«Papá estaría orgulloso, protituto»

Liv no le da tregua a Vega, a la que se nota está cansada y sus poderes ya no le funcionan como antes. Eso era seguro, ya que está peleando contra Livy y Belcebú. Él actúa con destreza y mucha agilidad, logrando atacar a Vega por detrás, tomándola del cuello y haciendo que ella lo mire.

Los celos amenazan con atacarme y por un momento siento la necesidad de ir y quitarla para que no toque lo que es mío.

—¿Ahora sí es tuyo? —cuestiona Leticia, burlona—. Qué rápido te hacen cambiar de opinión.

—Este no es momento para que aparezcas a joder.

—Más respeto, jonvencita. Soy tu loba.

—Llora pues.

Me enfoco en lo que es importante ahora, y ese es Gael. Llego a donde se encuentra y trato de quitarle las cadenas de la misericordia, pero al tratar de tocarlas recibo un ardor tan insoportable que me hace soltar un grito de dolor.

«Esto de verdad es capaz de dañarnos»

Trato de darme ánimos para quitarlas con mi fuerza sobrenatural, pero las mismas cadenas me debilitan. ¡Malditas cadenas! Cuando estoy a punto de intentarlo de nuevo, las luces se apagan de repente. Escucho la pelea, pero todo queda tan oscuro que no soy capaz de ver nada ni con mi vista nocturna. Los nervios se apoderan de mí y trato de concentrarme, no puedo perder la concentración...

Si pierdes la concentración, el miedo se va a apoderar de ti, te consumirá, hará que dudes de ti y justo en ese momento, el enemigo aprovechará eso para atacarte y matarte”. Las palabras de mi padre me invaden, recordándome el porqué no debo perder el control.

Las luces se encienden de nuevo y casi abro la boca al ver lo que acaba de pasar. Otra maga elemental morena de cabello negro con toques morados aparece, usando sus poderes en contra de Belcebú, haciendo que suelte a Vega. Un hombre de piel blanca, colmillos, rubio cenizo y ojos rojos aparece, atacando a Dean, vampiro sin duda, y ambos se embarcan en una lucha a muerte. Por último, una chica, también vampiro, lo sé por sus colmillos y ojos rojos, pero con cabello castaño aparece para atacar a Livy. Y todos tienen algo en común y es que van a ayudar a Trent y a Vega.

¡¿Qué mierda acaba de pasar?!

Decidido dejar de estar como una estaca y ayudarlos, pero un golpe fuerte en mi nuca me hace voltear pata encontrarme con Clara, quien me sonríe antes de meterme una patada que me lanza a una de las mesas. Los ojos azules de ella me miran divertidos, su sonrisa es genuina y malvada. ¿Quién diría que tanta simpatía se iría en ese engendro?

—¡Sorpresa! ¿No creíste que los dejaríamos solos o sí? —cuestiona Clara, pero creo que no me lo dice a mí.

Intento levantarme, pero me arden las manos, ahora sangrantes por querer quitar las cadenas.

—¡Ya era hora de que llegaran! —responde Vega molesta mientras quema la pierna de Livy, haciéndola caer al suelo, haciéndola soltar un grito por el dolor—. Justo en el blanco.

—Ya te mataré... —susurro para mí cuando logro incorporarme y busco de atacar a Clara, pero ella me deja clavada en mi sitio.

Híbridos #3Where stories live. Discover now