Ingresó, por accidente, a un mundo al cual no pertenecía. Quedó maravillada con todo lo que pudo ver y conocer ahí, pero no podía quedarse por mucho tiempo... Se estaba volviendo parte de él, olvidando todo lo que había vivido en el suyo. ¿Podrá reg...
- ¡Es hoy! ¡Es hoy! ¡Hoy es 8 de septiembre! - me levanté de mi cama de un solo salto y el no marearme por hacerlo me alegró aún más
- ¿Es necesario que hagas tanta bulla, Liz...? - se despertó mi kwami, con un poco de molestia. ¿Y quién no lo estaría en su posición? - Ni siquiera es tu fiesta... - se quejó y soltó un bostezo
- Lo siento, Heall. Pero no hay tantos días especiales como para decir ese meme - abrí las cortinas de mi balcón para que los rayos del sol iluminaran esta hermosa alcoba
- Ah... Tú y tus palabras raras... - se volvió a acomodar entre las sábanas - ¿Y qué es un "meme"? - preguntó, cerrando sus ojos para volver a dormir
- Ay, Heall... Tenemos mucho de que hablar - asentí y entonces, ella me miró con cara de no entender nada de lo que le decía. Tal vez esa palabra sólo existe en mi dimensión - Otro día te lo explicaré, hoy tengo mucho que hacer. Comenzando por-- ¡Está haciendo mucho calor! ¡Y eso que sólo son las 9 de la mañana! - un poco fastidiada, decidí también abrir todas las ventanas que podía alcanzar. Es que no me habían dado un control como el que tiene Adrien en su cuarto - No me gusta mucho el verano...
- Pues tendrás que soportarlo - se dió media vuelta - Aunque tuviste mucha suerte que te escogieran ese vestido para la noche. Parece ser muy fresco
- ¿Qué vestido? - busqué con la mirada el objeto del que hablaba - ¡Oh, es verdad! Ayer me lo entregaron en la noche. Nathalie me dijo que el señor Agreste lo escogió para mí e hizo todo lo posible para que me lo entregaran a tiempo. Me comentó que primero iba a ser negro, pero no le gustaba como quedaba con mi cabello; así que pidió que sea mejor de color verde. Un verde igual al de mis ojos y al de los de Adrien, mas creo que este es un poquito más oscuro - no pude evitar soltar una risita burlona
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- Entonces, ¿sus trajes irán a juego...? - el tono de su voz sonaba cada vez más bajito, lo que me indicaba que se estaba quedando dormida de nuevo
- No lo sé, Heall... No he visto el suyo aún
Y mi pequeña amiga cayó otra vez en los brazos de Morfeo.
- Descansa... - susurré, con ternura, y me dirigí al baño para alistarme para este nuevo día
ೃ ፧ Adrien .๋ °
- ¿Cómo estás, Adrien? - apareció mi padre en la puerta de mi habitación
- ¡Padre! - corrí a abrazarlo. Estaba alegre de verlo - Sí viniste - hice que nuestros ojos se conectaran inmediatamente
- Por supuesto. No me perdería esta fiesta por nada - correspondió a mi abrazo
- Qué gusto. Entonces, ¿te presentarás nuevamente ante las cámaras? - lo miré con tanta ilusión que creo que mis ojos estarían muy luminosos
- Adrien, antes de contestar eso - me apartó de él unos cuantos centímetros. Su expresión seguía seria - Tengo que decirte algo muy importante que nunca debes olvidar - soltó, haciendo énfasis en el "nunca"
