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— Hemos llegado a nuestro destino, beep.

Jisung le dedicó una mirada de enfado, Jaeyoon ignoró ese detalle y se bajó rápidamente del automóvil para rodearlo. Todo sea por abrirle la puerta y lucir como alguien caballeroso, claro, aunque el rebelde adolescente ya se había bajado por su propia cuenta.

— No soy una chica para que me abras la puerta y mucho menos tu conquista.

— Eso dices ahora, preciosura. — le respondió esta vez adelantándose para abrir la puerta de la lujosa residencia pero nuevamente la puerta se abrió dejando ver la figura de su empleada.

— Buenas tardes, joven Jaeyoon.

— Mm, buenas tardes Miso. Gracias por abrirme la puerta por primera vez en mis veintitrés años de vida.

— No abrí la puerta para usted, en realidad era para el jovencito que lo acompaña.

Jisung soltó una risa burlándose de él, la empleada también se unió, ambos burlándose de la cara indignada que puso el rosáceo.

— Sí, si. Sigan burlándose.

Ambos chicos entraron por la puerta entre risas, Jaeyoon soltó un suspiro antes de dedicarle una pícara mirada al pelinaranja.

— ¿Y qué quieres hacer?

— Vas a darme tutoría de historia y solo eso, neandertal. — respondió frunciendo sus cejas con enfado, después de unos segundos abrió sus ojitos sorprendido por sus palabras. — ¡Wow! Para haber sacado un cuatro en historia, ¡he dicho una palabra de la cual se su significado!

— ¿Qué es un neandertal?

— ¡Yah, deberías saberlo! ¡Eres el maestro!

— Alto ahí, soy un tutor, bomboncito. No soy un maestro, solo en mis pesadillas podría suceder. — corrigió "astutamente" mientras pellizcaba con suavidad las mejillas del menor, incluso acunó su rostro entre las palmas de sus manos.

Jisung se sonrojo quitando las manos de Jaeyoon rápidamente, refunfuñó irritado cuando el otro comenzó a reírse de él.

— ¿Qué rayos te causa tanta gracia, eh?

— ¿A mí? Nada, nada.

— Ya, comencemos con las tutorías ahora.

— Lo que digas, bomboncito. — le dijo caminando hacia las escaleras para bajar con rapidez, en sus manos cargaba una laptop y varios libros. Quiere besarse por inteligente como para comprar libros en línea con la única intención de hacer enojar a su hermano mayor, Jaemin era tan gracioso enfadado.

— ¡No me digas bomboncito! — masculló el chiquillo de ojos chocolate dándole un nuevo manotazo, se sentó en el sofá comenzando a sacar sus propios materiales mientras escuchaba los quejidos de Jaeyoon por el golpe.

— ¿Estás seguro de que quieres estudiar? La tarea apesta.

— ¿Por qué eres un tutor? Ni siquiera creo que te interese, solo quieres molestarme.

— ¿Es una nueva forma de llamar así al coqueteo? — el rosáceo abrió su boca sorprendido, abrió su laptop tecleando algo en internet.

— No puedes hacer eso, ¿sabes que soy ilegal, verdad? — murmuró fingiendo anotar cosas en el cuaderno, Jaeyoon soltó una risita dejando de lado la laptop para ponerse en su regazo. — ¿Qué rayos... haces, Jaeyoon?

— Eres un mal mentiroso, ¿sabías? Y deja de llamarme Jaeyoon, dime hyung.

— No te llamaré de nuevo así. — respondió colocando sus manos a los costados para evitar tocar la cintura de su tutor descarado.

— ¿Qué hace el mocoso aquí?

La voz ronca de Jaemin hizo que ambos se girarán para verlo, Jisung empujó a Jaeyoon de su regazo tirándolo al suelo.

— ¡Oye!

— ¿Por qué estabas en su regazo, idiota? ¿Acaso es un chiste? — cuestionó duramente el azabache mientras bajaba las escaleras, metió las manos en sus bolsillos caminando serenamente hacia la sala principal. — ¿Tienes idea de por qué estás en todos los diarios y noticieros de Seúl?

— ¿Por guapo? — rió nerviosamente el rosáceo levantándose del suelo, Jisung tragó saliva mientras evitaba mirar al mayor. Se sentía como si lo hubieran descubierto en la habitación de alguna chica, estaba avergonzado por la situación.

— No estoy para tus estúpidas bromas.

— Eh... Yo recordé que tengo cosas que hacer, mamá me espera en casa, así que adiós. ¡Los veo luego! — se despidió avergonzado el pelinaranja entre palabras rápidas que los dos hermanos entendieron más o menos.

— Te quedas, niño. — ordenó Jaemin mirándolo con seriedad, Jaeyoon le mando un beso flotante a Jisung quien rápidamente negó nervioso. — Ahora explicame, ¿por qué mierda estas como tutor en la escuela de Jaehyun? ¿No te basta hacer tus escándalos diarios?

El rosáceo bufó ignorando a su hermano pero el mayor trono sus dedos indicándole que le mirará.

— Estoy hablándote. Mírame a los ojos cuando te dirija la palabra, ¿entiendes? O también te ignoraré cuando pidas dinero.

— No tienes porque hablarle de esa forma, es arrogante y estúpido. — defendió Jisung con el ceño fruncido por probablemente cuarta vez en el día.

— No estoy hablando contigo.

— Pues yo sí.

— Oye, bomboncito. No le hagas caso a este neandertal, está cabreado porque no tuvo un poco hoy.

El de cabellos naranjas rió con ganas cuando escucho el inteligente insulto que había dicho Jaeyoon, estaba seguro de que no tenía ninguna idea de lo que dijo pero Jaemin sí.

— ¿Para que estás en esa escuela? — pregunto directamente el empresario ignorando sus insultos, no tenía tiempo para estar en una conversación inmadura.

— ¿Quién diablos te entiende? ¿Acaso no querías que consiguiera un trabajo?

— Bien. — fue todo lo que pudo responder Jaemin antes de dedicarles una arrogante mirada e irse por la escaleras con aires de superioridad.

— ¿Estás bien?

Jaeyoon soltó un suspiro observando como la figura de su hermano mayor desaparecía, sonrió en grande cuando escucho la voz del pelinaranja adolescente.

— ¿Por qué? ¿Estás preocupado por mi?

— Claro que no. Yah, ¿comenzamos con las tutorías o prefieres otro día?

— Comenzamos desde la era de los dinosaurios, ¿te parece bien? Mira...

— ¡Jaeyoon!

Trillizos┊JaesungWhere stories live. Discover now