CAPÍTULO 8 REGRESANDO A CASA

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Roberth miró a través de la ventanilla, le parecía increíble que en esos momentos estuviera regresando a su tierra, a su país, a aquel del cual hacía tantos años había salido ilusionado en compañía de sus padres, aquella pareja que decía amarlo pero que se lo demostraban solo cuando había alguien que los viera, y no cuando estaban solos, entonces él se convertía en un accesorio más de la enorme mansión que ocupaban, un accesorio al que no prestaban el menor interés, un accesorio del cual el personal de la casa se ocupaba.

En ocasiones pasaban incluso meses sin lograr ver a sus padres, ambos ocupados, él en sus negocios y en complacerla a ella, ella en gastar el dinero que él ganaba y en complacerlo a él.

Era normal que salieran de viaje, ya fuera de vacaciones, un fin de semana o un tiempo más largo y él se quedara en casa, <<para no interrumpir sus estudios>> decían. Por eso el día que lo incluyeron en sus vacaciones él no lo podía creer, tenía ocho años.

Esa noche no había podido dormir y se levantó cuando escuchó a sus padres hablar en la sala, se detuvo antes de bajar las escaleras del segundo piso, desde ahí pudo oírlos.

_ Amor, ¿estás seguro de lo que vamos a hacer? - dijo su madre.

_ Él es inteligente. No le pasará nada. - dijo su padre acariciando con una mano su mejilla y con la otra sosteniendo la copa de vino de la cual bebía. _ ¿acaso te arrepientes? - la miró con intensidad?

_ No... Claro que no. - dijo indecisa. _ ¿y si las cosas no salen bien?

_ Saldrán. - dijo con seguridad. _ nos encargaremos de que estas vacaciones sean inolvidables para él, si las cosas no salen como esperamos y regresa, todos los que nos vieron atestiguaran a nuestro favor, todo quedará como un descuido involuntario de nuestra parte o un mero accidente que no tuvo mayores consecuencias. Tranquila que todo estará bien.

Él había escuchado, sabía que se referían a sus vacaciones en donde él estaba incluido y en esa ocasión no había entendido el último comentario de su padre, ni siquiera cuando le dijeron que esperara en aquella tienda de juguetes y nunca más volvieron, fue muchos años después, cuando luego de pasar por los peores momentos de su vida, cuando después de perder su inocencia y de verse convertido en el peor de los criminales, con varias muertes en su haber y de ser uno de los ladrones más intrépidos de ese país, fue que recordó esa charla y supo que todo había sido planeado desde el principio, que él no había tenido la culpa de haberse perdido y no encontrar nunca a sus padres, que no fue negligencia de su parte el haberse movido de ese lugar después de horas y horas de esperar. Se dio cuenta de que no los encontró, porque ellos no querían ser encontrados.

_ ¿Que sucedería? - se preguntó _ si ahora, después de tantos años, él se presentaba delante de ellos y se dieran cuenta de que a pesar de sus esfuerzos por deshacerse de él, ahí estaba... De nuevo... Como los cachorros a los cuales sus dueños intentan alejar en vano, porque siempre regresan.

Cerró los ojos con cansancio, no valía la pena gastar sus energías pensando en ellos... Ellos no valían la pena.

Tenía que concentrarse, la vida le estaba dando una nueva oportunidad, la estaba tomando y tenía que aprovecharla.

*****
Gustavo miró a aquellos dos hombres. Hacía casi un mes que su trabajo en aquél país había terminado, las cosas habían salido bien, después de sortear todos los obstáculos que se le presentaron.

El complejo estaba funcionando, la gente estaba contenta y orgullosa de lo que se había logrado, muchos empleos se habían generado, y muchos negocios estaban floreciendo en la zona.

La gente que antes se oponía se había dado cuenta de que no les convenía resistirse, ni enfrentarse más a ellos, así que optaron por apoyar, la gente ya no era tan manejable y preferían tenerlos de su lado.

Sin embargo, él había permanecido, hasta lograr su objetivo, con papeles falsos y con ayuda de la misma gente del gobierno y políticos que antes le habían declarado la guerra había logrado sacar del país a la mayoría de los hombres de Roberth, sobre todo aquellos que no tenían esperanza ahí, por otro lado, había logrado el perdón y la reivindicación de aquellos que deseaban permanecer en el país y que estaban con Roberth por alguna injusticia.

Después de eso por fin regresaba a casa, pero no lo hacía solo, esos dos hombres se habían convertido en sus mejores amigos, en sus aliados, Roberth, que después de negarse tanto había sucumbido a su oferta y no sólo eso, habían logrado echar a andar la empresa de seguridad privada, que de inmediato se había ido a las nubes, era mucha la necesidad de protección en ese país y contando con la tecnología que entre él y Roberth habían logrado reunir, no había precedentes, los hombres poderosos buscaban con ansia sus servicios e incluso el mismo gobierno había solicitado ya varias veces su apoyo. Gustavo había aceptado con una condición, no se meterían con ellos ni con sus métodos, lo importante era el resultado, él había cumplido y ellos habían tenido que hacer lo mismo, al comprobar la efectividad de sus servicios.

Ahora Roberth volaba rumbo a su lugar de nacimiento, él le había confesado que no lo consideraba su hogar porque sólo había vivido ocho años ahí y el resto de su vida había estado en el país del que estaban saliendo ahora y aunque lo hubiesen tratado tan mal y siempre lo hubieran considerado como un extranjero, era lo único que conocía y lo consideraba como su tierra. Nunca pensó que pudiese ser posible regresar, pero lo estaba haciendo y Gustavo sabía que frente a él se abría un panorama alentador, él le había prometido ponerlo a la cabeza de la empresa de seguridad e investigación, además de que le había ofrecido hacerlo socio,  Roberth le había dicho que era como dar un salto de la tierra a la luna, y que nunca imaginó posible ese cambio, pero ahora se aferraba a él como una tabla de salvación.

Gustavo sonrió, era un buen tipo, se merecía esa oportunidad, merecía ser feliz.

Luego estaba el otro hombre, Justin, él era médico, por azares del destino sus caminos se habían cruzado en ese país lejano, era inglés y su familia siendo tan rica, lo había abandonado a su suerte en medio de un secuestro, a sabiendas de que moriría asesinado si no pagaban el rescate.

Para fortuna de él, tiempo atrás había atendido a Roberth salvándole la vida, lo que había valido para, que cuando Gustavo necesito los servicios de un médico Roberth lo buscará, lo cual había sucedido justo cuando su secuestro estaba en proceso, sin pensarlo él y sus hombres se habían dado a la tarea de rescatarlo.

luego había sido llevado ante él, quien le expuso la situación: Omar su amigo había sido herido, las autoridades no podían ser informadas, así que si los ayudaba y eran descubiertos podría ir a la cárcel, sin embargo Justin se había arriesgado, después de todo estaba vivo gracias a él y Roberth.

Luego de eso, los tres hombres habían permanecido en contacto, Gustavo le había ofrecido a Justin ayudarlo a regresar a su país, Inglaterra, sin embargo, él tenía su vida hecha en Estados Unidos y hacia allá se dirigieron.

CORAZÓN ATORMENTADO. No.8️⃣/SERIE HOMBRES DE LA SIERRA. Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