El Primer Grito

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Thor:

Después de aquella demostración de las fuerzas imperiales, los Caballeros con los símbolos del sol, se asentaban y hablaban con un oficial imperial, el resto de tropas imperiales recogían los cadáveres de los demás compañeros cazadores, sin duda había ocurrido una masacre, por suerte, la mayoría de hombres que mataron eran viajeros, y los pocos que eran de Paraje De Ivar, los empezaban a cargar, o bueno... lo que quedó de ellos. Un par de curanderos se acercaron a mí y a Mer, y en eso caí en cuenta, tenia la pierna bañada en sangre...y el dolor me recorrido por todo el cuerpo. Con la ayuda de Mer me tumbé en el suelo, mientras los curanderos hacían su trabajo, aquel cazador volvió al pueblo muy consternado, y no le culpo, yo también lo estoy.

-Señor- Mer a mi lado llamó mi atención

- ¿Qué sucede Mer? – le respondí, y ella solamente apunto con el dedo a la cueva, donde los caballeros desmontaban y los legionarios se levantaban de sus puestos para cargar hacia la cueva. Los curanderos terminaron su labor y siguieron bendiciendo cadáveres y cubriendo los restos.

-Vámonos Mer...- Sentencié y Mer asintió, ayudándome a caminar. La tarde había caído, y el viento me recordaba la estación en la que estábamos, llegando al paraje, me di cuenta como el lugar era tan calmado, y como nadie se había percatado de la masacre perpetrada por los vampiros. Una nube tapó el cálido sol de la tarde y cuando alcé la vista, me di cuenta que la nube estaba en la Garganta Del Mundo, espero de verdad que Laura haya podido protegerse del frio, se ve que no es cómoda esa caminata... Mer me dejó en el porche de la taberna mientras preparaba algunas cosas dentro, yo ya podía caminar, como era de esperarse, por ello me levanté y por casualidad el hombre que había ayudado en la mañana, estaba otra vez en la huerta, pero esta vez en el molino de trigo, sacando algunos sacos para, imagino, vender o almacenar. Me acerqué amistosamente...

- ¡Ey!, Señor...- No terminaba de decir cuando entre en cuenta de que no sabia su nombre, por lo que aquel saludo que había llamado la atención de aquel hombre mayor, quedaría inconcluso.

-Gibran, Gilbran Azada de Hierro- Contestó aquel hombre dándome un trozo de pan cuando me acerqué.

-Es de la cosecha, mi hija lo ha hecho, espero que disfrutes los frutos de nuestro trabajo- Dicho eso, dio un bocado al pan. Hice lo mismo por curiosidad y al hacerlo, el suave aroma del pan cocinado me llegó a mis fosas nasales, la textura suave y crocante al mismo tiempo, y aquel sabor tan armónico, ni muy dulce ni muy salado.

-Sin duda tu hija es una cocinera- Solté el comentario al aire mientras tragaba el ultimo bocado de pan. Gilbran rio en voz alta.

-Tienes razón... Extrañaré a mi pequeña niña cuando se valla a la capital con el hombre que ama- El tono melancólico se le notaba en la voz, mientras miraba a la montaña, aquella montaña donde las almas más agraciadas viajan para purificarse. Di un paso adelante y me acerqué a Gilbran.

-Quisiera seguirle ayudando- Dije sin dudarlo, el hombre bajo su mirada para sonreír cálidamente, como aquella tarde de principio de verano.

-No te molestes, hijo. Es más... ¿Por qué no vienes hoy en la noche a la casa? - Su voz se había calmado. Me resultó impactante que me lo pidiera tan fácilmente, parecía que la gente de este pequeño Paraje era muy amigable con todos aquellos que se portaran buen con ellos, eso me sorprendió.

-Pero Señor Gilbran- No había terminado de cuestionarlo cuando me interrumpió con una autoritaria, pero calmada voz.

-Nada de peros. Ye has portado bien con la familia, así que te lo has ganado. – Finalizó para entrar nuevamente a su casa.

Extrañado decidí volver a mi habitación y alquilar un baño para ducharme, entrando a la posada, me encuentro con Mer, comiendo una sopa, la verdad la dejé hacerlo, ha tenido un día duro, y complicado, además de que nuestro dinero escasea y la verdad, que importa que se coma una sopa o no... Entré tantos pensamientos me acerqué a un hombre en el bar, y le pregunté amablemente como podía darme un baño, y el me mostro el baño, y con diez monedas que me restaban en mi monedero, pague para bañarme... luego de que el atardecer llegara, estaba listo para salir a la casa de Gilbran. Pero Mer estaba en el porche cuando salí, y como aun el ocaso del día no había terminado me le acerqué.

- ¿Mer? - Vociferé para llamar su atención, y ella voltearía y lo primero que pude notar, es que los ojos eran los normales, los de siempre.

- ¿Si señor Thor? - Contestó sin mucho vacile, levantándose incluso para demostrar respeto ante mí. Lo que se esperaba de cualquier soldado.

- ¿Qué haces tan sola? – Pregunte acercándome a ella para salir por completo de la posada.

- Pues solo admiraba el bosque señor. – Mencionaba, contestando mi pregunta. Una vez estaba en la calle principal, le dije.

- ¿Quieres ir a dar un paseo por el bosque? – Ella solamente asintió y empezamos a caminar hacia el norte, saliendo del paraje y empezando a caminar por aquel poco denso bosque de abedules, que el verano dejaba con un tono pintoresco, sin mucho más de lo que hablar solo caminamos, sin mucho más. Disfrutábamos de aquel bosque, de aquella tranquilidad, las tonalidades de naranja con blanco y azul del cielo, eran algo que dignamente entrañaba. La simpleza del panorama y a su vez la complejidad del mismo era cautivador, en cierto modo me recordaron a los humanos, a como funcionamos, y como somos. Pasado el rato caminando llegamos a las orillas del pequeño lago, en el cual se podía ver a la distancia el puente de piedra y todo el paraje. Me senté en la orilla a esperar a Mer, la cual solamente se quedo viendo el agua en un silencio que no era incomodo, era todo lo contrario. Calmante.

- ¿Sabe señor? - Me dijo acercándose a mi

-Me gustan los bosques- Dijo en tono dulce antes de acercarse rápidamente a mi y darme un tierno beso en los labios...

PROXIMO CAPITULO: Sombras del pasado.

EYYYYY QUE TAL CHICOS??? ¡Audiencia en general!, se que he estado ausente por mucho tiempo, pero la verdad es que había dejado de lado este proyecto para hacer otras cosas, en pandemia se supone que tengas tiempo libre ¿no? ¡Pues no! O por lo menos no en mi caso. ¡También debo atribuirle mis problemas personales y la falta de inspiración, se puede decir que me estanqué... PERO YA ESTOY DE VUELTA! Y además con esté intrigante capitulo que me ha gustado bastante, la verdad. Estoy pensando en el final, y ya lo tengo, espérense, ¡que aún queda tiempo para Skyrim! Y lo mas importante de todo esto es que efectivamente, he vuelto con ganas de seguir esta magnífica historia, Madre mía que ya somos mas de 2200 leídos en toda la historia, quisiera de verdad agradecerles, a ustedes y a Bethesda por semejante juego del cual puedes sacar muchos contenidos para muchas cosas. ¡Sin más invito a que me sigan y que de vez en cuando se pasen por la pestaña de conversaciones de mi perfil para tener una interacción más grande conmigo!

Siempre seré su sombra: Skyrim fanficWhere stories live. Discover now