27.- Banco y pollitos.

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Ginger's POV.

Apagué la radio y salí del auto. Cerré la puerta y apoyé mi cabeza en el marco por un segundo.

Luego me di la vuelta, y con toda autoridad, lo saqué del auto y le propiné una cachetada.

Bien, no había sido la mejor opción, pero había dejado de llorar.

—¿Qué? —preguntó confundido. Casi susurró, así que lo tomé del brazo halándolo hacia el lado de donde estaba el carro.

La carretera estaba vacía, pero de todos modos era mejor no estar ahí.

—Perdón, no sabía qué hacer —me mordí el labio nerviosa y suspiré.

Él había dejado de mirarme y se concentraba en observar el piso.

Yo jugaba con mis dedos y decidí que lo correcto era abrazarlo.

Estiré los brazos y él me volvió a mirar confundido.

—¿Qué?

—Ven aquí, tarado —gruñí tomando su brazo y pegándolo a mí en un abrazo.

Lo abrazaba rodeando su espalda y subí hasta su cuello, el reaccionó y devolvió el abrazo.

Rodeaba mi cintura, con cuidado me puse de puntillas para alcanzarlo, y pasó.

Empezó a llorar de nuevo.

Madre mía.

Aunque esa vez no hubo mas cachetadas o golpes. Solo lo abracé y dejé que llorara.

—Perdón —susurró con pequeños hipos mientras se limpiaba la cara con el brazo. Saqué un poco de papel y se lo entregué.

—No tienes por qué... La verdad no sé que problema tengas con tu padre, que te puso mal, pero puedes contar conmigo para lo que quieras.

—Gracias Huffy —tomó aire botando el papel en el cesto de basura.

—¿Estás mejor? —él me miró negando con la cabeza haciendo temblar su labio inferior.

¡Este chico estaba demasiado sensible!

—¿Quieres hablar de eso? —asintió y volvió a tomar aire entrando a su auto. Entonces comprendí que debía hacerlo también.

—Papá nos abandonó.

—Oh... Lo siento.

—Ni siquiera sé por qué me pongo así, casi no lo conozco —gruñó golpeando el timón.

—Bueno, generalmente no lloro... Pero creo que si estuviera en tu lugar haría lo mismo.

—Mi madre también se enojó conmigo. Ella quiere que nos arreglemos con él, pero no puedo.

—¿Por qué? —pregunté mirándolo.

—Él hizo muchas cosas.

—Entonces no sé qué decir o hacer —hablé jugando con mis dedos.

—Yo sí.

—¿Eh?

Y volvió a besarme.

Okay. Esto se le está haciendo costumbre.

Theo's POV.

—Perdón.

—¿Vas a pedir perdón cada vez que hagas algo? —preguntó Ginger sonrojada.

¡No puedo creerlo!

GingerWhere stories live. Discover now