UN OSCURO Y TORMENTOSO DESTINO

642 68 6
                                    

Esta es nuestra primera cita oficial y no tengo ni una maldita idea de qué vaya a ocurrir. Podríamos acabar de distintas maneras, yo espero que con nuestros problemas arreglados, y en la cama echando un buen polvo. Es decir, prioridades, señores. No quiero decir que todo se derive al sexo, sin embargo ningún ser vivo puede decir nada malo al respecto, o al menos no los que yo conozco.

Todo el mundo es feliz después de un buen polvo. No conozco a nadie que no lo haya sido. Pienso que tanto él como yo hemos estado bajo constante presión y estrés. Han pasado muchas cosas en poco tiempo. Puedo ver —percibir— que él no se ve muy satisfecho con esta cita, está prefiriendo seguir rumiando en la torre como el gruñón que es, el problema es que si no lo saco de ese círculo vicioso, no estamos avanzando y yo, mi vida, necesita que avancemos. Podría hacerlo sola, pero necesito de él.

Está bien. Digamos que no vamos a recurrir con una terapia de sexo, apartaré estos cochinos pensamientos míos y optaré enfocarme en algo más racional como una discusión profunda y civilizada como deberían hacer dos personas que tienen un problema entre ellos. No podría tenerla con él encerrado en la torre. De una u otra manera, esto es necesario.

Que ¿cómo llegamos a la cita? Fácil. Idea de Nates. Y sí, el condenado dragón por fin apareció. Llevaba un tiempo sin tenerlo volando cerca de mi hombro. Extrañaba la voz rasposa con la que hablaba. Entre los dos convencimos a Deckard de una cita nocturna en el mercado de Klanta.

He vuelto a usar mi vestimenta de campesina y la peluca castaña. Es extraño usarla, ya me he acostumbrado a la apariencia de Evelyn, al cabello rubio. A verme a mí en ella. Después de todo, ya no recuerdo cómo era antes, mi piel bronceada y el cabello castaño son las pocas características que aún conservo en mi memoria de mi yo anterior. Los rostros de mi familia son solo caras borrosas, sus nombres, algunos recuerdos de mi infancia. Este lugar está absorbiendo mi pasado. Algunas noches, mientras que espero que el sueño llegue a mí, me asusta la idea de no recordar nada de mi pasado.

No sé si sea posible olvidarlo por completo. Olvidar lo que soy, pues es lo que me define. ¿Qué recuerdos tendría en su lugar? Porque ni siquiera al pasado de Evelyn puedo acceder.

El olor salado de una salchicha frita me trae al presente. Entramos al área donde están ubicados los puestos de comida, en la que abundan los olores del sazonado de una carne asada a la parrilla y en brochetas, la dulzura de unas esponjosas tortillas de vainilla, el picor de un embutido de cangrejo, pulpo y pimientos. Sé que debo cuidar la salud de este cuerpo, así que voy a tener que controlarme, escoger solo un par de frituras. No puedo excederme tomando en cuenta los carbohidratos que hay en esta comida callejera.

Mi primera opción es aquella apetitosa brocheta de carne, así que giro mi cabeza para llamar a Deckard cuando su expresión me detiene.

—Sabes, si vas a estar con esa cara de culo, puedes regresar a la torre. —Me cruzo de brazos.

Eso definitivamente llama su atención. Su entrecejo se frunce aún más de lo que ya estaba.

—¿Qué?

—Sé que te arrastré hasta aquí pero ¿puedes dar de tu parte? —Hago un gesto a nuestro alrededor—. No pensemos en nada más. Divirtámonos un poco.

—¿Crees que es válido divertirse tomando en cuenta nuestra situación?

—Sí. —Menudo aguafiestas. No voy a permitir que arruine esto. Mucho costó para que viniera, hace un tiempo que no hago esto de salir a disfrutar un poco la noche, sin mencionar lo cabezota que está siendo—. Tomé la idea de Nates para relajarnos, para iniciar de nuevo y pensar las cosas con la cabeza fría. Estoy cediendo, te estoy dando la razón en que somos un equipo. Si no arreglamos nuestros asuntos, no logramos nada.

✓ No Seguiré ese Destino [Destino #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora