Capítulo:-19 Todo terminó.

Începe de la început
                                    

— Manuel, necesito que me ayudes en un tema en matemáticas—le digo un poco incómoda porque veo que su habitación está mal organizada y con muchas cosas rotas.

—Bia, quiero estar solo — me dice y cuando lo escucho me doy cuenta que tenía horas llorando, su voz está ronca.

— Manuel ¿estas bien? Mi amor— le pregunto mientras me acerco a él, pero el se levanta bruscamente.

— Bia, necesito estar solo—me dice y me muestra la puerta para que salga.

— No Manuel, boy a estar contigo en las buenas y en las malas—le digo mientras me escondo en su pecho —Se que estás mal y no me quieres decir las cosas para que no esté triste, pero te quiero mucho y no te dejaré solo.

— Bia, por favor, me lástimas—me dice y yo me alejo, mirando al piso, solo trataba de dar apoyo, eso hacen los novios en momentos de tristeza, pero no sabía que hacer.

—Yo estaré aquí Manuel para lo que necesites —le digo para irme.

— Bia, Esoera un segundo—me dice y me quita el cuaderno — Dejame esto, haré el trabajo y de ahí estudias, Ahm otra cosa Bia—me dice y se acerca a mi — Es mejor que dejemos esto de lado, no quiero hacerte daño—dice.

—Manuel, pero solo me estoy preocupando por tí, no hice nada — le digo y me siento en un pequeño mueble que hay en su habitación.

—No eres tú Bia, soy yo, estoy confundido y necesito tiempo, también espacio para pensar las cosas —me dice y se sienta a mi lado.

—Esta bien Manuel, como dices somos hermanos, no ha pasado nada y ni va a pasar — le digo para después irme.

Cierro la puerta y voy corriendo a mi habitación, no voy a llorar, no lo voy hacer, tengo que ser fuerte, se lo prometí a mi madre, me lo digo una y otra vez mientras me veo en el espejo, sabes que es un amor imposible Bia, es tu hermano, Thiago tu padre, te recogieron de la calle, no puedes hacer esto, es tu familia, pero es difícil cuando uno no puede controlar sus emociones, las lágrimas salieron como si ambas tenían una competencia, y así comenzaron a salir una detrás de otro, me tire a la cama para tratar de dormir y así impedir llorar, pero estaba dolida, es imposible controlar tu cerebro en esta situación, me dolía la cabeza, el pecho, me faltaba aire, me dolía pensar que todo terminó en un  abrir y cerrar de un ojo no hice nada, ¿Por que me lastimas así? Todo terminó, si Bia, todo terminó, ya no más cuentos de hadas, observa mi maleta, estaba todo listo y preparado para el viaje perfecto, pero que mal que será un viaje triste, ya no hay emociones y todos los planes que tenía para hacer con mi novio, se fueron abajo.

— Bia, necesito tu ayud. — se sienta Mónica en la cama, al lado mío— ¿Que tienes Bia? No soy muy buena consolando  mujeres— me dice y me pasa la mano en la cabeza— La vida sigue corazón, sea lo que sea pasó, estás llorando eso significa que te duele y que era algo muy importante para tí, pero mi amor, la vida es muy corta en este mundo como para llorar, un segundo triste, es un segundo malgastado— me dice mintras se acomoda el pelo, yo me siento en la cama y ella me agarra el rostro para que la mire— Bia, eres muy bonita para llorar así, si es por una amistad, eso se reemplaza, si es porque quieres una mascota, eso se soluciona, si es nervios por el viaje, hay pastillas para eso y si es por un chico, hay más en el mundo, solo debes de salir y conocerlo—me dice y me da un beso en la frente, se levanta y se pone a mirar en el espejo.

—Gracias Mónica — le digo y me acerco a ella y la abrazo, pero ella no acepta el abrazo, pero tampoco se aleja, si no que deja que yo lo haga.

