Capítulo 47 - Normalidad de superhéroe

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Elia se encontraba esperando junto a su padre. SWORD les había hecho llamar, pidiendo información sobre lo que había pasado con Wanda. El mundo quería saber más, pedían justicia, y Wanda iba a tener que pagar por ello. La mujer seguía criogenizada, aún tenían que ver cómo extraerle la infección, porque no sabían qué podría pasar exactamente. Elia ahora tenía los mismos poderes que ella y se encontraba perfectamente, podría encargarse de contener la energía que saliese, pero ella no sabía aún manejar muy bien todo ese poder. Tendría que entrenar primero, aprender cuáles eran sus límites, pero igualmente no tenían claro que crear una gema del infinito fuese la solución. Habían visto lo que le había hecho a Wanda y no podían permitir que alguien así tuviese semejante poder. Las gemas eran peligrosas, ya lo habían visto hacía años con Thanos, pero parecía que se les había olvidado. Lo de Wanda había sido un recordatorio demasiado horrible, algo que no podían permitir que pasase de nuevo. Tenían que buscar una alternativa para salvarla, aunque tampoco las tenían todas consigo. Wanda parecía consciente de lo que hacía, ella estaba dispuesta a recuperar a Visión y toda esa vida que le habían robado, con lo que curar su infección y hacer que regresase podría plantear un nuevo desastre. Independientemente de la gema, Wanda era muy poderosa y, aunque Elia ahora mismo podría con ella, la chica todavía necesitaba aprender a controlarlo.

–Señores Stark –les llamaron. 

Elia y su padre se pusieron de pie, entrando en el despacho. Sorprendentemente, Furia estaba allí, no en la base del espacio como tenían entendido.

–Buenas tardes –saludó.

–Eh... Buenas tardes –contestó Elia.

–Sí, hola –dijo Tony–. Vayamos directos, por favor. Hay muchas cosas de las que tenemos que hablar.

–De acuerdo –asintió Furia–. La señorita Maximoff ha incumplido muchísimas leyes y van a condenarla. No piensan aceptar ninguna rebaja de la pena y quieren hacerlo cuanto antes, así que esperan que pronto la entreguen a las autoridades.

–Está congelada, saben eso, ¿no? 

–Sí, señor Stark, lo saben, pero también esperan que la descongelen para poderle aplicar el castigo.

–Eso sería estúpido –repuso Elia–, si la descongelamos morirá y...

–No les importa mucho eso –informó Furia, sorprendiéndoles–. Consideran que ella es demasiado peligrosa y no hay un lugar suficientemente preparado para contenerla. La muerte es también un castigo.

–Creía que la pena de muerte iba en contra de los Derechos Humanos –comentó Elia.

–No la condenarían con la pena de muerte, ella moriría por la infección que tiene.

–¡Es lo mismo! –protestó Elia.

–Elia, por favor –le pidió su padre, tratando de evitar que saltase de la silla.

–¡Quieren matarla!

La mirada de advertencia de su padre hizo que callase. Había algo que le decía que era mejor mantener las formas, como si hubiese tenido una idea. 

–Aseguran que no pueden contenerla –comenzó Tony–, ¿pero y si existe algo que pueda retenerla?

Furia sopesó la idea unos instantes.

–Supongo que entonces la señorita Maximoff podría cumplir su pena sin problemas –aseguró–, pero siguen queriendo que el juicio sea inmediato.

–El juicio puede ser inmediato, pero el cumplimiento del castigo no –Tony sabía perfectamente cómo jugar con las palabras–. Industrias Stark se ofrece a crear una cárcel capaz de retener a gente como ella a cambio de que sean capaces de esperar a que encontremos una solución para su estado.

El Guardián siempre protege [Peter Parker]Where stories live. Discover now