C A T O R C E

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Sus labios estaban resecos y su cabeza daba vueltas. Sentía el agrio sabor de los restos del mejor vino que su cuñado había tenido en su reserva. Era hilarante pensar en la reacción que Seung Hyun tendría cuando se enterara de que prácticamente había derrochado una botella de gran reserva. Cerrando los ojos, se estiró perezosamente sobre las sábanas revueltas mientras su lengua delineaba el borde de su labio inferior.

Había estado bebiendo durante toda la tarde mientras escuchaba algo de música desde el reproductor que había tomado prestado de la habitación de su hermano. Ciertamente, le sorprendía que Ji Yong aún no hubiese entrado a la habitación, gritándole y exigiendo que apagara la maldita música. Había sucedido un par de veces. O quizás muchas veces en el último par de semanas.

Las cosas se habían vuelto inestables en su vida desde la noche en la que Young Bae lo había dejado fuera de la casa de Seung Hyun. Desde entonces no lo había visto otra vez. Por lo que sabía, y por lo que había husmeado en los mensajes de su cuñado, el moreno había volado a Los Ángeles a visitar a algunos familiares.

Ni una sola vez había escuchado a su cuñado mencionar el hecho de que el abogado hubiese preguntado por él. Estúpidamente, aún guardaba la esperanza de que Young Bae se sintiera igual que él, sintiera la misma debilidad y necesidad por estar al pendiente. Por supuesto, no había ocurrido.

En medio de un profundo suspiró, sintió su teléfono vibrando dentro del bolsillo delantero de sus pantalones. Revisando, simplemente frunció el ceño.

Mino 9:47 PM

"Tengo un nuevo vídeo..."- escribió, anexando una foto de sí mismo acariciándose, con un vídeo de dos tipos jodiendo de fondo.

Esa era otra cosa. Durante las pasadas semanas, había estado teniendo sexo con Mino. No lo malinterpreten, no significaba nada. Simplemente se trataba de... maldición si sabía de qué. Se veían por lo menos cuatro veces a la semana en la casa del moreno, tenían sexo hasta cansarse y después él simplemente regresaba a casa, se metía a su habitación y mientras estaba en la cama, fingía que cierto abogado que ya no daba una mierda por él, lo acompañaba bajo las sábanas.

Era patético.

La puerta se abrió, sacándolo de sus pensamientos autocompasivos.

­-Mamá llamó...- comenzó su hermano, con voz cansada- Le llamaron del colegio otra vez. No te has presentado en tres días. - suspirando, simplemente dejó que Ji Yong comenzara a sermonearlo.

-¿Y cuál es el problema? - gruñó. Enderezándose, miró a su hermano, notando cómo este rechinaba los dientes y luego simplemente sacudía la cabeza, negando.

-El problema es que tienes que dejar de comportarte como un tonto. Tienes que madurar, SeungRi.

-¿Qué? - frunció el ceño.

-Has estado actuando como un verdadero mocoso insolente. ¡Dios! ¿Y de esta forma es como pretendías que papá y el propio Young Bae te trataran como un adulto?

-No busco la aprobación de nadie. - se enderezó- Y no necesito que vengas a regañarme como si tuviera cinco años.

-No, sé muy bien que no los tienes. - cuadró los hombros- Créeme SeungRi, lo sé perfectamente.

-¿Qué quieres decir?

-Seung Hyun y yo podremos parecerte ingenuos, pero no somos estúpidos. - frunció el ceño- Cuando acepté que vinieras a vivir aquí, te dije que tenías que responsabilizarte, tomar precauciones, ser inteligente. ¿Y qué es lo que hiciste? Echaste a la basura algo bueno. - suspiró.

CASI UNA NOVELA DE AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora