Twenty-Two

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Abusos sexuales, lee con precaución.

Celeste Black.

Caminaba por los grandes pasillos de Hogwarts, serían aproximadamente más 9 de la noche, estaba sola, necesitaba aire, los recuerdos se hicieron más fuertes después de la charla que tuve con Azacel, cada tortura y abuso se hicieron presentes, pero dentro de lo que cabe me ayudaron a ser quien soy ahora, me ayudaría a no sentir compasión por nadie, eso me ayudo a formar mi propio grupo, ayudar a chicas y chicos que han sufrido lo que yo, ha matar y torturar a cada uno de la basura humana que residen en el mundo mágico y muggle, porque la justicia no hace nada.

No soy una buena persona, pero la mayoría de mis asesinatos son por un bien común, he matado tantas veces que he perdido la cuenta, ¿me siento culpable?, no, definitivamente no, ninguno de mis actos son justificados y lo sé, pero yo misma he vivido los traumas que genera un abuso sexual o una tortura, he visto con mis ojos a mujeres desesperadas, he visto con mis ojos al mismísimo diablo, y lo saludé pasando de largo, muchas veces dicen que nunca hagas un pacto con el diablo porque él se llevará la mejor parte, cuanta razón, porque a si es, y para la mala suerte de muchos soy su nieta.

Unos gritos y lamentos llamaron mi atención, intenté ignorarlos pero me fue imposible, a paso lento me acerque al lugar donde provenían y lo vi, Pansy Parkinson estaba contra la pared con las manos agarradas en al parte superiora de la cabeza mientras alguien dejaba besos y presionaban sus cuerpos, o más bien él lo hacía, parecía que estaban simplemente teniendo sexo, pero no era así, ella le rogaba que parase pero él no lo hacía. Con pasos acelerados me acerque y lo desmaye con la varita, Pansy cayó al suelo metiendo su cabeza contra las rodillas, le di la vuelta para sorprenderme, Adrián Pucey, malidije tanto como pude, ese chico no me importaba lo más mínimo, me arrodillé y agarre la cara de Pansy entre mis manos.

—"¿Que harás en vacaciones?"—

Ella me miro sin comprender, todavía temblaba y lagrimas se esparcían por sus mejillas.

—"N-No lo sé"— admitió temblorosa —"Mis padres me han echado de casa"—

—"Te vendrás conmigo"—

—"P-pero"—

—"Nada de peros Pansy, te vendrás conmigo, ahora iremos a mi habitación y te darás una ducha, no te irás de mi lado, ¿entendido?"—

Sin que ella se diese cuenta agarre una carta que estaba en el pico del bolsillo de Adrián, llevaba el sello de los Parkinson, no sabía porque él había echo eso, si bien no era alguien con demasiada empatía, trataba como basura a todas las mujeres con las que había estado pero nunca pude verlo o comprobarlo, pero por fin tendría la prueba, su padre estaba en mi punto de mira, llevaba un prostibulo ubicado en el callejón knocktrum, al igual que su mujer quien era reconocida por engañar a los hombres para sacarles el dinero, basura, pura basura, mi abuelo me había hablado de las mujeres que se había llevado en contra de su voluntad para prostituirlas, y el señor Parkinson era un cliente habitual, su mujer era una sumisa sin voz ni botó, parecida a Narcisa Malfoy, tan cegadas por el amor que no se dan cuenta del mounstro con el que comparten la cama.

Tras llegar a mi habitación le quite la ropa y llene la bañera, Pansy no podía hablar y lo entiendo, yo misma he pasado por eso y se lo duro que es, y yo misma me encargaré de que sane y tenga estabilidad emocional, o al menos que la recupere, dos de mis seguidoras son psicólogas y sin duda ellas la tratarán, nunca se niegan, y contando lo que acaba de ocurrir es más fácil.

Manipulative (+18) [#1]Where stories live. Discover now