Capítulo 12

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Me encanta el pastel de manzana.- Regina soltó esas palabras anonadada por el calor de la mano de la rubia.

Me lo apunto.- Dijo mientras acariciaba suavemente la mano de la morena.- ¿Color favorito? Espera, no contestes a eso, es el negro.

¿Cómo lo has sabido?- Preguntó bastante confunda.

Recuerda que soy detective, me doy cuenta de todo.- Dijo guiñándole un ojo sutilmente.- Es una broma, es que tu despacho está decorado en ese color, además de tus vestidos y tu ropa de running.

Eres muy observadora.

Te toca a ti preguntar, creó que el interrogatorio ha acabado por mi parte.- Dijo Emma para darle a Regina la oportunidad de conocerla un poco mejor.

¿Desde cuando eres lesbiana?- Preguntó directamente y notando como Emma apretaba tu mano ligeramente.

Decir que desde siempre es muy tópico, ¿Verdad?- Respondió Emma sonriendo.

¿No has estado nunca con un hombre?- Preguntó sin poder evitar la curiosidad.- Lo siento ha sido sólo curiosidad.

Tranquila, no es ningún problema. No, nunca he estado con un hombre. Descubrí que me gustaban las chicas desde muy joven y la verdad es que me ha ido muy bien desde entonces.- Dijo sinceramente y se acercó un poco más a la morena.

Me alegro de que así sea. Yo podría decir lo mismo aunque a mí no me ha ido tan bien como me gustaría.- Regina terminó la frase con algo de pena.

No te preocupes, eso tiene solución.

Emma agarró a Regina de las mejillas para que la mirase, fueron unos segundos intensos que acabaron con los labios de la rubia rozando ligeramente los de la morena, pero sin llegar a ser más que un simple roce porque la psicóloga se separó.

No te lo voy a poner tan fácil, Emma Swan. ¡Ronald! Vente, que se está haciendo tarde.- Dijo la morena girándose para llamar a su sobrino.- Aunque no besas nada mal.- Emma se quedó con la boca abierta y después de unos segundos reacciono y se levantó rápido para alcanzar a la morena y acompañarla a casa.

Soy irresistible, Regina Mills. Te será muy difícil no lanzarte a mis brazos.- Dijo Emma corriendo detrás de ella para ponerse a su lado.

Los tres pasearon tranquilamente, Ronald era el que llevaba la conversación interrogando a la rubia de su trabajo y de cómo era ser policía y Regina simplemente sonría y miraba a Emma. Los tres parecían muy relajados hasta que Ronald decidió actuar.

Tita Regina. ¿Emma es tu novia?- Preguntó dejando a las dos sin palabras.

No cariño. Emma es... una amiga.- Contestó intentando disimular el nerviosismo.

¿Besas a todas tus amigas en la boca?- Dijo este sin comprender la situación. Y dejando a ambas sin palabras.

Ronald eres un niño muy curioso. Creó que nos podemos comer unos chuches y así cogemos energías.- Dijo la rubia salvando la situación en el último momento.

¡Bien!- Espetó este que saco su bolsa y repartió una para cada una.

El resto del paseo de vuelta se hizo en silencio hasta que llegaron a la puerta del edificio y se tuvieron que despedir.

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