Capítulo XX

27 11 19
                                    

Jane:

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Jane:

La fuerte discusión con Wiles del día anterior aún me tenía un poco inquieta. Decirle todo lo que llevaba aguantando desde que le conocí, había sido un error, no por lo que dije sino, por el momento en el que escogí hacerlo, pero ni modo, ya estaba hecho.

Por otro lado, no había visto al ruso desde ayer, a pesar de que le hice mandarme un audio de su violín para dormir, no habíamos hablado. Él había pasado el día estudiando para un examen de la universidad, así que decidí no molestarle.

Mi hermano, en cambio, no dejaba de dar vueltas por la casa. Un fin de semana insoportable con Travis en un estado mental cuestionable. A él no lo recordaba nervioso por nada, ni siquiera en el funeral de nuestros padres se veía afligido por lo que había sucedido. Sus capacidades para ocultar los sentimientos eran extraordinarias.

—Anderson —gritó mi hermano desde la sala.

— ¿Qué quieres? —respondí con el mismo volumen desde mi cuarto, con pocas intenciones de levantarme.

—Necesitamos hablar, pero como personas normales, sin gritarnos de extremo a extremo de la casa.

—Pues ven tú, porque no pienso levantarme, estoy cansada —le hablé recostada en la cama.

—No dejas de ser una vaga por más que pasa el tiempo —se paró en el marco de mi puerta, dudando si entrar o no a mi habitación.

—Hay cosas con las que aprendes a vivir —jugué con mis manos en el aire—. ¿Qué querías hablar, Travis?

—Yudy me ha llamado —podía notar la tensión en su cuerpo, pero yo ya no tenía permiso para inmiscuirme en sus cosas.

— ¿Qué te ha dicho? —inquirí, intentando denotar desinterés, a pesar de que sabía, que una llamada de Yudy siempre viene con consecuencias.

—Hamilton viene a cenar hoy con nosotros.

No necesitó decir más para que mi cuerpo se paralizase por completo. Él no podía venir, no lo quería cerca de mí, mucho menos en mi casa, sabiendo dónde duermo, mirándome, logrando que otra vez me desestabilizara.

—Él no va a entrar a esta casa, Travis —le advertí—, ya puedes avisarle a Yudy que cancele ese encuentro —mis manos comenzaron a temblar, pero las contuve.

— ¿Estás bien, Anderson? —se acercó mi hermano—, te has puesto pálida —agarró mi rostro entre sus manos, en un intento de examinarlo—. Solo va a ser una reunión de negocios y yo que tú, no me negaría. En las próximas semanas comenzaré a trabajar con Yudy y según me dijeron, gracias a ti no se pudo cerrar el contrato.

—No pude quedarme en aquella clínica —confesé.

—Solo ten en cuenta que por tú culpa, dos niños quedaron huérfanos de padre.

Cuervo // Vínculo // ✓Where stories live. Discover now