató de hablar pero el sentir como el mayor tomaba sus cabellos fuertemente le hizo pensar en otra cosa, en que no quería volver a sufrir esa noche.

Pero no podía hacer nada cuando el mayor era más fuerte y podía sentir como le arrastraba sin complicación alguna hacia el piso de arriba.

Su cabello dolía pero no sería comparado a lo que sentiría cuando llegara a la habitación de ambos.

La puerta de la habitación se cerró, y hubo un gran silencio en aquella casa. Sólo se escuchaba el programa de variedades mostrando como aquel grupo empezaba a bailar para promocionar su canción, hasta que empezaron a escucharse los gritos de Junmyeon y los golpes de Yixing.

Media hora más tarde

- Muchas gracias por invitarnos a este programa, ¡nos lo hemos pasado muy bien! Nos gustaría venir muchas más veces...

Junmyeon lloraba en el suelo de la sala después de intentar escapar de los golpes de su marido en la habitación. Había salido gateando con las pocas fuerzas que le quedaban, pero claramente Yixing fue más rápido y lo acabó empujado por las escaleras, golpeándolo luego al final de estas y llevándolo a la sala y encerrándolo allí para no escuchar su llanto en la habitación mientras dormía.

Su labio dolía y podía notar la sangre caer por este. No podía abrir su ojo izquierdo y sabía que tenía miles de morados por todo su cuerpo, siempre que desaparecía uno, aparecía otro de nuevo.

La gente dice que tenemos un ángel de la guarda que nos protege en cada momento y nos cuida.

Pero Junmyeon no tenía ninguno.

- Q-quiero a mi ángel d-de la guarda... - Susurró antes de caer dormido por el dolor.

[En otro lugar de la ciudad]

Sehun estornudó, llamando la atención de Vivi y Monsieur.

Frotó su nariz un poco, confundido.

No hacía frío, estaban a primavera y él siempre se tomaba una pastilla para la alergia que duraba hasta el día siguiente.

- Alguien estará hablando de mi, chicos.

Sehun sonrió, ¿quien estaría pensando en él?

Rest - SeHo | HunHoWhere stories live. Discover now