﹙𝒊𝒗.﹚𝗅𝖺𝗆𝖾𝗇𝗍𝖺𝗋 𝖽𝖾𝗌𝗂𝖼𝗂𝗈𝗇𝖾𝗌

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—Debes vivir, Eros, sé que muy en tu interior deseas vivir, así que escúchame con atención, idiota —a pesar de sus graves heridas, jaló de las orejas al de cabellos marrones acercándolo a su propio rostro—

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—Debes vivir, Eros, sé que muy en tu interior deseas vivir, así que escúchame con atención, idiota —a pesar de sus graves heridas, jaló de las orejas al de cabellos marrones acercándolo a su propio rostro—. Vive plenamente aunque sea lo último que se puede hacer...hazlo al lado de la persona que más amas, y sé lo que vas a decir pero cállate, por una vez en tu vida, hazme caso, por favor, sé feliz.

Eros se limitó a ver con cierto interés —que no admitiría— cómo Hange observaba con atención la boca del chico titán, sorprendiéndose esta misma al darse cuenta que el diente que Levi le había tumbado minutos atrás, volvía a estar ahí como nuevo.

A pesar de estar viendo el escenario frente a sus ojos, su atención estaba centrada en sus propios pensamientos auto dañinos que usualmente tenía, y es que, al parecer su propia mente era su enemigo número uno y no los titanes.

Siempre, no importaba el lugar o el momento, si era oportuno o inoportuno, ahí estaba, cada día recordándole el momento en que Damian se le fue frente a sus propios ojos.

—Eros, ¿estás de acuerdo con lo planeado? —la interrogante de Erwin Smith quedó al aire. Ni siquiera sabia por qué seguía respirando, desperdiciando y robándole oxigeno a otros, así que sin saber una mierda, simplemente asintió.

El chico Titán le echó una mirada al de los vendajes con intriga. Ni siquiera se había dado cuenta de su presencia, y Eros era alguien que se hacia notar siempre, fuera a donde fuera.

Los vendajes rodeando su cuerpo picaron su interés, se preguntaba si todo su cuerpo estaba vendado, o solo las partes que uno podía ver.

—Si harás tu pregunta, hazla ya, mocoso, no solo te lo quedes mirando. —escupió con palpable molestia en su tono cierto azabache de baja estatura.

Eros que seguía metido en sus pensamientos, pareció bajar de su luna y observó meticulosamente a Eren, expectante a la posible pregunta que podría hacerle en breves.

Se hacia a la idea de lo que le preguntaría, sin embargo, no estaba en sus mejores momentos como para responder trivialidades, y es que en situaciones como éstas, usualmente su lado narcisista salía a la luz.

—Usted también perdió a alguien a manos de los titanes, ¿no es así? Su mirada lo dice todo, está completamente vacía.

Pero jamás se le cruzó por la cabeza que Eren Jaeger le afirmara algo. Ninguno en la habitación se lo esperó y Levi supo que la fibra que el titán cambiante había tocado en su chico, traería consecuencias desastrosas porque la mente de Eros Lackbërg siempre estaba en un constante cataclismo para sí mismo, dañándose físicamente en el proceso.

—Eren —lo llamó sin ánimos de ocultar su sorpresa— sin duda eres un suicida, ¿no te gustaría cometer suicido doble conmigo?

Y sin duda, esa fue la última respuesta que hubieran esperado de él.

悲劇 𝐂𝐀𝐓𝐇𝐀𝐑𝐒𝐈𝐒; 𝗌𝗇𝗄Where stories live. Discover now