• CAPÍTULO 13 •

Start from the beginning
                                    

Número desconocido.
"Ey, desbloquéame ya de una puta vez"
"Todo fue un malentendido" 
"Deja de hacerte la víctima, no te queda"
"No te enojes por Dios, no eres una niña chiflada"
"Yo nunca hice tal cosa"

Me guardo el teléfono y salgo de la habitación en busca de Dalton quien por suerte lo encuentro en su oficina.

—Qué pasa Ruggero.

—Dime de quién es ese número desconocido. —Se lo entrego y lo ve, pero no hace nada.

—¿Vas a espiarla?

—Hazlo, ya.

—Bien. —Se pone en su computadora y la conecta al teléfono. Hace mil y un cosas pero no dice nada—Debe de ser de una amiga. Las mujeres se suelen pelear por pendejadas a cada rato.

—No hables y haz lo que te ordeno.

—Okay. —Sigue en lo suyo y cuando ya va por el final, su pantalla se traba y aparece un anuncio de advertencia—Pero, ¿qué?

—¿Qué pasa?

—El contacto no me deja rastrearlo, es como si estuviera protegido.

—¿Protegido?

—¿Karol sabe de computadoras?

—No sé ni que mierda sabe ella.

—Es que... está protegido como si hubiera sido yo el que lo hubiera protegido.

—¿Por qué lo habrá protegido? ¿Quién será?

—Tal vez una amiga.

—Las amigas no se protegen de tal forma. —Karol es muy astuta, y no sé si eso me sigue gustando porque no me gusta perder—Gracias, ni una palabra de esto a nadie.

—Sí jefe.

Me marcho de nuevo y voy a su recámara. Aún no ha salido de la ducha así que dejo su celular donde mismo pero antes de salir, me ve.

—¿Qué haces aquí?

—Vine por ti, ¿Vamos a dormir? Muero de sueño. —Miento.

—Hoy no tengo ganas de dormir contigo.

—Que lastima. —No le da tiempo de reprochar pues rápido la cargo y me la llevo corriendo de ahí hasta cerrar la puerta de mi habitación; no gritó, no me pegó, no reprochó y eso sólo me deja en claro que quería que la trajera si o si conmigo.

—Dime Princesa. ¿Qué es lo que te hizo enfadar tanto como para armar una pelea tan enorme?—La aventé a la cama y cuando fui a apagar la luz me quité la camisa y me acosté sobre ella para poner mi barbilla justo en medio de sus dos bubis.

—Es algo que no te incumbe.

—El director no nos puso el audio completo, pero deduzco que fue a causa de un hombre.

—Quiso humillarme diciéndome que estaba saliendo con el infeliz de mi ex. Vaya, es que Sergio tiene una magnífica reputación ahí, es como decir que es "el más aclamado"

Tú, Yo y El Mal Where stories live. Discover now