37- You're crazy

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    -Puedes negar tus sentimientos, pero jamás los hechos.

Escucho frustrada cada maldita palabra que Riddle pronuncia, cada vez con más ganas de pegarle un puñetazo. Está tratando de distraerme. Está tratando de ponerme nerviosa. Y definitivamente lo está consiguiendo. 

    -Le estás haciendo algo a Amy. Y juró que no pararé hasta averiguarlo.

    -Me parece bien, si eso significa significa que pasaremos más tiempo juntos -me dedica su sonrisa más atractiva para, una vez más, usar sus características físicas para obtener lo que quiere. Tan típico de Riddle.

     -Sigo pensando lo del otro día. Tú y yo no somos compatibles -espeto-. Además, yo vine aquí para exigirte que cierres la Cámara de los Secretos.

Rueda los ojos y se agacha para buscar un libro de la estantería, aparentemente indiferente.

    -No seas aguafiestas -dice con calma-. Tan sólo acaba de empezar.

    -Bueno, pues yo ya me he cansado. ¿Eres consciente de que estás arriesgando la vida de muchos alumnos? -se levanta y me cuestiona con la mirada-. ¿Estás arriesgando mi vida?

    -Estoy en mi derecho de investigar y experimentar. Ni yo se aún los privilegios que puedo extraer de la cámara -admite con toda normalidad-. Debo conocer las creaciones, los descubrimientos y la magia de Salazar Slytherin si soy su heredero. 

Le miro absorta. Cientos de alumnos están en grave peligro por las ganas de Riddle de experimentar con cosas mortales.  

     -No te puedes imaginar el poder que me puede otorgar la cámara. 

    -Estás loco.

Me mira soprendido, y por un instante temo lo que me pueda hacer. Sin embargo, sonríe a medias y da un paso hacia mí.

    -No tengas miedo; ni del basilisco ni de mí -río irónicamente-. Pronto acabará todo. No la dejaré abierta mucho tiempo. Tú sólo debes tener cuidado y paciencia. Si sigues las indicaciones del director, no te pasará nada. Los alumnos que estáis en peligro simplemente debéis ser responsables. 

Niego con la cabeza. ¿Cómo es posible mantener la calma cuando hay un ser por el castillo que asesina con solo mirarte?

    -Y tú -me sujeta de la barbilla y la levanta, haciendo que mis ojos se fijen sobre los suyos-. No vas a decir nada. El momento en el que vayas a chivarte al director de que yo soy el culpable, le ordenaré al basilisco que le eche una miradita a tu hermano.

    -Ni se te ocurra.

    -Rétame y verás de lo que soy capaz.

Trago saliva con impotencia. Debo proteger a toda costa a mi hermano. Jamás habría imaginado  a Riddle amenazándome de este modo. Pero aquí estamos. 

    -Fíate de mí, Erika. No pasará nada. Serán sólo unos días. Los suficientes para que yo pueda investigar todo lo que necesite.

Niego con la cabeza. Definitivamente está loco, y yo no puedo hacer nada para parar está locura que está llevando a cabo.

    -Vale, sí. Estaré segura si sigo las indicaciones -digo-. Pero no puedo entrenar por culpa de tus putas ganas de investigar -protesto, a lo que él bufa.
    -Otra vez con el quidditch. No entiendo tu obsesión con ese absurdo deporte -abro la boca ofendida-. ¿Por qué te limitas a jugar al quidditch? Tú eres mucho más talentosa para eso. Si te lo propusieras, podrías ser la mejor estudiante de la escuela. Tienes grandes capacidades que malgastas en el quidditch y en tu estúpida relación con Sigurdsson.

heirs & romances [Tom Riddle]Where stories live. Discover now