—Para agradecer Bia, no tienes que abrazarme, las palabras son suficientes, ahora por favor —me dice mientras me aporta — Aléjate, que no me gusta los afectos de nadie, eso pone a las personas lloronas — me dice incómoda.

—Pues ya se para la próxima Mónica — le digo.

—Si Bia, ya lo dijiste —me dice.

—Y para que vino a mi habitación? Mónica —le pregunto.

— Es hora de cenar y pues el idiota de tu hermano no lo va hacer, tu padre tampoco y Carmín ya sabes, no quiero cenar sola, ya sabes, mi embarazo me dio porque no quiero estar sola —me dice incómoda — Vamos cenar, ¿me acompañas?— me dice.

— Si, Mónica, lo haré— le digo y ambas salimos de la habitación, pero cuando entramos a la sala, me doy cuenta que Manuel estába ahí, al igual que Thiago, todo se veía en orden, solo que Manuel con su cara dura, yo llego y me siento, vaya Mónica mintió.

—¿Y no era que ibas a cenar sola? Mónica —le pregunta Manuel.

—Amor, ne dijiste lo mismo, pensé que era verdad Mónica —dice Thiago.

— Bueno, mañana tenemos un viaje y no quiero la familia destruida, por eso hice esto Thiago— dice y comienza a comer.

—Hannah por favor, quiero un poco de jugo de naranja —dice Manuel mientras sigue comiendo — Bia ¿No comerás?— me pregunta.

— No, Manuel, no tengo apetito, solo viene acompañar a Mónica— le digo.

— Bia. Debes comer, mañana hay un viaje y debes de comer—me dice Thiago.

— Exactamente Bia, bueno eso pienso, pero si no quieres, no lo hagas— me dice Manuel mientras Hannah le entrega el jugo.

—Señora Mónica, disculpa que me meta en lo que no me importa, pero ¿Para que es ese veneno de rata que tienes ?— pregunta Mónica y al momento que lo dijo Manuel escupió el jugo. Thiago la miro de una manera extraña y Manuel ni se diga, yo no me sorprendí porque Hannah me lo había dicho, le dije que dejara se estar metiéndose en lo que no le importa.

— ¿Veneno de rata? Mónica—dice Manuel mientras se limpia la boca.

—Monica eso es un peligro aquí en la casa — dice Thiago.

—Pues no es nada malo, es para las ratas, Hannah, retirarte — le dice molesta mientras la mira con una mirada fría.

— Aqui no hay ratas Mónica—digo.

— Claro que hay ratas, hay una— dice Manuel—Pero no se dará veneno ella misma —dice mirando a Mónica— Dios, se me quito el apetito también, tengo ganas de vomitar lo que comí— dice Manuel y se tapa la boca, yo le doy gracias a Dios que no comí, no se que quiso decir Manuel, pero Thiago alejo el plato de presencia.

— ¿Ustedes están insinuando que yo le voy a dar veneno? Thiago por Dios, está falta de confianza —dice y va comenzar con si drama.

— ¿Es que demonios hace una mujer con eso? Mónica— dice Manuel— Tengo que ir a vomitar.

—Mónica eso es peligroso —dice Thiago y se pone de pie—No quiero esas clases de cosas en mi casa, meno sin hablar conmigo, si hay ratas, lo consultas conmigo y yo buscaré la solución Mónica, no tú —dice molesto y se acerca a ella — Estas perdiendo el control últimamente Mónica y me estás asustando.

— Thiago eso no es nada malo—dice.

—Monica, Mónica controlaté, serás madre otra vez — dice y se va.

— Yo me tengo que ir a dormir, mañana es un largo día, Adiós Mónica— digo.

Recuerden pasar por la nueva novela Binuel Mi Todo, votar y dejar sus comentarios. Yo voy muy avanzada escribiendo en esa novela. Y casi estamos terminando esta.

Never Stop. [Binuel]Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum