Trillizos┊Jaesung

8

— Siento informarte que el alumno Park no necesita tutor, Jaeyoon. — Jaehyun se apresuró a responder, la directora seguía observando embobada a su hermano menor.

— Oh, ¿de verdad? El cuatro en su examen no dice lo mismo, hermanito. — le respondió paseando la hoja del examen por el rostro del avergonzado Jisung.

— ¡Dame eso ahora mismo!

El pelinaranja le quitó la hoja con rapidez mientras sentía el calor aumentando en sus mejillas sonrojadas, de inmediato la guardo en su mochila ante la burlona sonrisa de su nuevo tutor.

— Joven Jaeyoon, tengo que retirarme para resolver algunos asuntos en la junta ejecutiva de padres. — informo la directora del plantel llamando su atención, el rosáceo de inmediato se puso de pie tomándose el atrevimiento de dejarle un suave beso en la mejilla como despedida. — Los alumnos son afortunados de aprender algo de sus conocimientos, le confió el grupo a usted y a Jaehyun.

Jaeyoon sonrió de una manera victoriosa dedicándole una mirada de reojo a su asombrado hermano, se había salido con la suya con facilidad.

— No se preocupe, directora Bae. No podré hacer un gran trabajo como usted pero daré mi mejor esfuerzo.

— Oh, joven Jaeyoon, es realmente adorable y dulce. — murmuró la directora avergonzada por las palabras del nuevo y encantador tutor, le brindó un corto beso de vuelta en la mejilla antes de retirarse. — Buena suerte.

Jaeyoon esbozó una amplia sonrisa antes de acercarse al alumno, la mirada atenta de Jaehyun estaba sobre él.

— ¿Y bien? ¿Comenzamos contigo, Park Jisung?

— Yo estoy en medio de unos apuntes, ¿sabes? — se apresuró a poner excusas el adolescente con nerviosismo tomando la libreta de apuntes de Taeyong, el rubio le dejó tomarla ayudándole en la mentira como buen amigo. — ¿Ves? Aún no termino, ¿por qué no ayudas a otro?

— Esos no son tus apuntes, ni siquiera escribiste algo. — hablo Doyoung desde su butaca sin que nadie se lo pidiera, Taeyong le dedicó otra mirada de enfado.

— Bueno, pero es la clase del maestro Jaehyun y aún no termina su hora de clase.

— Eso es cierto, estamos en clase de historia y aún falta tiempo para que termine, Jaeyoon. — le dijo su hermano con fastidio, Jisung suspiro y le agradeció con una pequeña sonrisa en sus labios. — Un tutor es después de clases.

Jaehyun abrió sus ojos con temor cuando se dio cuenta de lo que dijo, la sonrisa maliciosa de su hermano Jaeyoon no se hizo esperar. Realmente lo había metido en la boca del lobo, era un total tonto.

— ¡Gracias por informarme, hermanito! Park Jisung, te veo después de clases para ayudarte. — expreso con entusiasmo levantándose de la butaca en la que estaba sentado, le dedicó una mirada al grupo antes de salir. — Sigan estudiando bien mocosos, no quiero ser el tutor de ustedes, me fastidiarían.

Doyoung frunció el ceño cuando el rosáceo se retiró del aula y de inmediato el salón se echó a reír.

— Guarden silencio, no le veo el chiste. — regaño Jaehyun malhumorado para posteriormente sentarse en su silla de vuelta en el escritorio. — Quiero tres cuartillas ahora sobre la prehistoria.

Todos se quejaron en contra del profesor y Jisung solo pudo llevarse sus manitas a la cara maldiciendo por su mala suerte.

[...]

Al finalizar las clases, Jisung intento escabullirse del enfadoso de Jaeyoon pero era inútil porque su nuevo "tutor" estaba justo al frente viéndolo con una sonrisa victoriosa, ¿por qué tenía tanta mala suerte? ¿acaso en su otra vida hizo algo malo para merecer esto?

— ¿Así que te escapas de mi, Park Jisung? — la coqueta voz del joven rosáceo inundó sus oídos, Jisung bufó con un puchero entre los labios. — Olvidé decirte que soy bueno atrapando a mis presas, en especial a pollitos tan lindos como tú.

— Yah, por favor, sólo vas a ayudarme en historia y ya. — le advirtió acomodándose la mochila en el hombro, Jaeyoon palideció cuando escuchó sus palabras. Era cierto, tenía que enseñarle historia y él muy apenas se sabía los números romanos. — ¿En donde queda tu casa?

— Oh, sí, sube al automóvil. Las hermosuras van primero. — el joven tutor le abrió la puerta de su preciado Lamborghini y Jisung frunció el ceño antes de entrar por la puerta del copiloto. — Entraría yo porque también soy hermoso pero si hay alguien más hermoso que yo entonces afirmo que eres tú.

El de cabellos naranjas lo ignoro posando su mirada en la ventana, no pudo evitar sacarle el dedo de en medio a Doyoung cuando lo vio caminar a la parada del bus.

Maldito Doyoung castroso.

Jaeyoon soltó una gran carcajada cuando notó el gesto, emprendió marcha al automóvil dispuesto a no perder más tiempo. Todo minuto con ese bonito niño era valioso, en especial si quería conquistarlo y hacerlo novio del grandiosos Sung Jaeyoon.

— ¿De qué te ríes? — le cuestionó Jisung malhumorado, sus ojitos miraban con fastidio a su tutor.

— Hey, primeramente deberías respetarme porque soy mayor que tú y porque soy tu tutor.

El adolescente le ignoro olímpicamente de nuevo y sacó su móvil dispuesto a no hacerle caso en todo el camino pero sus planes se fueron a la borda, Jaeyoon no era especialmente un tipo callado.

— Tienes que decirme hyung.

— No.

— Dime hyung o le digo a la directora que no pones atención a mis tutorías. — expreso Yoon serenamente, manteniendo su fija mirada en la avenida.

— ¡Decirte hyung no es una tutoría, tonto!

— Lo es para mí, dilo ahora.

— No. — volvió a repetir el pelinaranja negándose rotundamente de decirle así al fastidioso de su tutor.

— Bien, sacaré mi móvil y le diré que no estás interesado en pasar la materia.

El tutor de cabellos rosáceas sacó su móvil fingiendo que llamaba a la directora Bae, Jisung arrugó su naricita probablemente más enfadado que nunca.

— ¡Está bien! ¡Está bien, hyungie!

— Cosita adorable. — murmuró Jaeyoon deteniéndose un momento por el cambio del semáforo a rojo, se dedicó a mirarlo con una sonrisa burlona al ver su carita llena de molestia. — Ahora dime futuro esposo.

Y Yoon mentiría si dijera que el manotazo que Jisung le dió después de decir eso no le dolió.