Mi destino eres tú (Calum Hood&Tú)

24. "Batido de frambuesa."

Temprano en la mañana escuché un bullicio que provenía del living así que como pude abrí mis ojos y bajé. Mientras terminaba de bajar los últimos dos peldaños me di cuenta, en realidad recordé, con quienes estaba en la casa.

—Bonita pijama.

Las palabras de Mike fueron las que me recibieron al llegar al primer piso. Bajé mi mirada pudiendo ver mi corto short morado y mi camiseta tapando la gran parte de él. ¡Qué idiota! Creerían que solo uso una corta camiseta para dormir. Pude escuchar las risas de Ashton uniéndose a las de Mike, mientras Luke trataba de no reírse.

Definitivamente debía estar sonrojada.

—¡Hey! —escuché esa dulce voz saliendo de la cocina. Me miró detenidamente y pude sentir mi rostro arder. Lo que me faltaba. Luego pasó algo que jamás pensé, se giró y le pego un puñetazo en el brazo a Mike—. No la mires de esa forma, idiota.

Mike solo emitió una leve queja momento que aproveché para girar sobre mis talones y volver corriendo a mi dormitorio.

—¡_______ (Tn)! —reclamó Ariana cuando entré a la habitación luego de haber cerrado la puerta de manera brusca.

Debí suponer que me miraría mal si llegaba a despertarla.

—Lo siento, Ariana. —dije avergonzada por la situación y corrí a mi closet por algo de ropa.

—Sabes que no me gusta que me despierten de manera brusca. —me volvió a reprender con el ceño fruncido mientras se levantaba de la cama y yo corría al baño.

Me di una ducha rápida, sabía que la que más necesitaría tiempo seria Ariana. Ella tiene la costumbre de tardar una eternidad en la tina. Si yo demoraba años, ella demoraba siglos. Una vez que estuve lista me dispuse a peinar mi cabello mientras Ariana se bañaba.

—Voy a la cocina. —le avisé a Ariana cuando ella salió del baño. Como respuesta ella solo asintió con la cabeza.

Desayunamos con rapidez debido a nuestro leve atraso. Joy nos preparó unas ricas tostadas y todos las comimos entre risas, como siempre al estar juntos. Una vez en el instituto Mike y Ashton se despidieron de nosotros y caminamos juntos hacia la sala.

—¿Qué te pasa, fresita? —me preguntó Calum. Yo no respondí, aún estaba avergonzada por la forma en la que me vio vestida—. ¡Oh vamos! No me digas que...

—No digas nada, Calum. —salió rápidamente de mi boca.

—Me voy a la clase de geometría. —me avisó Ariana y yo asentí débilmente. Luke ya había desaparecido y no tenía la menor duda de que era por Aleisha.

—¿Por qué reaccionas así? No hemos hecho nada de lo que debamos sentirnos avergonzados. —dijo Calum una posición rígida. Sus brazos estaban cruzados a la altura de su pecho y su cuerpo estaba levemente cargado hacia la pared.

—Lo que sucedió en la mañana fue vergonzoso. —dijo rápidamente para continuar hablando antes de que pudiera responder—. Había olvidado que estaban ahí, pero te puedo jurar que llevaba ropa debajo de la camiseta.

Una risita de parte de Calum me interrumpió haciendo que lo mirara tratando de comprender el porqué de su reacción. ¿Acaso me había dejado en vergüenza sin siquiera planearlo?

—Ay, fresita. –exclamó soltando una gran tonelada de aire—. Discúlpame a mí por no haber golpeado a Mike antes de que abriera su bocota. ¿Sabes? Te ves más linda cuando te sonrojas, pero conmigo no debes tener vergüenza. No me des explicaciones, fresita.

Era totalmente cierto. ¿Por qué de repente había sentido la necesidad de explicarme a él? Es más ¿Por qué solo a él?

—Ahora vámonos a clases antes de que se nos haga más tarde.