embarazado de mi mejor amigo ✶ jimsu

✧ ཻུ۪۪. décimo quinto capítulo

── Te dije que haría lo posible por verte feliz... ── se separó dificultosamente, acunando el rostro del omega. ── Y está sucediendo, apenas es el comienzo de un largo viaje pero estaré contigo siempre. ¿De acuerdo?

Ambos se miraron con fijeza, JiMin nunca había sentido tanto amor como el que actualmente tenía por YoonGi. Con los mechones rubios escondiendo parte de sus bonitos orbes brillantes, las suaves mejillas sonrosadas y sus labios... su dulce tentación.

No supieron cómo, pero sus narices se rozaron hasta el punto en que iniciaron un beso tímido, re-explorándose nuevamente y sintiendo esa innata calidez.

── Gracias, JiMin. ── bisbiseó luego de que se separaron mínimamente, ambos aún podían rozarse las bocas con el siempre hecho de hablar. ── En serio... Yo jamás podría explicar todo lo que siento en este preciso momento.

Pero el alfa se sentía tan perdido, acariciándole el rostro con uno de sus dedos, adorando tenerlo así, únicamente para él. Otra vez lo tomó del mentón, le descubrió parte de la frente y le dejó un largo beso en esa zona, haciéndole suspirar relajado.

"Yo tampoco sabría cómo explicarlo"

Pensó mientras YoonGi se aferraba a su torso y se acomodaba tranquilamente en su pecho.

── Eres lo más especial que tengo. ── ronroneó, frotando su nariz de botón en las clavículas del alfa.

"Para mí, conocerte fue lo mejor que me ha pasado en la vida."

¿Y sí lo decía ahora?

Iban a tener un cachorro, era de ambos. JiMin quería criarlo como suyo y tener el amor que tanto había añorado. ¿Por qué no hacerlo? Quizás, quizás él podía esforzarse por enamorar a YoonGi aun si éste quisiera rechazarlo.

Perder o ganar, solo lo podría saber si dejaba de lado el temor.

¿Era un buen momento? Aún si no lo fuera. ¿Cuánto más podía esperar? No, ya había perdido demasiado tiempo. Si seguía de esa forma la espera sería eterna y él todo un conformista que luego se arrepentiría cuando vea a YoonGi conocer a otro alfa.

Tal vez...

── Gigi, y-yo necesito decirte algo... ── su voz era insegura, por Dios, ni una entrevista laboral podría tenerlo de esa forma. ──, e-en realidad llevo queriendo hacerlo hace mucho...

El omega se acomodó mejor, observando a JiMin directamente.

── Es muy difícil; b-bueno, ni siquiera pensé que algún día podría d-decirlo. Yo en verdad... Uhm, en realidad es que tú...

── ¿Yo...? ── le animó a seguir, se sentía curioso por el extraño comportamiento.

── E-es decir y-yo ── corrigió, sus manos sudaban horriblemente. ──, yo llevo años ena-

── ¡¿Y cómo vamos, eh?!

La enérgica voz de JongIn en aquel pequeño grito lo hizo saltar del susto. Tanto que cayó directo al piso.

── ¿JiMin, estás bien? ── preguntó rápidamente, con susto.

── Rayos, lo lamento en verdad. ── se acercó al peliazul y le dio la mano para ayudarlo. ── ¿Interrumpí algo? Disculpen, es que soy obstetra-ginecólogo desde hace muchos años, pero siempre termino estando emocionado cuando me toca darles la gran noticia a una pareja. ── comentó algo apenado.

── No se preocupe, nada va a poder arruinar este día.

── Me alegra saberlo. ── sonrió satisfecho. ── Un gusto nuevamente, soy Kim JongIn y seré el encargado de cuidar de usted y el cachorro durante estos nueve meses.