58.- ¿Puedo abrazarte?

128K 15.2K 3.7K
                                    

#NOVIERNEHDEYINYEH

-Ginger, vamos a... ¿qué pasó? -preguntó Jake deteniéndome, tomé un poco de aire para no llorar.

Pero no pude.

-No quiero que se vaya -abracé a mi mejor amigo en el silencioso pasillo.
-Theo -susurró asintiendo mientras me abrazaba.
-No quería llorar, lo traté muy mal, Jake -Me quejé intentando hablar claro.
-No hables si no puedes, ya lo harás luego.
-Me voy a casa, no quiero seguir aquí.
-Está bien, deja te llevo -habló sacando las llaves de su moto.
-No, Jake. Está bien, voy sola.
-No vas a ir sola, ¿estás loca? Mira cómo estás -negó con la cabeza entregándome papel.
-Puedo ir -tomé aire, pero mi labio inferior volvió a temblar y Jake tomó mi mano haciéndome caminar hacia la zona de aparcamiento.
-Te llevaré.

Y no me dejó otra opción, de un segundo a otro ya iba de camino a casa llorando abrazada a Jake dentro del casco. Sabía que era preferible sujetarme de la parte de atrás de la moto, pero no tenía ganas de hacerlo.
El camino se hizo largo y silencioso a comparación de algún otro día, cuando llegamos rodeó mi hombro y caminamos hacia la puerta.

Mi madre estaba trabajando, mi tía se había ido a Italia y mi papá vivía provisionalmente en Francia. No había nadie en casa y eso lo hacía aún más deprimente. No escuché un "hola cariño" o un "Hola Bombón".

No había nada.

-Jake, de verdad. Solo quiero estar sola.
-Carrie, estás llorando... No puedo dejar así a mi hermanita.
-Te pido por favor que vayas, y si Kim se entera pídele que no haga de esto algo más grande, ¿sí?
-¿Segura, Ginger? -preguntó poniendo su mano en mi hombro, yo asentí y tomó aire para luego besar mi mejilla- promete que si te sientes mal, llamarás.
-Te lo prometo -alcé la mano y lo acompañé a la puerta.
-Te quiero.
-Yo más.

Jake se fue y cerré la puerta para deslizarme terminando sentada en el piso mientras lloraba en silencio.

Como siempre.

Porque claro, muchos me veían como la gruñona, la que nunca lloraba. La fría.

¿Era esa la imagen que me había hecho frente a la gente? Por supuesto. Y era mi culpa, había formado una carcasa ante los demás para que no me hagan daño. Siempre diciendo que no me pasaba nada cuando en realidad era todo lo contrario.

Mi teléfono sonó, era Abby.
Contesté rápidamente a lo que ella contestó alegremente con un "¿Ginger?".

-Abby...
-Oh Dios, estás llorando. ¿Han terminado, verdad?
-Sí, y recordé todos tus consejos mientras le hablaba -sollocé apoyando mi cabeza en la mano izquierda.
-Cariño, lamento mucho todo esto.
-Tú no tienes la culpa, Abby. Supongo que en algún momento esto sucedería.
-Mira, te digo una cosa, siendo sincera no sé si ustedes sigan siendo novios mañana o más tarde, pero si él es el indicado en algún momento volverán a estar juntos.
-Duele.
-Yo lo sé, pero el dolor se aprende a superar. Ambos tienen que levantarse y seguir adelante. Esto no es para nada el final, son jóvenes, es apenas el inicio.

¿Me lo decía solo a mí o había alguien más?

-Gracias Abby -hablé tomando aire y limpiándome las lágrimas- Además... Bueno, creo que he encontrado por fin mi vocación. Quiero estudiar arte.
-¡Eso es! Me alegra mucho, chiquita. Pues adelante y a darle con todo a eso, ¿sí?
-Lo haré, lo prometo.
-Bien, entonces avísame si necesitas ayuda con eso, sabes que tengo amigos que pueden contactarte con...
-No, no gracias. Quiero hacerlo de la otra forma, quiero encontrarlo yo misma.
-Bien, pero de todos modos si necesitas ayuda con algo, solo llama, ¿bien?
-Sí.
-Está bien, tengo otro "caso" que atender ahora mismo, nos vemos pronto, un beso.
-Gracias, Abby.
-No hay de qué, pequeña.

GingerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora