Jugando con Fuego

Epílogo

Epílogo:

Febrero 2021

Hacía frío. Los copos de nieve caían con intensidad blanqueando el césped verde original. Habría sido un día más si no fuera por el acontecimiento que estaba a punto de celebrarse. La habitación amarilla de la mansión junto al mar, lucía abarrotada de ropa por todos lados: en la silla, en la cama, en la cómoda, en el suelo. Tumbada en un lateral de la cama había una figura sumamente cansada que se acariciaba con ternura su vientre de casi nueve meses. Los ojos verdes de Quinn Berry-Fabray no dejaban de admirar todo lo que ocurría a su alrededor. Le parecía mentira que siete meses antes fuera ella la que estaba en esa situación, pero así era. Miró hacia el pequeño tocador de estilo victoriano donde estaba la protagonista del día.

Santana Lopez, pronta señora Pierce, estaba sentada contemplando su imagen en el espejo. Ese era su día, su momento, aquel por el que había estado suspirando desde hacía siete meses. Algunos pensarían que era demasiado precipitado, pero no para ellas, que se habían dado cuenta en siete días de que estaban hechos la una para la otra. Santana había encontrado en Brittany a su media naranja, a su todo, y así quería gritarlo a los cuatro vientos. Desvió la mirada hacia su alianza de prometida; un viejo anillo del siglo XIX que había pertenecido a la familia de Noralie. Era de oro blanco, grueso, con un zafiro azul en el centro. La anciana se lo había dado a su nieta durante la semana de la boda de Rachel y Quinn; y una vez terminado el altercado con Marley cuando la calma sustituyó a la tempestad, Brittany no dudó en usarlo. Santana todavía lo recordaba vívidamente.

Inicio del Flashback

"El agua era caliente esta vez, sumamente caliente. Las gotas que bajaban por sus brazos y su pecho se estrellaban contra el fondo. Los huecos que la espuma dejaba entrever eran pocos, pero suficientes para las dos personas que estaban allí. Afuera la tormenta había amainado en intensidad pero aun se podía escuchar claramente como la lluvia se estrellaba contra el césped del jardín. Una ola de calor azotó los rostros de Brittany y Santana y dejó marcas de sudor a su paso. Ambas estaban recostadas en la amplia bañera del cuarto de baño de la habitación amarilla. La morena tenía su espalda apoyada contra el pecho de la rubia y su cabeza descansaba en el hombro derecho de esta. De vez en cuando se miraban a los ojos o se besaban dulce y quedamente. Ese día había sido muy intenso para las dos en todos los sentidos y se merecían ese momento de paz. Alrededor suyo había una docena de velas encendidas y de fondo se escuchaba una música muy suave, dotando al cuarto de un romanticismo envidiable. Brittany tenía un brazo debajo del agua, abrazando la cintura desnuda de Santana y con la otra entrelazaba sus dedos con la mano izquierda de la morena.

- Umm, me gusta estar así contigo. –ronroneó Santana; alzó la mano que tenía libre y la enroscó en la nuca de la rubia. Comenzó a acariciar los cabellos rubios y mojados y Brittany cerró los ojos.- Ojalá todos los días terminaran así.

- Espero que no. –dijo Brittany haciendo que la morena levantara su cabeza y la mirara directamente a los ojos. No sabría decir qué expresión tenían esas perlas azules- No me gustaría tener que repetir lo que voy a hacer todos los días de mi vida. Con una vez me basta; claro que si tu respuesta no es la que espero...pues tendré que repetirlo hasta que...

- Brittany, ¿qué...? – Santana estaba confusa. Vio como la rubia se volteaba para coger algo que había debajo de una toalla y se llevó las manos a la boca. Sus ojos se abrieron mucho y su corazón se aceleró.

- ¿Sabes? Dicen que de una boda siempre sale otra boda. –sonrió la rubia y después carraspeó.- Tal vez me estoy adelantando, pero sintiendo lo que siento por ti, voy a arriesgarme. Nos conocemos desde hace seis años; eres mi mejor amiga, mi compañera, mi confidente...y ahora también mi amante. Creo que te conozco mejor que nadie en este mundo...y tu a mi. Santana, quiero pasar el resto de mi vida contigo y que todo el mundo lo sepa. Te amo. ¿Quieres casarte conmigo?