Capitulo 13. En la casa de Franklin Lawson.

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Me bajé de la Harley Davidson de Luke mientras observaba la deteriorada casa de "Frank el loco". Parecía como si nadie hubiese vivido en esta casa desde hace años, pero aun así no me transmitía ningún mal presentimiento, solo tristeza.

Durante años, generación tras generación venían a la casa de Frank, para mofarse de él o para romper el cristal de alguna de sus ventanas con una piedra.

Él simplemente salía y maldecía hasta que los niños se hubieran marchado.

Recuerdo que en una ocasión sí que vine a esta casa, todo por una apuesta con Calum y Michael. Luke y Ashton pensaban que no era buena idea pero eso no es nada nuevo.

Recuerdo que todo empezó por un comentario de Calum diciendo que las mujeres no tenían la misma valentía que los hombres.

Obviamente me molestó, muchísimo y tras una pelea en la que acabe pegándole a uno de los dos, no me acuerdo bien a cual fue, hicimos una apuesta. Si iba a la casa de "Fran el loco" con ellos y no demostraba ningún miedo, tenía razón, pero si en algún momento demostraba que lo tenía, ellos ganaban.

Acepté y esa tarde fuimos los 5 en bicicleta a la casa de Frank.

No acabo muy bien, en resumen, acabó saliendo y se cago en nuestros muertos; entonces nosotros huimos.

No lo culpo, era injusto como todo el mundo se reía de él simplemente por el hecho de creer en lo paranormal. De ahí nació su mote.

Calum y Ashton también se bajaron de sus respectivas motos y nos acercamos a la entrada.

Tras varios timbrazos, salió.

- ¿QUE QUEREIS AHORA NIÑATOS DE MIERDA?

- Tranquilo Frank el lo... quiero decir Frank, venimos en son de paz. - dijo Calum a la vez que hacia el gestito de paz y amor de los dedos. Él pobre es gilipollas, ¿qué le vamos a hacer?

- ¿Hablar de qué? - preguntó Frank con el ceño fruncido.

- Nos gustaría que, si es posible, nos diese información sobre lo que ocurrió en la casa de los Looper

- ¿Qué? No, no, no, no, no. No pienso hablar de ese tema, fuera de mi casa. - gritó a la vez que cerraba la puerta.

Todos nos dimos la vuelta para irnos, o al parecer eso creía.

-Franklin, por favor, se lo pido, ayúdenos. Sabemos que su interés por lo paranormal ha hecho que la gente empezase a decir que está loco y que durante años ha tenido que sufrir incontables desprecios. Pero por favor, abranos. Fuimos estúpidos, y acabamos entrando en esa casa porque la hermanita pequeña de uno de nosotros estaba dentro y eso ha hecho que el espíritu de Priscilla no nos deje tranquilos. Y lo que es peor, un gran amigo nuestro se quedó atrapado en la casa. No sabemos qué hacer. Hemos intentado buscar información por si nos podía ayudar en algo pero el único libro que encontramos en la biblioteca es el suyo y le faltan exactamente las hojas que hablan sobre esa casa. Ayúdenos, se lo imploro. - susurraba Luke mientras apoyaba sus manos sobre la madera astillada de la puerta principal.

- Déjalo Luke, mejor vayámonos, ya encontraremos una forma de salvar a Michael nosotros solos. - dijo Ashton.

-Las arranqué yo. Esa casa ha traído muchos problemas a Scottsdale, familias de niños desaparecidos veían mis escritos como insultos hacia su familia, por lo que los arranque - dijo Frank al rato, mientras sujetaba la puerta con su mano derecha. - Pasad, os voy a ayudar.

Nos sentamos en su salón. Sus paredes estaban cubiertas de estanterías con libros y más libros. Todo un paraíso.

Nos pidió que le contásemos todo lo que nos pasó, desde la entrada en la casa hasta el momento en él empezaba a sentir como mis ojos quemaban y se volvían rojos al salir de la ducha. Él escuchaba atentamente cada palabra que decíamos.

Por último, Ashton contó la historia que nos narró Courtney.

- Esa historia es totalmente falsa. Es una de las tantas versiones que se cuentan. Posiblemente tu abuela conociera a las pequeñas Sibylle y Tricia, pero no sabe la verdad. Este caso fue uno de los que más me costó averiguar. Es cierto que su madre les pegaba. También es cierto que Owen era destinado fuera, pero ocasiones se llevaba largas temporadas en casa. Durante este periodo de tiempo Owen maltrataba a Priscilla pero no a sus hijas. Eso verdaderamente frustraba a Priscilla. No entendía porque él podía preferirlas a ellas. Por eso les pegaba, odiaba ver esa preferencia. Quería que ella fuese la vida de Owen.

>> Pero no lo era. Cada dos por tres Owen le era infiel. Ella no lo sabía. Hasta que un día llegó a su casa una carta de su amante. Priscilla se enfadó tanto que empezó a golpear a Sibylle y Tricia, hasta el punto de llegar a matarlas.

>> Cuando Owen llegó a casa, olvidando por completo todo el miedo que pudo haberle tenido empezó a insultarle y a discutir con él. Owen le dio una paliza y subió las escaleras. Priscilla casi inconsciente se dio cuenta de que subía arriba, a la parte en la que había guardado los cuerpos de sus hijas. Así que sacó fuerzas hasta de donde no tenía y se levantó para detener a Owen y que no pudiera ver su obra.

>> Pero era demasiado tarde, cuando llegó, vio como Owen lloraba abrazando los cuerpos sin vida de sus niñas. Se levantó lleno de furia y fue a la chimenea. Priscilla, al no saber qué pasaba se quedó quieta, en la habitación, viendo a sus hijas muertas sin ningún tipo de remordimiento. Tranquila. Hasta que llegó Owen con un hierro de remover el fuego de la chimenea. Le gritó e insultó y con ese mismo hierro quemó sus ojos como castigo para que así dejase de ver la fatalidad que cometió. De ahí por lo que posiblemente se te apareció en tu sueño y esa noche con los ojos rojos. Finalmente la mató.

>> Desde ese día ella busca venganza. Y me duele decíroslo chicos, pero la va a conseguir.

No le mires a los ojos | Luke Hemmings Where stories live. Discover now