30. La cura

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Después de la fallida misión para atrapar a Ricky, volví al centro de investigaciones en el que Ryan y los demás se reunían. El laboratorio era gigante y estaba repleto de científicos. La jefa de policía Jennifer custodiaba el lugar con un vasto grupo de agentes.

—Hicimos bien en implementar la cuarentena —dijo Ryan cuando le informé sobre lo sucedido.

—Pero no lo atrapamos... —habló Jennifer.

—Al menos limitamos sus posibilidades de asesinar personas —interferí—. Sabíamos que sería difícil dar con su paradero. Tuvimos suerte de que pude adivinar su próximo movimiento. Aunque el primer día no se presentó en El Sepulcro, pero esta noche sí lo hizo.

—Odio no haber puesto más policías en la azotea —expresó la jefa de policía—. Pero la mayoría de nuestros agentes se concentran en cuidar este centro de investigaciones o en patrullar la ciudad. Maldita sea...

—Los zombies son más ágiles —comenté—. De cualquier manera habrían podido escapar. Lo importante es que lo intentamos, y estoy seguro de que el plan de Ryan funcionará.

—¿Tuviste la oportunidad de mencionarle lo de la cura? —preguntó él.

—Sí —contesté—. Estoy seguro de que se creyó la historia. Pude sentir lo que pensaba. Además, tengo un talento natural para irritarlo y lo usé a mi favor para provocarlo. No tengo dudas de que se va a preparar para atacarnos en unos días.

—Perfecto —dijo Ryan—. Aunque sería una lástima que destruyeran este laboratorio. Pero seguramente no se lo habría tomado en serio si le hubieras mencionado otro lugar.

—Espero que eso funcione —habló la oficial Jennifer—. Si no podemos atraparlo, es mejor que venga a nosotros. Así tendremos más oportunidades. Por cierto, ¿cuándo estará lista la cura?

—Me falta ultimar algunos detalles, pero creo que para mañana lo estará —respondió Ryan.

—Michael ha estado inconsciente desde la mordida. Ojalá todo salga bien... —musitó ella.

—Tranquila, es mejor que se vaya a descansar —le dijo Ryan—. Mañana la probaremos en Joseph primero, y después, si resulta como esperamos, en el detective Brown.

—Gracias. —La oficial se despidió y dejó el laboratorio.

Luego de irse, Ryan se acercó a mí, con una actitud seductora, y llevó mi rostro a sus labios. Nos besamos por algunos segundos, pero de repente, separó nuestras caras y preguntó: 

—¿Cómo te fue? ¿Te hirieron?

—Uno de los zombies me provocó un ligero raspón, pero ya está sanando. Mis habilidades regenerativas son mejores que antes.

—Qué bueno. —Pude notar cómo su tensión bajó al escuchar que estaba bien.

—¿Y tú qué has hecho, bebé?

—Trabajar incansablemente en la vacuna. Por suerte, los archivos que nos dio Oliver estaban en buen estado. Aunque el francés en el que estaban escritos sonaba arcaico en ocasiones. Sin embargo, habían muchos datos interesantes sobre los experimentos que realizó aquel científico.

—¿Qué clase de experimentos? —Mi curiosidad me obligó a indagar en el tema.

—Creo que el «hechicero» no quería crear un virus zombie. Según lo que vi en algunos apuntes, su intención era curar las enfermedades de los esclavos de Haití. Aunque es raro, ya que aquello no concuerda con lo que Aaron Gibson nos contó.

Coronavirus Zombie (completa)Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon