Sección 2: Un Futuro Roto.

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Infierno.

Era la única palabra que podía usar para describir la horrible visión que se habría ante mis ojos.

El olor putrefacto que venía de los cadáveres en descomposición que llenaba las calles de la ciudad en ruinas que se hallaba en ante mi.

No, sería un engaño decir que era solo esta ciudad, lo sabía aunque todo mi ser quería decir que no, yo sabia que no era solo en este lugar si no todo el mundo, podía ver en el horizonte algo que devoraba la tierra, algo que consumía todo lo que estaba más lejos de lo que podía alcanzar mi vista.

Ni sabía lo que era ni de donde venía y por una extra razón tenia el presentimiento de que seria mejor nunca averiguarlo.

Su tamaño y aspecto escapaba de mi comprensión, lo podía sentir, lo podía ver, se acercaba a mi dirección, mientras dejaba un camino lleno de vacío dándome entender que ser devorado por ese ser era caer en la misma nada para ser olvidados, para no ser recordados en los albores del tiempo.

La tierra tembló haciendo un ruido similar a un grito de agonía como si se tratara del último respiro del planeta.

Sabia claramente que este era el fin, el cielo se quebraba a pedazos como un vidrio roto y la oscuridad empezó a consumirlo todo, no podía ser evitado, nadie podía siquiera detener esto, solo podía observar con impotencia como todo moría y era consumido en la oscuridad para nunca ser recordado.

Al final quedé solo en esta oscuridad, sin nadie a quien acudir para pedir ayuda, solo teniendo la inmensa oscuridad como mi única compañía.

Pero en medio de este vacío pude observar una luz, era cálida, llamarla hermosa no le hacía justicia a lo que veía, no tenia forma de describir este sentimiento, era extrañamente nostálgico como si fuera algo que había perdido hace mucho tiempo.

La luz empezó a cobrar forma, tenia un aspecto alargado muy similar a la de una lanza, pero algo en mi me decía qué era más que eso.

Empezaron a aparecer grietas en la oscuridad mientras un grito inhumano y ensordecedor se escuchaba venir de todas partes, la luz empezó a cambiar de aspecto, ya no era una lanza, sino una torre que no tenia un fin.

Podía sentir que me llamaba, sentía que ver esa torre era como volver a casa.

Por una extraña razón sentía que podía caminar en este vacío, así que sin dudar emprendí mi camino hacia la torre mientras escuchaba los rugidos de esa monstruosidad, por una extraña razón podía intuir que me quería devuelta, que no quería que me valla de su mórbido abrazo.

Ignore su deseo y seguí avanzando hacia la torre que por una extraña razón podía llamarlo hogar.

Al llegar a las cercanías de la torre hecha de luz, pude ver que se extiende hasta el fin del mundo.

Al estar al frente de esta vi que la torre aunque hecha de luz podía ver un reflejo de mi en esta como si se tratase de un espejo, pero había algo extraño, los ojos de mi reflejo se veían completamente desprovistos de emociones, eran unos ojos tan inhumanos, me recordaban tanto a mi mismo cuando era un niño en el orfanato y fui salvado por ella.

No podía parar de mirarlo, sabía que algo no estaba bien, aún más cuando me di cuenta de ese brillo en los ojos de mi reflejo, pero me congelé al ver que movió sus labios para decir algo.

“Todo cambiará, el fin se acerca y todo acabará, es algo que parece ser inevitable”

Su voz era tan desprovista de emociones, tan desprovista de humanidad, aún más me horrorizaba escuchar mi misma voz de esa manera, pero antes de decir cualquier cosa el hablo una última vez y sus palabras sacudieron todo mi ser.

“Aún no estás listo para saber lo que eres, lo que somos, pero cuando lo estés será el comienzo del fin, pero por ahora…”

“Despierta”

Fate/Breuddwyd Annherfynol: El Rey del FinDove le storie prendono vita. Scoprilo ora