Criminal Love

Capítulo 22: Chocolate

- ¡Oye! Me vas a arrancar el pelo

Negué con la cabeza mientras que me reía. Me rasqué con la muñeca la nariz intentando no mancharme con las manos.

- Deja de ser tan quejica, ni siquiera he tirado fuerte, solo te he separado un poco la raíz por la parte de abajo. Eres un llorón.

- Pero soy tu llorón favorito.

Dejé la pequeña brocha en el cuenco del tinte, me separé un paso para verle a Logan la cabeza mejor y sonreí satisfecha ante mi trabajo. Le di un par de golpecitos en la cabeza.

- Ya está, puedes ir a lavarte el pelo.

- Más te vale que haya quedado bien – Encogí los hombros y le miré divertida – No me mires así, he puesto toda mi confianza en ti, como me hayas hecho un desastre ya puedes ir buscando otro compañero de cama.

Me quité los guantes de plástico con cuidado de no mancharme la ropa. Logan se levantó y se fue escaleras arriba hacia el cuarto de baño. Cogí el cuenco con la brocha, los guantes y entré en la cocina. Tiré tanto la caja del tinte como los guantes y la brocha desechable a la basura y limpié el cuenco lo mejor que pude. Cuanto más oscuro es un tinte más difícil es sacarlo de las superficies que toca. Lo dejé en el escurreplatos y me sequé las manos en los pantalones. A decir verdad, estaba bastante sorprendida de no haberme manchado e incluso de no haber tirado nada en el suelo.

Logan tardaba mucho y yo estaba deseando saber cómo le había quedado el pelo, así que subí por las escaleras rápidamente. Podía escuchar el sonido del secador procedente de su habitación, pero antes de que abriese la puerta, me detuve al ver a Drake saliendo de una de las puertas del fondo del pasillo. Me le quedé mirando con el ceño fruncido, a juzgar por la ropa que llevaba se acababa de cambiar ya que cuando le vi al despertarme estaba con un chándal. Estaba ligeramente curiosa de qué es lo que había tras esa puerta ya que nunca me había dado por entrar en esas habitaciones. Drake me miró fijamente con sus penetrantes ojos grises y apartó la mirada con rapidez de mi para pasarme por el lado de manera indiferente y bajar por las escaleras. Suspiré y apoyé la frente contra la puerta, no podía engañarme y decir que su indiferencia no me molestaba porque sí que lo hacía y mucho.

Agarré el pomo de la habitación de Logan y entré. La puerta del baño estaba abierta y él se estaba secando el pelo completamente absorto en lo que estaba haciendo. Me apoyé contra el marco de la puerta y me quedé observándole. Logan es un chico muy atractivo, no hay duda alguna de ello. Sus músculos de la espalda se flexionaban mientras que se peinaba y se terminaba de secar su nueva melena. Dejó el secador, subió la vista y se me quedo mirando a través del espejo antes de sonreírme ampliamente. Se dio la vuelta y se me acercó.

- Tengo que admitirlo, tenías toda la razón el castaño me queda de maravilla – Me separé de la puerta y puse los ojos en blanco – En realidad todo me queda de maravilla.

Me acerqué un poco más a él y levanté el brazo para meter los dedos entre su pelo. Me sorprendí ya que no estaba áspero, después de la decoloración y el tinte azul pensaba que se le habría quemado más pero, lo tenía bastante bien. Me separé un poco de él y le observé más fijamente. La verdad es que sí que tenía razón, el pelo oscuro le quedaba bien, muy bien honestamente.

- También tengo que decirte que era difícil que algo fuese más feo que el color ese verde amarillento que se te había quedado en el pelo. No tenía un objetivo muy difícil de superar.

Salió del baño, cogió la camiseta que había encima de la cama y se la puso. Abrió el portátil, lo encendió, enchufó el cargador y me miró.

- Bueno ahora que has demostrado que también tienes dotes de peluquera, te has ganado el derecho de usar el portátil mientras que termino de organizar unas cosas – Me senté en la cama entrecruzando las piernas y apoyándome contra la pared – Recuerda, nada de redes sociales, si rastrean la IP estamos todos bien jodidos. Como con las drogas, consumo responsable.